Estreno europeo de “Considering Matthew Sherpard” en el Palau de la Música de Barcelona

Considering Matthew Sherpard. Lorenzo di Nozzi
Considering Matthew Sherpard. Lorenzo di Nozzi

El Ciclo de conciertos del Orfeó Català inaguró la temporada con un estreno europeo del compositor estadounidense Craig Hella Johnson en el que intervinieron aparte de tres de los coros de la casa, diversos solistas vocales del mundo lírico, pop, jazz y musicales, junto con una formación instrumental de cámara con un resultado interesante más allá de la calidad de la partitura.

El Palau de la Música Catalana de Barcelona se ha caracterizado a lo largo de su historia por ofrecer un equilibrio entre una programación de la gran música en manos de grandes solistas y orquestas y descubrir partituras del repertorio del país llenando un vacío de otras instituciones musicales del país.

Es por esto que en esta ocasión nos sorprendió con una obra compleja en efectivos y de reciente estreno, cuya premier fue el año pasado lo cual indica la atención de los programadores del Palau  en cuanto a lo que pasa más allá de nuestras fronteras.

¿Qué hay detrás de “Considering Matthew Shepard”? ¿Un homenaje, un grito de rebeldía, un reconocimiento de derechos LGTB, o simplemente una partitura de un relato de sufrimiento y perdón? Tal vez todo eso y más. Por eso la presentación de la obra en una sala como el Palau ya tiene un valor en sui misma, el mensaje y la contemporaneidad.

La obra se divide en tres partes: Prólogo, Pasión y Epílogo con más de una veintena de números musicales en la que nos narra la historia de Matthew Shepard, un joven estudiante torturado y asesinado por dos compañeros de su mismo pueblo por ser gay en 1998.

Esta partitura de más de noventa minutos sin pausa tuvo una presentación en efectivos muy generosa y que hizo que la variedad fuera la nota más predominante más allá del intereés o novedad de la obra.

El Orfeó Catalá ocupó junto con el Cor Jove del Orfeó tuvieron el máximo protagonismo de esta obra que guarda un equilibrio entre las partes solistas y las corales. Igualmente se ha de reconocer el buen empaste y pulcritud del Cor de Noies del Orfeó que desde las graderías del órgano completaron los efectivos de esta obra.

Considering Matthew Sherpard. Lorenzo di Nozzi
Considering Matthew Sherpard. Lorenzo di Nozzi

Las partes solistas se dividieron entre tres cantantes líricos, la mezzo Marina Rodriguez Cusí que cantó una madre sensible acompañada de la voz aterciopelada del barítono Joan Martín Royo como padre, y una inspirada Marta Matheu como soprano. La voz del protagonista de la obra fue encomendada al cantante de musicales Manu Guix de timbre un tanto sucio y que en los momentos de conjunto con los otros tres cantantes citados no fue el mejor empaste posible. La parte de Gospeld fue interpretada por Big Mama Montse lo que fue un privilegio de estilo y expresividad. No así la prestación de los diferentes miembros del grupo de moda catalán “Els Amics de las Arts” cuyos componentes individualmente se quedaron cortos siendo más un reclamo de taquilla que unas prestaciones musicales adecuadas.

La parte instrumental corrió a cargo de una formación de ocho instrumentistas, cuarteto de cuerda, clarinete, guitarras, percusión y la constante intervención de un Josep Buforn al piano siempre atento y musical.

Aunque mínimo hubo un intento de movimiento escénico dirigido por David Selvas y Norbet Martínez con las imágenes del artista visual David Espinosa.

Todo ello bajo la atenta mirada y batuta del director titular del Orfeó Simón Halsey que concertó con pericia y variedad tantos efectivos y agrupaciones.

No podemos decir que fue una obra impactante, pero sí que contiene números de gran belleza y como oyente no de una gran complejidad, aunque a veces eso pueda ser engañoso.

Más allá de la historia y la oportunidad de la programación no creemos que sea una obra para repetir por su interés musical con juegos rítmicos, melódicos y armónicos en los que reconocíamos ecos de otros compositores contemporáneos.

Sea como fuere escuchar nuevas propuestas musicales tiene ya un valor de origen y reconocer el esfuerzo del Palau por ofrecer esta obra con estos recursos generosos ya es un tanto a su favor.

Lástima que esta cita musical se convirtiera como viendo siendo habitual en esta casa de la música últimamente en una demostración del nacionalismo más beligerante hasta el punto que tras la lectura de un manifiesto al comienzo del mismo y la posterior queja de algunas personas de que habían venido a un concierto y no a un acto reivindicativo político los gritos de exclusión y expulsión con muestras de esteladas hicieron que varias personas abandonaran la sala al sentirse agredidas por una multitud exaltada. Tal vez el mensaje de paz, armonía, reconciliación de la obra no tuvo un buen pórtico.

Robert Benito