Estamos viviendo un auténtico escándalo por la suspensión de la temporada de ópera en La Coruña. ¿Quién está torpedeándola?
Que las instancias oficiales de este país viven al margen de la cultura es un hecho incontestable y aplicable a todos los políticos, sean de la ideología que sean. ¿Alguien escuchó una sola palabra sobre la cultura en los mítines anteriores al 20D? Nada. Y con lo que respecta a la música, salvo muy contadas excepciones, peor que peor.
Pero hay ocasiones en que ya no solo no ayudan las instituciones, sino que ponen obstáculos sobre las ruedas personas concretas por no se sabe que oscuros motivos.
La temporada de ópera en La Coruña es el ultimo caso de lo que decimos. La Asociación de Amigos de la Ópera de La Coruña existe desde hace muchos años, con épocas de mayor o menor actividad. Los gallegos aman el canto y así lo llevan demostrando años. Recordemos que el Festival Mozart revitalizó la ópera en esta ciudad. Allí se pudieron escuchar todas las óperas de Mozart y muchas más, aparte de conciertos y recitales. Fue un gran éxito, pero aquello tenía un límite y terminó agotándose. Las ayudas que las instituciones aportaban pasaron a la incipiente temporada de ópera dirigida artísticamente por Cesar Wonenburguer. Desde entonces los eventos líricos han ido en aumento en cantidad y calidad. Grandes cantantes y muy bellas producciones han entusiasmado al auditorio. Su política de apoyo a la lírica ha cuidado sobremanera a los jóvenes cantantes, especialmente a los gallegos pero también a otros como el canario Celso Albelo, una de las mayores glorias de la ópera en España.
Para la temporada 2016 se anunció que la Diputación no aportaría nada. Inmediatamente se comunicó la cancelación de la temporada con el consiguiente perjuicio para la organización con contratos ya firmados, etc.
Esto es un verdadero escándalo.
Poco después la diputación se retracta y anuncia que aportaría una cantidad a la temporada de ópera, pero la mitad de lo que dio el año anterior.
Así las cosas, se empezó a pensar en un reajuste de títulos y conciertos. Pero el mazazo vino inmediatamente. No hay temporada. ¿Por qué? Los gallegos lo saben muy bien y el ABC de Galicia de hace ya algunos días sugería «una mano negra» que torpedeaba la temporada.
Suele ser habitual que detrás de todos estos tinglados haya un personaje. En esta ocasión Andrés Lacasa, gerente de la OSG que maneja los hilos por motivos inconfesables para dar al traste con los mejores proyectos. Parece que va siendo desenmascarado, pero habrá que llegar al final y ponerle en su sitio o en ningún sitio. Sus declaraciones a distintos periódicos locales y nacionales, además de inexactas (dicho eufemísticamente) son profundamente desafortunadas y dejan ver quién es en realidad. Hay que sumar esfuerzos, no «hacer capillita».
El intenso y magnífico trabajo que están haciendo los Amigos de la Ópera de La Coruña, primero con su Festival de ópera y desde hace dos años con Cesar Wonemburguer en temporada ya, no puede ser arruinado. Opera World quiere mostrar su apoyo total a esta magnífica organización que con escasos medio es capaz de sacar adelante una temporada magnífica. Solo un ejemplo: Su Trovador verdiano del pasado año fue un acontecimiento reconocido por el público y la crítica. Así otros muchos.
Francisco García-Rosado