Con un tercio de aforo en el auditorio del Conde Duque, y un ambiente como se demostraría más tarde, de lo más familiar, presentó Camerata su nuevo proyecto discográfico: Impressions
Comenzó este ecléctico concierto en el que los músicos y creadores nos ofrecieron una fusión de flamenco, Jazz, Tango y música clásica muy lograda en la mayor parte de las obras interpretadas.
El flamenco, ese gran desconocido no solo por su carácter racial sino también por su dificultad interpretativa y por supuesto de audiencia fue la base conductora de todas las piezas que pudimos escuchar.
Especialmente logradas fueron aquellas piezas en las que la fusión del Jazz y el tango con el Flamenco quedaban claramente definidas, los ritmos se mezclaban a la perfección deleitando nuestros oídos al disfrutar de una belleza diferente pero de gran armonía.
Esta no fue siempre la tónica del concierto puesto que en aquellas piezas en las que el hilo conductor no quedaba claro (flamenco, Jazz, Tango o Clásico) no se dejaban escuchar, resultando en un popurrí de notas sin orden, provenientes de tres instrumentos distintos que hablaban en idiomas dispares. Los integrantes de Camerata debían ser conscientes de que estas obras eran más difíciles de escuchar puesto que con habilidad las dispusieron en mitad del concierto dejando las obras más logradas y “melódicas” en el principio y sobre todo el final.
El gran final con la grandísima Carmen Linares cantando el Chiquilín de Bachín llevado a un flamenco de gran elegancia fue un remate que nos dejó con un muy buen sabor de boca en un concierto que en resumen se puede decir que fue muy bien interpretado por unos grandes músicos que pusieron su maestría al compás de su corazón.
MGRC
