Ana Häsler: «vivir y cantar han sido para mí una sola cosa desde que nací»

Ana Häsler
Ana Häsler

¿Cómo iniciaste tu carrera artística? 


Realmente, vivir y cantar han sido para mí una sola cosa desde que nací y todo ha ido fluyendo de tal forma, que me resulta difícil establecer un punto de partida profesional. La decisión de perfeccionarme en el canto lírico ha sido una constante en mi vida que todavía me acompaña; sin embargo, creo que puedo decir que la aparición de la gran mezzo-soprano Teresa Berganza en mi camino fue crucial para mi carrera como cantante profesional. 


¿Recuerdas aún tu primera actuación pública?

Mis primeras actuaciones como solista aún no profesional fueron a los 15 años cantando en varios Coros de mi ciudad, donde el director escribía partes solistas para mí; más tarde en el Coro de los Amigos de la Opera de Sabadell y después cuando canté a esos años también en innumerables bodas y comuniones de la alta burguesía de Barcelona.
- Qué emociones te producen los aplausos del público?
- Plenitud, agradecimiento, felicidad extrema, sensación de generosidad y bondad, y también vulnerabilidad y rubor.

¿Cuál fue tu primer gran éxito?


El personaje de Dorabella en el “Cosí fan tutte” que dirigieron Teresa Berganza y Antoni Ros Marbà en Santander, siendo todavía alumna en la Escuela Superior de Música Reina Sofia de Madrid. Ser elegida por Berganza para un rol que fue un emblema en su carrera, y contar con su admiración y cariño, ha sido el mayor éxito conseguido hasta entonces y una de las cosas más importantes que me han sucedido en mi vida. La admiro y la adoro como artista y como persona, aprendí de ella cosas que no se pueden explicar con palabras y estaré eternamente agradecida a esta artista excepcional por todo lo que me dio en sus intensas e inolvidables lecciones.

¿Cómo ha ido evolucionando tu voz?

Mi voz ha ido evolucionando a la par de la evolución técnica que he realizado sin cansancio desde los inicios de mis estudios. Creo firmemente que la evolución vocal y la evolución del repertorio van de la mano de la técnica. Por este motivo es tan importante estudiar con buenos maestros. Mis inquietudes musicales son muy amplias y la técnica, finalmente, no es más (ni menos) que el medio por el cual me puedo expresar en aquello que me interesa y me hace feliz.

¿Qué repertorio cantas en este momento?

Un repertorio muy amplio, como suele ser habitual en mí. Debuté la 2a Sinfonía de Mahler en Brasil y estoy a punto de un estreno muy especial que incluye a Olivier Messiaen y a Juan José Falcón Sanabria, dos grandes del S.XX y XXI.

¿Qué proyectos tienes de actuaciones o grabaciones?

Este sábado día 22 de julio tiene lugar el estreno mencionado junto al pianista David Casanova López. Un proyecto extraordinario basado en la obra pictórico-literaria de mi hermano Alejandro Häsler: “El Apocalipsis de la Esperanza y de la Misericordia”, que une Pintura, Música y Literatura. El espectáculo forma parte del ciclo de “Noches de Música en el Claustro” del Monasterio de Sant Cugat y de los actos de homenaje a Rudolf Häsler, mi padre, que la ciudad de Sant Cugat le está dedicando este año por el 90 aniversario de su nacimiento. Este “Apocalipsis” es uno de mis próximos proyectos discográficos junto con otros que incluirán canción rusa y armenia, además de Brahms.

Háblanos del “Apocalipsis” de tu hermano

El “Apocalipsis de la Esperanza y de la Misericordia” de Alejandro Häsler es una interpretación novedosa, cercana y humana de la revelación de Juan de Patmos que el artista ha desarrollado en los dos últimos años y consta de trece grandes retablos pintados en madera de cedro del Líbano, cada uno de ellos formado por cuatro tablas y engarzado en una cruz de madera de dos metros de altura que, a su vez, se asienta en una mesa de metal. Los trece retablos de gran formato contienen una frase central extraída de trece momentos del “Apocalipsis”. Desde el inicio Alejandro sabía que su “Apocalipsis” debía estar unido a una determinada música y esta idea es la que desembocó en el espectáculo audiovisual del mismo nombre. 


Para vivir esta experiencia sensorial tan especial hará falta asistir el sábado 22 al concierto en el maravilloso patio del Claustro del Monasterio de Sant Cugat, aquel cuyos capiteles conforman, en su conjunto, un canto gregoriano, un “canto en piedra”. 


Solo adelantaré que los compositores elegidos han sido Olivier Messiaen, compositor sinestésico por excelencia, creador del famoso “Cuarteto del Fin de los Tiempos”, y Juan José Falcón Sanabria, cuya última obra antes de su fallecimiento (basada en poemas de mi hermano Rodolfo) me fue dedicada, en un verdadero “canto del cisne” del compositor. El ciclo de canciones “Poèmes pour Mi” basado en el Sacramento del Matrimonio, que Messiaen escribiera para su mujer como regalo de bodas, y el de las “Canciones del Saber y de El Sentir” de Falcón Sanabria se fusionan perfectamente en este espectáculo dando 
 como resultado una nueva obra de una coherencia interna y una potencia expresiva que parece haber nacido de la voluntad de ambos creadores.