Entrevista al director de orquesta mexicano Iván López Reynoso

Entrevista al director de orquesta mexicano Iván López Reynoso
Iván López Reynoso

Juventud y talento de conjugan en la persona del joven director de orquesta Iván López Reynoso (Guanajuato, México, 1990) quien en pocos años se ha convertido en una figura representativa, y ya una realidad, en la dirección orquestal en México, habiendo ya dirigido a las orquestas más representativas de su país, así como una gran cantidad de títulos operísticos. A propósito de su reciente visita a España, donde dirigió la gala de clausura de la temporada del ABAO en Bilbao, pudimos conversar con este joven artista quien nos habla sobre su carrera, su pasión por la música y la opera, particularmente la de Rossini, como sobre su incipiente y seguramente larga carrera internacional.

¿Cómo se dio tu acercamiento al mundo de la música y como fue tu preparación académica?

La historia comenzó hace 23 años, cuando mi abuela materna me regaló la película “Fantasía” de Walt Disney. Mis papas me cuentan, yo obviamente no tengo muchos recuerdos de esto, que causó tal impacto en mi descubrir este mundo, que aprendí a manejar la videocasetera para adelantar y regresar la película las veces que quisiera. Asimismo, tomaba un cajón del buró de mi abuelita, lo volteaba, me subía en él y empezaba a imitar los movimientos de Stokowski que veía en la televisión. No nací en una familia de músicos, por lo que mis padres al ver que el juego musical era bastante serio e importante para mí, pidieron opiniones de diferentes músicos que conocían de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, México. La mayoría decían que para ser director de orquesta, debía dominar primero un instrumento, preferentemente de cuerda. Y así fue que mis papás me iniciaron con el Método Suzuki bajo la guía de Allison Eldredge, entonces violinista de la OSUG. Desde ese momento, siempre seguí estudiando el violín con varios maestros particulares en Guanajuato, hasta que hice mi examen de admisión en el Conservatorio de las Rosas de Morelia donde fui admitido y estudié el bachillerato en música bajo la tutela de la maestra Gellya Dubrova. También estudié piano, canto y dirección coral. Terminando el bachillerato, me fui a vivir a la Ciudad de México, donde estudié la licenciatura en dirección orquestal con el maestro Gonzalo Romeu.

¿En qué momento decidiste dedicarte a la dirección de orquesta?

Desde que tengo memoria, pero quiero imaginar que fue desde que vi a Stokowski dirigir la Toccata y Fuga de Bach. No he cambiado mi opinión desde entonces.

¿Hay algún director -del pasado o del presente- que tengas como modelo, que admires o que sientas que tiene un temperamento parecido al tuyo?

Hay muchos directores a los que admiro, y a todos en facetas y en repertorios muy distintos. Pero si hay un director en particular para el que siento el más grande de los respetos es Claudio Abbado. Me parece que es el claro ejemplo a seguir como director: versátil, carismático, gran intérprete y con una extraordinaria técnica de batuta. Sus interpretaciones son una referencia para mí, tanto en el repertorio sinfónico como en el operístico. De los directores vivos, admiro mucho a Mariss Jansons, porque su gesto tiene una gran fuerza emotiva y también escucho mucho sus grabaciones Otro director con el que siento especial afinidad, sobre todo por el repertorio operístico que aborda, es Maurizio Benini. Creo que sus lecturas son frescas y con mucha originalidad.

Hablando de repertorio ¿Cuáles son los compositores cuyas obras te inspira más dirigir?

Operísticamente hablando, me considero belcantista. Y en particular, rossiniano. Es probablemente el compositor con el que más afinidad siento. Al dirigir las óperas de Rossini siento siempre una enorme satisfacción. Desde luego, las óperas de Mozart, Verdi y Puccini también me resultan siempre muy atractivas. Son tal vez los cuatro compositores operísticos con los que me siento más cercano. Y del repertorio sinfónico, las sinfonías de Brahms, Tchaikovsky y Beethoven son siempre un gran reto, pero al mismo tiempo me satisface muchísimo dirigirlas.

Otra de tus virtudes como músico es que cantas como contratenor, y recientemente te hemos escuchado cantando en concierto, en un programa de arias barrocas y el Mesías de Handel ¿Qué nos puedes decir de esto?

Disfruto muchísimo cantar. Las primeras cosas que hice como tenor fueron en el Conservatorio de las Rosas en las producciones operísticas que se hacían dentro del marco del Festival de Música de Morelia. Canté Monóstatos en La Flauta Mágica de Mozart en el 2007, y al año siguiente el Sombrerero Loco en Alicia del compositor mexicano Federico Ibarra. La maestra Thusnelda Nieto fue la que vio en mí un potencial para hacer estos personajes y siempre le voy a agradecer la oportunidad de haberme apoyado. Fue también ella la que me sugirió realizar el cambio de tesitura a la de contratenor, ya que se iba a hacer la ópera El pequeño príncipe, también de Federico Ibarra, y ella necesitaba un contratenor para el rol protagónico y escuchaba la facilidad en mi registro de cabeza. Así empecé a estudiar con mi actual maestro, Héctor Sosa, con quien descubrí la tesitura y las facilidades de mi voz. Espero seguir haciendo a la par ambas disciplinas, ya que también el canto me ayuda mucho como director a la hora de hacer ópera y trabajar con los cantantes, ya que puedo entender lo que ellos necesitan con mayor facilidad.

Con relación a esto último que mencionas, y teniendo esa perspectiva del director y del cantante ¿Que es lo que más  te interesa dirigir música sinfónica u opera?

Es difícil contestar a tu pregunta, porque ambas cosas me resultan enormemente atractivas y satisfactorias. Lo que encuentro al dirigir las sinfonías de Brahms difícilmente lo puedo encontrar en una partitura operística. Y lo mismo me pasa con Le nozze di Figaro de Mozart, por ejemplo. Sin embargo, debo decirte que espero seguir inclinando mi carrera hacia el repertorio operístico.

Entrevista al director de orquesta mexicano Iván López Reynoso
Iván López Reynoso

A pesar de tu juventud has dirigido ya a las principales orquestas de México y te has presentado en los teatros y salas de concierto más importantes de tu país ¿Cómo podrías resumir este ascenso tan rápido que se ha dado en tu carrera?

Lo resumo a muchas horas de estudio, de trabajo y de constancia. Siempre me ha apasionado mucho mi profesión, que en efecto es una carrera de mucha disciplina. Desde mi debut con Le nozze di Figaro de Mozart en el 2010, han ido surgiendo poco a poco las oportunidades de gente que ha confiado en mí y en mi trabajo. Me falta mucho camino por recorrer, pero no tengo prisa. Cada uno de los conciertos que dirijo es un aprendizaje, y no todos los días un director joven cuenta con una orquesta con la que pueda trabajar. Estos tres años colaborando con la Dirección General de Música de la UNAM [Universidad Nacional Autónoma de México] han sido decisivos para mi carrera, tanto con la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata, como con la Orquesta Filarmónica de la UNAM, de la que actualmente soy el director asistente. A ambas orquestas les debo agradecer mucho su apoyo y su paciencia para mi desarrollo artístico.

En agosto del 2014 se dio tu debut  internacional nada menos que en el Festival de Rossini en Pesaro Italia, donde dirigiste la puesta en escena de Il Viaggio a Reims. ¿Qué sientes que le aportó a tu carrera esta gran experiencia?

¡El Rossini Opera Festival me cambió la vida! No solamente he admirado desde siempre al maestro Alberto Zedda por su enorme labor musicológica e interpretativa, sino que además el ROF es el lugar en donde los más grandes intérpretes rossinianos de todos los tiempos han dejado su huella. Il Viaggio a Reims es una ópera de una complejidad inmensa, en todos los sentidos: musical, vocal, orquestal como desde el punto de vista escénico. Fue un gran reto y un gran aprendizaje haber trabajado tan cerca durante 6 semanas en la Accademia Rossiniana que lidera el maestro Zedda, quien además es un gran pedagogo y ser humano. El maestro nos enseñó a amar la música de Rossini y a darle vida a cada una de las notas que escribió. Evitar a toda costa caer en monotonías y rutinas que le quitan sentido a la música. Todos los que estuvimos involucrados en la producción terminamos las funciones con un buen sabor de boca y enamorados completamente de la música de Rossini. La crítica nos reseñó favorablemente y el mismo maestro Zedda terminó muy satisfecho con nuestro trabajo.

Después de haber trabajado con el Maestro Alberto Zedda,  hace apenas dos meses dirigiste en el Teatro del Bicentenario de León, México el estreno de su versión crítica de Il Barbiere di Siviglia. ¿Cómo surgió la idea de presentar esta versión y que diferencias encuentras con las versiones que habitualmente se tocan de esta ópera en los teatros del mundo?

Il Barbiere di Siviglia es una de las óperas más representadas en la actualidad y así ha sido desde su creación. Por lo mismo, más de una vez se le han hecho alteraciones y modificaciones a la partitura que no siempre han sido del todo favorables para la música. Derivado de esto, nos encontramos que hay versiones del Barbero donde la orquestación nos requiere de 3 trombones, cuando en realidad la versión original de Rossini no cuenta con ninguno. Hoy en día contamos con las ediciones críticas y revisadas por la Fondazione Rossini en conjunto con la casa Ricordi, y es nuestra responsabilidad y obligación como músicos utilizar siempre la versión más fidedigna posible de la partitura. Por ética y por honestidad con nosotros mismo, y sobre todo, con el compositor. Es por ello que en la reciente producción del Teatro del Bicentenario optamos por utilizar la edición crítica de la partitura, respetando al máximo los ideales sonoros que Rossini tenía para su ópera. Asimismo, omitimos gran parte de los cortes que suelen hacerse por tradición, por lo que también presentamos una versión bastante integral de la partitura. Me siento muy orgulloso y satisfecho de haber hecho este trabajo tan cuidadoso, que fue apoyado desde luego por Alonso Escalante, director de este teatro.

A este punto, seria pertinente señalar que del propio Rossini, ya habias dirigido el estreno en México de la ópera El Comte Ory, hace apenas un par de temporadas.

Rossini me llena como músico, como ya había señalado. Encuentro que sus partituras tienen todo lo que se necesita, y en El Comde Ory vemos la gran culminación de la ópera cómica. Me parece importante dar a conocer el Rossini que no es tan cercano y descubrir la genialidad que plasmó en cada una de sus partituras. Gracias a la asociación Pro-Ópera, pudimos estrenar en su versión francesa original Le Comte Ory en México, de la que hicimos un total de 10 funciones desde el estreno a piano en la Sala Carlos Chávez de la UNAM, hasta la temporada de verano 2013 que la hicimos en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM. Se logró un trabajo musical muy cuidado con el elenco y la producción que diseñó César Piña le dio colorido a la historia. Espero volver a dirigir ésta ópera muy pronto.

Hace algunos días salió a la venta en México el CD titulado Eccomi! en el que diriges y acompañas al piano a la soprano Verónica Murua que interpreta “arias de ópera para soprano del posromanticismo mexicano” de operas desconocidas como: Romeo de Melesio Morales, Edith de Estanislao Mejía, Olga de Antonio de María y Campos, Keofar de Felipe Villanueva y varios más.  Una rareza, fruto de una ardua y extensa investigación. ¿Qué nos puedes contar acerca de este material inédito y de esta grabación?

A mí me invitó Verónica Murua a formar parte de este proyecto que ella misma encabezó y en él que trabajó con tanta dedicación, y desde luego yo acepté encantado. Creo que es muy importante para nosotros como músicos mexicanos darnos cuenta de todas las grandes obras que tenemos en nuestro catálogo, muchas de ellas lamentablemente olvidadas por completo. El CD es una especie de menú en el que podemos degustar fragmentos de obras raras, nunca interpretadas que constatan lo que te menciono. Llevó mucho tiempo y cuidado sacar al mercado este disco, pero me siento muy contento de que ya esté disponible. A la brevedad se podrá adquirir solo en México en las Librerías Gandhi del país, y tenemos planes de hacer una presentación oficial del disco en el segundo semestre de este año. Además fue un reto muy interesante para mí porque dirigí, en la mayoría de las arias, a la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata, como también acompañé con el piano un par de ellas al piano.

Apenas hace unos días debutaste en España dirigiendo una gala de ópera, con la ABAO de Bilbao, una compañía de una larga tradición y prestigio. ¿Cómo te sentiste dirigiendo esa gala?

Fue un concierto muy exitoso y emotivo. Dirigí una gala de arias de ópera con el tenor Javier Camarena quien es sin duda una referencia en la ópera. Es un tenor que hace historia en cada lugar en el que se presenta, y en Bilbao no fue la excepción, y que logró arrancar ovaciones de uno de los públicos más exigentes de España. Me honró mucho que me haya invitado a dirigirlo en ese concierto, en el que me sentí muy cómodo acompañándolo y dirigiendo a la Orquesta Sinfónica Verum, que hizo un gran trabajo, al igual que al Coro de la ópera de Bilbao.

¿Cuáles son tus planes y proyectos futuros?

Para el segundo semestre del 2015 tengo algunas cosas bastante interesantes, entre ellas mi regreso a España para un concierto con la Oviedo Filarmonía en Asturias, el 4 de septiembre. Dirigiré el estreno en México de una pequeña joya de Donizetti, su ópera Viva la Mamma, que se presentará en el Palacio de Bellas Artes de México D.F. a finales del mes de septiembre y principios de octubre. Algunos conciertos sinfónicos con la Orquesta Filarmónica de la UNAM, con la Orquesta Sinfónica de Minería, la Orquesta Sinfónica Nacional de México y la Filarmónica de Boca del Río, por mencionar algunos. Tengo también en puerta, pero en en mi faceta de contratenor, hacer un recital de duetos barrocos con la soprano Lourdes Ambriz, y para 2016 se están cocinando Le nozze di Fígaro de Mozart y la Petite Messe Solennelle de Rossini.

Finalmente ¿Hay algo que te gustaría agregar a esta entrevista?

Agradecerte muchísimo el espacio y el interés en mi quehacer artístico y mandarle un gran saludo a todos los lectores de Opera World.

Iván, agradecemos tu tiempo y tu amabilidad para la realización de esta entrevista y te deseamos que tengas muchos éxitos en tu carrera.

Ramón Jacques