Entrevista con Adelaida Negri y Giovanni Panella

 

Entrevista con Adelaida Negri y Giovanni Panella
Adelaida Negri y Giovanni Panella

Ante el inminente estreno mundial de MICHAEL, la ópera del joven compositor Giovanni Panella en Buenos Aires, protagonizado por la reconocida soprano Adelaida Negri, conversamos con ambos artistas.

OPERAWORLD: – ¿Cómo surge la idea de componer MICHAEL?

Giovanni Panella: – Por casualidad, durante unas vacaciones en , Tuscia, una región al norte de Roma, fuimos con Marta Rossi (la autora del libreto) a visitar Palacio Farnese de Caprarola (provincia de Viterbo), la residencia de verano de la importante familia Farnese – la misma del famoso palacio de Roma que esta citado en la Tosca de Giacomo Puccini y que es actualmente la embajada de Francia.

En este maravilloso palacio, todo decorado con pinturas renacentistas al fresco, hay un salón al que se llama “Stanza degli Angeli”, con fenómenos acústicos muy típicos del Renacimiento. Arriba, en su cieloraso, se encuentra una pintura del pintor Jacopo Zanguidi, llamado “Bertoja”, que representa la lucha entre los ángeles rebeldes echados del Paraíso (“Gli angeli ribelli cacciati dal Paradiso”), que nos entusiasmó por su grandiosidad y fuerza expresiva! Al salir del palacio empezamos a reflexionar sobre este tema, fascinados, ya con la voluntad de transmitir a través de nuestro arte las emociones que nos despertó este fresco.

OW: – ¿Cómo podrías describir tu obra? ¿Es una obra religiosa? ¿Es una ópera?

GP: – Michael es definido como un poema lírico. “Poema” por el tema del poema sinfónico, que pone en música imágenes y sensaciones que derivan da estas imágenes; “lírico” porque, respecto al poema sinfónico tradicional, este tiene texto sumado a la música. En realidad se podría interpretar también como una pequeña opera, porque esta pensada con puesta en escena, evocaciones y movimientos de los personajes y del coro. Entonces el lenguaje musical utilizado es a mitad entre una opera lírica y un poema sinfónico.

Michael no es una obre religiosa en el sentido mas específico del término, porque su argumento y su manera de tratarlo habla de principios universales de la humanidad, entre los cuales se puede poner también la religión.

OW: -¿Podríamos entender a esta obra como una metáfora del Hombre?

GP: – Exactamente. La idea es que los dos personajes, Lucifer y Michael, representen las dos energías contenidas dentro del hombre, la posibilidad de ser un Lucifer o de ser un Michael, de eligir una parte o la otra, de contener una fuerza respecto de la otra, permitiendo un equilibrio que es necesario para el Hombre y la Humanidad entera. La necesidad de equilibrar estas energías permite el llegar a la virtud, a un nivel de iluminación y conciencia individual que necesariamente es importante para una sana colectividad. Todos tenemos Michael y Lucifer dentro de nosotros, y tenemos que trabajar cada día para mejorarnos. En la opera no gana ni Lucifer ni Michael, el coro final nos deja un mensaje importante sobre la necesidad que cada uno de nosotros debemos eligir bien y ser milicia del bien.

OW: – ¿Cuáles son tus referentes estilísticos?

GP: – Tengo que aclarar que cuando escribo música no pienso en que estilo escribirla, al contrario, sobretodo cuando se trata de música vocal, es la “chispa creativa” la que me sugiere el camino. Esta “chispa” genera una semilla, y una vez enterrada la semilla, todo fluye casi solo.

Por supuesto mi formación académica y mi sensibilidad me llevan a mirar y tener en cuenta la gran tradición del pasado, sobre todo me gustan los compositores de finales del siglo XIX y principios del XX, particularmente italianos.

Como soy un hombre de hoy, mi música sale necesariamente de los recorridos académicos ya ampliamente utilizados. Es decir que se apoya en ellos, tomando su fuerza de ellos, para mirar hacia adelante.

Para mi es fundamental considerar los mandamientos físicos (y armónicos) de la música, para seguirlos o contrastarlos (saliendo de la tonalidad y su jerarquía en varios modos), pero siempre teniéndolos en cuenta.

OW: – Adelaida: Ud. Ha interpretado obras de las más diversos en un repertorio que parece no tener límites ¿Cómo ubicaría estilísticamente a este MICHAEL ?

Adelaida Negri: – A pesar de ser una ópera contemporánea, conserva los rasgos de la tradición operística italiana, la melodía, la citación de temas del pasado, tal vez la calificaría como “post-verista” en el estilo, a pesar de que el tema es mítico, intemporal, abstracto

OW: – ¿Cómo son los dos personajes que se enfrentan en la obra?

GP: -Lucifer y Miguel son dos personajes míticos, de gran fuerza y carisma. Gracias a estas calidades dan vida a una gran lucha, el primero mandando sus ángeles rebeldes intentando de conquistar el trono divino para satisfacer su ambición; el segundo, mandando la milicia celeste se interpone entre Dios y Lucifer, no porque Dios se lo ordena, si no por su conciencia. Personajes así formados necesitan voces muy fuertes para expresarlos.

Con Marta Rossi, la autora del libreto, pensamos mucho sobre este tema. Como uno de los argumentos de la obra es el concepto de equilibrio, si Michael es un tenor, Lucifer no puede tener otro registro que el de soprano; en general voces que puedan “luchar” también con la gran masa sonora de la gran orquesta sinfónica y con la imponencia de los coros de esta obra.

El papel de Michael será interpretado por el tenor porteño Alberto Miranda, que tiene un timbre vocal muy interesante, con caudal muy grande, seguramente particular, que me llamó inmediatamente la atención cuando lo escuché por primera vez. Pensé el “código expresivo” de Michael para una voz así pesada, con una gran vitalidad y ganas de demostrar su recursos. Una actitud y un timbre vocal absolutamente necesarios para enfrentarse al “nuestro” Lucifer, Adelaida Negri que no necesita presentaciones.

OW: – ¿Qué nos puede contar de su personaje, Adelaida? ¿Cuáles fueron los desafíos a la hora de encararlo?

AN: – Estamos ante una ópera en un acto, a la que se le ha dado la calificación de “poema lírico”.

Se trata en ella el eterno misterio de la lucha entre el bien y el mal. Si Michael es un tenor heroico,

Lucifer debe ser, por contraposición, una soprano dramática. Y el autor pensó en mis características vocales e interpretativas.

He encarnado a muchas heroínas crueles (Lady Macbeth, Medea, Norma), ahora es el turno de ponerle voz a ese ambicioso ángel de luz que quiere superar al mismísimo Creador!

OW: – Giovanni: ¿Cómo te sentís trabajando con Adelaida?

GP: – Trabajar con Adelaida es un lujo, no solamente pensando en su voz. Si no porque, con gran humildad, quiere ensayar, trabajar y pasar todos los detalles hasta los mas pequeños de la obra para llegar a “ser” su personaje. Siempre trasmite entusiasmo, también a su colegas (en este caso a Alberto) y se acerca con gran respeto a cualquier ópera que vaya a interpretar, sin actitudes de “diva”, también cuando esa ópera es la de dos jóvenes que empiezan su trayectoria.

Pensando en esto, solamente puedo ser agradecido con Adelaida que siempre creyó en mi capacidad, dándome la posibilidad de trasformarla en algo concreto, como este Michael que vamos a presentar.

Marta y yo, desde la génesis de este trabajo que nos ocupó durante dos años, siempre pudimos contar con la energía, el entusiasmo y hasta el mecenazgo de Adelaida que, junto con el Instituto Italiano di Cultura en Buenos Aires nos permite de estrenar nuestra primera ópera lírica.

Es una persona que siempre tuvo mucho coraje al eligir las óperas para poner en escena con la Casa de la Ópera nunca eligiendo los títulos de “éxito seguro” sino haciendo descubrir joyas poco frecuentadas en Buenos Aires del repertorio lírico y como coronamiento de esta manera de trabajar impulsa hoy el estreno de la obra de un compositor y director de orquesta de 30 anos de edad, una gran oportunidad sin dudas!

Personas así no se encuentran fácilmente y la determinación y la motivación que ponemos en nuestro Arte es también consecuencia de todos estos hechos.

OW: – Adelaida: ¿Por qué MICHAEL para su retorno a los escenarios?

AN: – En realidad, no me he despedido en ningún momento de los escenarios. Las circunstancias hicieron que tomara otros proyectos, siempre relacionados con el canto o con la puesta en escena, campos en los que puedo aportar mis experiencias a los que quieren seguir por este difícil camino.

Y continuando con la tarea de impulsar a los jóvenes creadores e intérpretes de la música clásica,

me pareció oportuno proponer al público este estreno de un compositor que ya he conocido en anteriores trabajos suyos, y que se expresa con extraordinaria capacidad creativa.

OW: – ¿Cuáles cree que son los problemas que enfrenta la ópera de autores contemporáneos para ganarse el beneplácito del gran público?

AN: – El principal problema es hacer comprender al público, que en general desconfía cuando se le presenta un nuevo producto. Demostrarle que se puede crear belleza aun en estos tiempos de confusión, de fusión de estilos, de contaminación estilística. Y el segundo problema es lograr el momento oportuno para dar a conocer esa novedad, y encontrar a las personas con poder y deseos de ayudar a proyectarla.

En realidad, existe otro problema y es el de darle continuidad en el tiempo, o sea, representarla más veces, hasta que logue entrar en el repertorio, pero ese es un largo camino.

Hoy por hoy a su labor de intérprete le ha sumado la de programadora de dos ciclos de Conciertos y la de Directora de la Casa de la Ópera de Buenos Aires ¿Cómo combina esas tareas?

Reconozco tener capacidad organizativa, y también conocer el ambiente artístico de mi ciudad.

A lo que sumo el ferviente deseo de apoyar a quienes atesoran proyectos culturales, que los hay, y muchos, en la espléndida Buenos Aires.

OW: – Para terminar, Adelaida, nos interesaría que nos cuente cómo ve el panorama de la lírica actual.

AN: – Es algo que ha preocupado en todos los tiempos: el futuro de la lírica.

Yo veo que hay muchos cantantes, directores, escenógrafos, etc. Todos encauzados hacia este arte, y también veo que se han restaurado muchos teatros, y adaptado a la moderna tecnología, de manera que no estoy preocupada en ese sentido. Solamente soy muy crítica a la hora de renovar las puestas en escena, sin coherencia, sólo por el placer de presentar novedades muchas veces disparatadas. Aun así, el público se decepciona, pero no se aleja. Es muy fuerte la ópera para que alguna vez pueda dejar de existir!

Prof. Christian Lauria