Opera Gold: 50 grandes éxitos de la ópera

Opera Gold: 50 grandes éxitos de la ópera
Opera Gold: 50 grandes éxitos de la ópera

La discográfica Decca nos presenta un triple C.D. en el que se recogen 50 grandes éxitos de la ópera interpretados por figuras históricas, un triple C.D. en el que los momentos más populares para el gran público, no necesariamente para los más aficionados, están incluídos casi al completo. 

La gran calidad musical de las piezas seleccionadas en  estos 50 grandes éxitos de la ópera, junto con el altísimo nivel de los intérpretes, es sinónimo de una audición sumamente agradable en la que el oyente no puede hacer otra cosa que no sea disfrutar;  este triple C.D. se abre, como no podía ser de otra forma, con una obertura, concretamente con la obertura de Carmen de G. Bizet en una muy buena versión de G. Solti al frente de la London  Philharmonic Orchestra, muy bien equilibrada y con muy buen resultado en todas las familias instrumentales para esta vital interpretación.  Estos 50 grandes éxitos de la ópera continúan con el aria Visi d´arte de Tosca de G. Puccini en la extraordinaria voz de la soprano Kiri Te Kanawa quien, expresiva en todo momento, musical en la ejecución de la dinámica, luce su espléndida voz evocando la atmósfera melancólica creada por el músico italiano. De ahí pasamos a la fuerza del coro de los zíngaros de Il Trovatore de Verdi; con unas voces muy compactas, con un magnífico trabajo de la madera y de la orquesta al completo, la versión de Solti al frente de los Chicago Symphony Chorus and Orchestra es de un nivel muy alto.  Volviendo de nuevo al lirismo de Puccini, esta vez a La Bohème, Luciano Pavarotti, junto a la Berliner Philarmoniker y Karajan, interpreta de forma absolutamente magistral el aria Che gelida manina; el magnífico hacer de la orquesta y el director arropan perfectamente al hermoso timbre del tenor, lleno de musicalidad, de lirismo, de expresividad. Extraordinaria, sencillamente magnífica la versión aquí recogida, con un Pavarotti en plenitud capaz de mantener el total lirismo incluso en los agudos más exigentes de la pieza.

A continuación, estos 50 grandes éxitos de la ópera nos llevan a Francia con el aria O Deu! Que de Bijoux! del Fausto  de Gounod en la hermosa voz de Angela Gheorghiu; muy bueno el trabajo realizado por la soprano en este difícil aria, muy bien en los matices y sobrada a la hora de ejecutar los agudos.  A continuación escuchamos Bella Figlia dell´ Amore , el famosísimo cuarteto del acto final de Rigoletto de Verdi, en la interpretación de Pavarotti, Milnes, Sutherland y Tourangeau. Este maravilloso concertante es cantado de forma sensacional por los cuatro intérpretes bajo la dirección de R. Bonynge; todos, llenos de musicalidad y con un Pavarotti aparentemente sobrado, hacen comprender el entusiasmado comentario que Victor Hugo realizó sobre este fragmento en concreto.  Continuando con Verdi, escuchamos ahora el célebre Va pensiero de la ópera Nabucco, en una versión convincente en la que las compactas voces del Konzertvereinigung Wiener Staatsoperchor son dirigidas, junto a la orquesta del mismo nombre, por Lamberto Gardelli, consiguiendo transmitir esa mezcla de melancolía y fuerza única creada por el músico italiano.

Volviendo a Francia, escuchamos el aria La fleur que tu m´avais jetée de Carmen de G. Bizet en una formidable interpretación de Plácido Domingo, llena de musicalidad, de buen gusto, de expresividad; sensacional el tenor español en esta excelente versión junto a London Philharmonic Orchestra dirigida por Solti.  A continuación podemos escuchar el aria Ebben? de  la ópera La Wally  de Catalani interpretada por Renata Tebaldi quien, con su poderosa voz, le da el aire triste y dramático a la lírica melodía de la pieza.  Muy solvente en los agudos, eficaz en el crescendo y con buenos graves, la soprano, bien respaldada por la orquesta, donde es especialmente destacable el papel de la madera, ofrece una versión muy buena de este aria.  El famosísimo Largo al factotum del Barbero di Siviglia de Rossini es el siguiente aria en estos 50 grandes éxitos de la ópera, en una versión en la que el barítono Leo Nucci canta el papel de Fígaro con una voz ágil, con el aire humorístico propio del personaje, en esta virtuosística aria en la que es también destacable el buen papel de la orquesta, eficaz en los crescendos muy bien equilibrada.  Gloria all´Egitto de la ópera Aida de Verdi es el fragmento que podemos escuchar a continuación; esta majestuosa música, con un aire de grandeza enorme, es interpretada por los Chicago Symphony Chorus and Orchestra dirigidos por G. Solti en una sensacional versión, llena de fuerza, en la que el buen hacer del coro, con magníficas voces, y de la orquesta, con un metal a gran altura, llevan a este excelente resultado.

En estos 50 grandes éxitos de la ópera escuchamos a continuación la famosa aria Oh! Mio babbino caro de Gianni Schicchi de Puccini en la voz de Renata Tebaldi, quien aporta el lirismo necesario, jugando eficazmente con la dinámica y con una solvencia absoluta.  Siguiendo con Puccini, escuchamos a continuación el aria Si, mi chiamano Mimi de La Boheme  interpretada por Mirella Freni y la Berliner Philharmoniker Orchestra dirigida por Karajan.  Excelente versión ésta en la que la soprano canta con mucha musicalidad, mucha expresividad, matizando con buen gusto y con el respaldo de una orquesta extraordinaria.  La famosa Barcarola Belle nuit de Les contes d´Hoffmann de Offenbach la escuchamos en la versión de Joan Sutherland y Huguette Tourangeau, un fragmento en el que la sencillez y la sutileza se unen con un gran resultado, con unas cantantes que aportan la musicalidad que este famoso dúo requiere.  De nuevo con Puccini, escuchamos a continuación uno de los momentos más populares de Madama Butterfly, el aria Un bel divedremo con la soprano Mirella Freni y dirección de Karajan, esta vez con la Wiener  Philharmoniker.  Sin duda excelente esta interpretación, con una cantante de voz extraordinaria, muy expresiva, que matiza con musicalidad y lirismo al igual que la orquesta, perfecta en todo momento; versión de referencia la ofrecida en este C.D. que da paso a una pieza muy distinta, Beglückt darf nun dich, el famoso coro de los peregrinos de Tannhäuser de Wagner.  Helga Dernesch y Victor Braun son los solistas que intervienen preparando la aparición del majestuoso fragmento en el que el coro masculino canta esta grandiosa y solemne página; muy buena la intervención del Wiener Staatsopernchor bajo la dirección de Solti.  El primer C.D. de 50 grandes éxitos de la ópera se cierra con el famoso aria Der hölle rache de La flauta mágica de Mozart cantada por Sumi Jo, quien es muy solvente en los tremendos agudos de este pasaje y ejecuta con mucha eficacia, y con un resultado musical muy bueno, este virtuosístico y exigente aria.

El segundo C.D. de grandes éxitos de ópera se inicia con Luciano Pavarotti cantando el famosísimo aria de Turandot de Puccini Nessun dorma, uno de esos fragmentos que parecen escritos para el tenor italiano; sin duda le va a sus características, cantando con buen gusto y luciendo su timbre único sin perder el lirismo incluso en el agudo final. Gran versión la del C.D. con el dúo de Los pescadores de perlas de Bizet en interpretación de nuevo de Pavarotti y del gran bajo Nicolai Ghiaurov.  Es mucho el lirismo de este dúo, con una bella melodía ejecutada con gran musicalidad por los dos cantantes, a media voz pero llenos de buen gusto.  Escuchamos a continuación el célebre brindis Libiamo ne´ lieti calici de La Traviata  de G. Verdi en interpretación del la Orquesta y Coro del Maggio Musicale Fiorentino dirigidos por J. Pritchard y con la intervención como solistas de Carlo Bergonzi y Joan Sutherland.  Poco vamos a decir de esta archiconocida pieza, sólo comentar la buena versión aquí ofrecida, con los dos solistas cantando con musicalidad y con un coro compacto, con buenas voces, y una orquesta eficaz.  Volvemos a Francia en este segundo C.D. de 50 grandes éxitos de la ópera con el fragmento más conocido de la ópera Lakmé de L. Delibes, el dúo Vens, mallika. Buena la intervención las cantantes J. Sutherland y J. Berbié en esta pieza llena de delicadeza, ejecutada con buen gusto y musicalidad.  El barítono Hermann Prey nos ofrece a continuación el aria Der vogelfänger bin ich ja de La flauta mágica  de Mozart, demostrando un buen registro medio y aportando el carácter cómico que exige el personaje.  Buena es también la participación de la Wiener Philharmiker  dirigida por G. Solti, con una cuerda eficaz y una buena aportación del metal.  La mezzo-soprano Merylin Horne nos ofrece a continuación el aria Mon coeur s´ouvre a ta voix de la ópera Samson et Dalila de Saint-Saëns, fragmento muy lírico en el que Horne luce su hermosa voz cantando con expresividad, jugando eficazmente con la dinámica en busca de una mayor musicalidad y con unos agudos poderosos y unos eficaces graves; la muy buena actuación de la cantante es complementada con el gran trabajo de la orquesta, con una buenísima aportación de la madera. Adentrándonos en Europa oriental, escuchamos a continuación el Canto a la luna de la ópera Rusalka de Dvorak en interpretación de R. Fleming, un aria complicada llena de delicadeza y lirismo y a la vez una gran fuerza y mucho dramatismo.  Muy bueno el trabajo de la cantante, expresiva en todo momento, muy bien en los matices y en el agudo del final; junto a ella, también es buena la actuación de la orquesta, con un papel destacado para la madera.  Monica Groop y Bryn Terfel nos ofrecen a continuación el hermoso dúo de Don Giovanni de Mozart  La ci darem la mano; la deliciosa elegancia del genio de Salzburgo es bien transmitida por los dos cantantes que cantan con gusto y acierto este bello fragmento.  Escuchamos nuevamente a M. Horne  cantando en esta ocasión la habanera de Carmen de Bizet junto a los Wiener Opernchor y Wiener Operochester dirigidos por H. Lewis.  Muy bueno el resultado de la interpretación, con la mezzo francamente acertada, cantando con energía y perfectamente coordinada con un eficaz coro.  A continuación escuchamos el aria Dove sono i bei momento de Las bodas de Fígaro en la extraordinaria voz de Kiri Te Kanawa quien da una lección magistral de lo que es matizar con la voz, en busca de la elegancia y delicadeza que Mozart evocara para este bello pasaje.  Muy buena la actuación del viento en este aria en el que tanto Solti, al frente de la London Philharmic Orchestra, como la soprano, están a un nivel altísimo, comprendiendo y transmitiendo muy bien el estilo sutil de Mozart. 

En este C.D. de 50 grandes éxitos de la ópera escuchamos a continuación el hermoso coro a boca cerrada de Madama Butterfly, en la acertadísima interpretación de la Wiener Staatsoperchor y Wiener Philharmoniker dirigidas por Karajan.  Muy buena la versión, creando la atmósfera algo nostálgica evocada por Puccini.  Siguiendo con el verismo, el C.D. continúa con el famoso Recitar!…Vesti la giuba de I pagliacci de Leoncavallo en la poderosísima voz de Mario del Monaco; la intervención del tenor italiano es espléndida, dándole un intenso dramatismo al aria. La gran aportación del cantante está perfectamente respaldada por la buena actuación de la Orchestra dell´Acadamia Nazionale di Santa Cecilia dirigida por Molinari-Prandelli, con una cuerda muy eficaz que crea la dramática atmósfera necesaria para ejecutar este fragmento de forma acertada.  Como ejemplo elocuente de Romanticismo, escuchamos a continuación el aria del Werther de Massenet Pourquoi me réveiller en la voz de Jonas Kaufmann.  Poderosa también la voz del tenor alemán, con un timbre algo oscuro y con capacidad expresiva, muy solvente en los exigentes agudos del aria y muy musical en la utilización de los matices, ejecutados con buen criterio y con gran eficacia en los crescendos,  para conseguir una versión de muy alto nivel.  Escuchamos a continuación el precioso concertante del Così fan tutte de Mozart Soave sia il vento interpretado por R. Fleming, A. S. von Otter y M. Pertus y la Chamber Orchestra of Europe y dirigidos por Solti.  La sutil delicadeza de este magistral fragmento está muy bien interpretada en esta versión, con un magnífico trabajo de los cantantes y el director, matizando con mucha musicalidad, obteniendo un gran resultado de este bellísimo pasaje.  A continuación escuchamos la sección B del aria Una voce poco fa de Il Barbieri di Siviglia de Rossini en la voz de Cecilia Bartoli junto a la  Orchestra del Teatro Comunale di Bologna dirigidos por G. Patanè.  Muy buena la interpretación de la mezzo italiana, quien realiza con muchísima eficacia los complicados ornamentos rossinianos, aportando el carácter alegre implícito en el personaje y muy solvente en los agudos.  Continúa el C.D. con el emotivo aria de Tosca de Puccini E lucevan le stelle en la interpretación del tenor J. Calleja junto a L´Orchestre  de la Suisse Romande dirigida por M. Armiliato.  Muy bueno el registro medio del cantante, quien aporta el carácter melancólico y de intenso dramatismo al aria, matizando con criterio y con una buena capacidad expresiva; buena es también la aportación de la orquesta, destacando el buen trabajo del viento, especialmente el papel del clarinete al princio de la misma.  El segundo C.D. de 50 grandes éxitos de la ópera se cierra con el magistral Mild und leise wie er lächelt de Trsitan und Isolde de Wagner en interpretación de Brigit Nilsson y la Wiener Philharmoniker dirigida por H. Knappertsbusch.  Esta sublime música, con un riquísimo color orquestal, con un prolongado y efectista crescendo, con esa melodía infinita tan característica de Wagner, majestuosa y espectacular,  es muy bien interpretada por los músicos, muy solvente la cantante en los agudos, luciendo un timbre algo oscuro, muy  eficaz; junto a ella una orquesta bien llevada, que consigue crear esa mágica atmósfera desde un  trabajo serio y eficaz en todas sus familias y con una solvencia tremenda en la dinámica.

La pieza que abre el último C.D. de 50 grandes éxitos de ópera es la obertura de La nozze di Figaro en versión de la Wierner Philharmoniker dirigida por Karajan, en una interpretación ágil de esta siempre fresca música, con un sonido muy compacto en el que todas las familias instrumentales demuestran su alta categoría, siendo muy destacable el buen papel de la madera.  El famoso aria La donna e mobile del Rigoletto de Verdi interpretado por Luciano Pavarotti es la siguiente pieza que podemos escuchar; muy bien en el crescendo, sobradísimo en los agudos, la versión del tenor italiano es, sin duda, de un altísimo nivel.  La siguiente pieza del C.D. es Votre toast, el famoso aria del toreador de Carmen de Bizet, con el barítono-bajo José van Dam dando voz a Escamillo; junto a él, la London Philharmonic Orchestra dirigida por Solti.  Pasional y expresiva la versión de van Dam, con fuerza y carácter y muy bien complementado por el coro.  De nuevo en Italia, escuchamos el famoso aria Una furtiva lagrima de L´elisir d´amore de Donizetti en la extraordinaria voz de tenor ligero de Juan Diego Flórez quien, con su hermoso timbre y lleno de musicalidad, ofrece una muy buena versión del aria junto a la Orchestra Sinfonica di Milano dirigida por R. Frizza, en la cual es destacable el buen trabajo realizado por la madera.  Volviendo a La nozze di Figaro mozartiana, escuchamos a Kiri Te Kanawa en el papel de condesa cantando el aria Porgi amor, un aria que la soprano sencillamente borda.  Sensacional en todo momento, la cantante luce su hermoso timbre cantando con la delicadeza implícita en la partitura de Mozart; magnífica en la dinámica, manteniendo la sutileza en los agudos, la versión de la neozelandesa junto a la London Philharmonic Orchestra bajo la batuta de Solti es excelente.  El enérgico y marcial Deposons les armes, el coro de soldados de Fausto de Gounod, en interpretación del Ambrosian Opera Chorus y la London Symphony Orchestra dirigidos por R. Bonynge, es el siguiente fragmento que podemos escuchar.  La fuerza de la pieza es bien transmitida por el coro de voces masculinas y una orquesta en la que el viento toma un considerable protagonismo.  A continuación, la Orchestra dell´Academia Nazionale di Santa Cecilia, dirigida por T. Serafin, nos ofrece el hermoso Intermezzo de Cavalleria rusticana de P. Mascagni; la tremenda melancolía del fragmento es muy bien transmitida por una orquesta con una brillante cuerda frotada y con un muy buen papel del arpa, interpretando esta música, llena de belleza, con muchísimo acierto.

Los 50 grandes éxitos de la ópera se acercan ahora al Barroco Tardío con el aria Lascia ch´io pianga de la ópera Rinaldo de Haendel, en interpretación de Elin Manaha Thomas y la Orchestra of the Age of Enlightenment bajo la dirección de Harry Christophers.  El hermoso timbre de la soprano, lleno de dulzura, se adapta muy bien a la musicalidad requerida para la misma, en una pieza muy bonita llena de delicadeza, en la que, junto al buen trabajo de la cantante, también es meritorio el hacer de Christophers y el conjunto instrumental, acompañando correctamente a la solista, siendo un apropiado apoyo para la misma.  Volviendo al Romanticismo, escuchamos a continuación el aria Di quella pira de Il Trovatore de Verdi, en versión de Luciano Pavarotti y la National Philharmonic Orchestra dirigida por R. Bonynge.  Llena de vitalidad y fuerza esta interpretación, en la que el tenor canta de forma solvente, siendo especialmente dignos de mención los agudos, principalmente el último que cierra el aria, con un largo calderón que supera sin problemas el cantante, en un momento muy lucido.  El belcantismo de Bellini aparece en estos 50 grandes éxitos de ópera con el aria Casta diva de la ópera Norma; la interpretación de J. Sutherland es francamente buena, muy bien en los agudo y realizando unos matices y un legato llenos de expresividad, muy musicales.  Cambiando de época, nuevamente en el verismo, escuchamos el hermoso dúo o soave fanciulla de La boheme de Puccini, con Pavarotti y Freni como protagonistas junto a Karajan al frente de la Berliner Philharmoniker.  Magnífica la versión, con unos cantantes pletóricos y una sensacional orquesta; como pequeñísima mácula podemos comentar que el agudo final del dúo por parte del tenor, ejecutado fuera del escenario, es menos lírico que si se ejecutara una octava más grave, si bien Pavarotti no tiene problemas para cantarlo con solvencia en esta versión de altísimo nivel.  Quizás uno de los ejemplos más representativos del belcantismo es Ah! Mes amis de La file du régimen de Donizetti.  Indudablemente, Juan Diego Flórez demuestra el altísimo nivel que tiene, su enorme capacidad vocal, con un lucimiento total en este aria cuyo punto más destacado es precisamente ese, la exhibición técnica del tenor.  Trasladándonos al Barroco de finales del siglo XVII, escuchamos el emotivo fragmento Thy hand…When I am laid de la ópera Dido and Eneas de H. Purcell en versión de Barbara Bonney y The Academy of Ancient Music  con H. Christophers al frente.  Esta música, muy descriptiva y enormemente dramática, es cantada con buen criterio por una cantante que utiliza los pianos obteniendo mayor emotividad y expresividad en esta buena interpretación.  Ahora en el Clasicismo, escuchamos el aria del  Orfeo ed Euridice Che farò senza Euridice? De Gluck, en una versión en la que la mezzo-soprano Teresa Berganza canta este papel de contratenor demostrando por qué es una de las grandes de la historia; llena de musicalidad y de buen gusto, la buenísima intervención de la española está muy bien respaldada por una orquesta, la del Royal Opera House, Covent Garden dirigida por  A. Gibson, con una cuerda muy acertada.  A continuación tenemos el Romeo et Julette de Gounod, en concreto el aria Ah, je veux vivre cantado por R. Fleming , quien demuestra su gran capacidad al ejecutar muy bien los momentos virtuosísticos del fragmento, los matices, con buen criterio musical, y realizar sin problemas los agudos de este complicado pero lucido aria.  El fragmento que cierra los 50 grandes éxitos de la ópera es una de las páginas en las que más majestuosidad, vitalidad y fuerza hayamos juntas; se trata de La cabalgata de las valkirias de la ópera La Valquiria de Wagner.  Solti dirige a la Wiener Philharmoniker en una grandísima versión en la que la cuerda está a un altísimo nivel y el metal sencillamente extraordinario, sacando un gran partido de esta espectacular pieza.

No puedo dejar de recomendar este triple C.D. de 50 grandes éxitos de la ópera por la enorme calidad de las piezas y de los intérpretes, siendo apropiado para un heterogéneo público pues, en mi humilde opinión, es de mucho interés para los aficionados más metidos en el mundo de la ópera e ideal para la gente menos formada pero interesada en el mismo.  No son todos los intérpretes los que están, sin duda, y, por supuesto, no son todas las obras (personalmente echo de menos algunas de un Barroco más temprano y de distintos estilos y momentos del siglo XX) pero, innegablemente, muchos de los momentos más conocidos y populares del mundo de la ópera están aquí representados con un altísimo nivel.

Emilio Lacárcel Vílchez