Buen comienzo de temporada de la Orquesta Sinfónica de Navarra

Buen comienzo de temporada de la Orquesta Sinfónica de Navarra
Buen comienzo de temporada de la Orquesta Sinfónica de Navarra

La Orquesta Sinfónica de Navarra con su director Antoni Wit ha inaugurado su nueva temporada de conciertos y lo ha hecho de manera exigente, ya que se ha enfrentado nada menos que a la 9a Sinfonía de Beethoven. Como decían los latinos Fortuna audaces iubat y así ha sido también en esta ocasión, ya que el resultado del concierto ha sido notable.

Como digo, el gran reto de este concierto para todos los integrantes del mismo era la segunda parte, en la que se enfrentaban a la Sinfonía Coral de Ludwig Van Beethoven. Lo primero que hay que decir es que el polaco Antoni Wit, que inicia su 5a temporada al frente de la orquesta, ha demostrado conocer a fondo la obra, ya que ha dirigido sin partitura y con una gran seguridad. No diré que ha sido una versión excepcional, pero sí muy solvente, sacando un buen partido de la Orquesta Sinfónica de Navarra, que puede resultar un poco desequilibrada en su sonido entre cuerda y metal. El otro componente del concierto ha sido el Orfeón Pamplonés, que para mi ha sido lo mejor del concierto. Esta estupenda masa coral ha mostrado una fuerza y una musicalidad envidiables, mejor de lo que yo esperaba de ellos y en una de las mejores actuaciones que les recuerdo.

El cuarteto solista ha sido más bien modesto, cumpliendo con su cometido sin excesiva brillantez. La soprano polaca Ewa Biegas quedó un tanto corta en el centro y con las notas altas a punto, aunque no fueran muy brillantes. La mezzo soprano leonesa Pilar Vázquez cumplió con su cometido, pasando un tanto inadvertida. El tenor irlandés Robin Tritschler ofreció una voz de tamaño reducido y buena musicalidad.

Finalmente, el barítono asturiano David Menéndez ofreció volumen, en algunos momentos forzando innecesariamente, y con limitaciones en ambos extremos.

El concierto se abrió con la composición para orquesta de cuerda Nerabe Sorta del desaparecido compositor navarro Pascual Aldave (1924-2013). Tengo la impresión de que se trataba de una obra desconocida para los espectadores y la verdad es que ha resultado muy agradable. Se han ofrecido 3 de los 5 movimientos que la componen, destacando una preciosa canción de cuna en el segundote ellos.

La primera parte del concierto se completó con la conocida Sinfonía de los Juguetes, que unos atribuyen a Leopold Mozart, otros a Haydn y los hay también que la atribuyen al monje benedictino Edmund Angerer. Para mi gusto fue lo menos brillante del concierto, ofreciendo Antoni Wit tiempos muy premiosos.

El Baluarte ofrecía una entrada de alrededor del 75 % de su aforo. El público dedicó una excelente recepción a los artistas al final del concierto.

José M. Irurzun