“Cantar con los dedos”: el piano como expansión belcantista

Cantar con los dedos
Cantar con los dedos

“Cantar con los dedos” es la expresión que acuñó Fréderic Chopin a la hora de mostrar a sus alumnos la manera correcta de interpretar las piezas pianísticas que dominaron estilísticamente los salones parisinos en la década de los años 30 del siglo XIX. Ése es el título elegido por la joven pianista Paula Ríos para su tercer álbum discográfico editado en el sello Calanda Music, en el que se convocan algunos de los compositores que hicieron fortuna en la capital parisina con sus creaciones pianísticas.

Al margen de la recuperación de la obra de Jesús Bal y Gay y Rosa García Ascot, compositores de la Generación del 27 en su segundo álbum “Viento de Plata”, el ámbito de estudio de Paula Ríos es la obra de Chopin, al cual fue dedicado su primer trabajo, “Chopin en Mallorca”. En este nuevo recital, la cuidada elección del repertorio pone en interrelación las figuras del compositor polaco y Vincenzo Bellini. En ese nexo está ampliamente aceptado el hecho de que la inspiración chopiniana bien podía proceder directamente de las melodías de las afamadas óperas del compositor de Catania a las que estaba continuamente expuesto.

En relación al autor de Norma, hallamos tres breves pero deliciosas piezas para el teclado que se convierten aquí en absolutos descubrimientos en un operista consumado como Bellini: la Sonata para órgano en sol mayor, el Largo en fa menor y la Coda en sol menor, perfectos ejemplos de adaptación al piano de su refinado universo belcantista.

Abriendo y cerrando el compacto se ofrecen dos ejemplos en el arriesgado arte de la transcripción o variación pianística de algunos temas de las óperas bellinianas, como la Gran fantasía y variaciones sobre “I Capuleti e i Montecchi” de Sigismond Thalberg (uno de los grandes rivales de Franz Liszt) y la Introducción, variaciones y final sobre “Il Pirata” de Friedrich Wilhem Kalkbrenner, que dan muestras de las enormes posibilidades de exploración pianística de dos temas operísticos de moda en el momento.

Del universo romántico de Chopin Paula Ríos selecciona la obra más emblemática del compositor polaco en relación con el arte operístico italiano: el Andante spianato y la siempre lucida Gran polonesa brillante Op. 22, que se acompaña de tres piezas netamente introspectivas: los dos primeros Nocturnos de la Op. 27, y el Estudio Op. 25 nº 7.

Paula Ríos brinda en estas magníficas interpretaciones un fraseo elegante, detallista, y una exquisita y bien administrada pulsación que recrea en todo momento la cantabilità que define a todas las piezas. La joven pianista sirve con satisfacción el lucimiento de las mismas, imprimiendo una precisa continuidad discursiva y gran paleta de matices tímbricos a obras de una especial complejidad en el plano técnico como las ornamentadas variaciones de Thalberg o Kalkbrenner, que permiten hacerse una idea de que la pirotecnia no era terreno exclusivo del mundo operístico belcantista, sino que el terreno pianístico había sido invadido también por esa particular forma de tocar en la que Chopin tanto insistía a sus discípulos. Anímense y acérquense a este disco. Se deleitarán escuchando “cantar con los dedos”.

Germán García Tomás