Franco Fagioli canta Handel: explosión de affetti

Franco Fagioli canta Handel: explosión de affetti
Franco Fagioli canta Handel: explosión de affetti

Tras el álbum dedicado a Rossini, el contratenor argentino Franco Fagioli aborda su segundo trabajo en solitario en el sello Deutsche Grammophon con una selección de arias operísticas de George Frideric Handel, en lo que se convierte en la primera de sus grabaciones consagrada en exclusiva al compositor barroco. Secundado por el conjunto con instrumentos de época Il Pomo d’Oro que dirige desde el primer violín Zefira Valova, Fagioli realiza un recorrido por doce de las más sensacionales páginas del caro Sassone elegidas para la ocasión por el cantante según la emoción personal que le producen y que le dan la oportunidad para exhibir sus grandes cualidades vocales, desplegando todo su potencial canoro a través de una amplia gama de afectos barrocos traducidos en arias de espíritu bélico, de carácter bucólico o de lamento amoroso.

El característico timbre mezzosopranil de Fagioli recuerda referentes inevitables como la gran Cecilia Bartoli, pero el cantante dota a sus interpretaciones de una impronta personal, fruto de una pulida técnica vocal y un manejo maestro de su instrumento. En este sentido, fascina la gran extensión del instrumento, su seductora morbidez, la homogeneidad en toda su tesitura, con brillantísimos e incisivos agudos frente a robustos y oscuros graves, la espléndida administración del sonido en el control del fiato y la asombrosa facilidad virtuosística a la hora de abordar la siempre comprometida coloratura.

El disfrute está garantizado desde el aria di bravura inicial, la aguerrida “Agitato da fiere tempesta” del pasticcio Oreste, hasta el hondo lamento “Ch’io parta?” de Partenope. No faltan páginas que gozan de merecida fama, como el indispensable aria “Ombra mai fu” de Serse, de la que el contratenor regala una excelsa versión, con derecho propio para colocarse al lado de las históricas. En esa línea hallamos lecturas antológicas como la dolida “Cara sposa, amante cara” del Rinaldo, la cual acompaña con la contrastante “Venti, turbini, prestate” de la misma ópera, de la que curiosamente no ha preferido incluir “Lascia ch’io pianga”. El tierno aria “Se potessero i sospir miei” de Imeneo permite saborear el instrumento de Fagioli en su más pura esencia; aquí la voz se queda expuesta y suspendida en su expresivo canto a capella, afectado, con un delicadísimo y susurrante fraseo, algo que comparte con el aria “Dove sei, amato bene” de Rodelinda, una nobleza de canto que el embriagador acompañamiento instrumental en cuerdas y bajo continuo ayuda a realzar.

El propio cantante desvela en el vídeo promocional del compacto que ha conseguido un mayor grado de conexión interpretativa con los instrumentistas colocándose de frente a la orquesta en vez de detrás de la misma o al lado del director, como suele ser lo acostumbrado. Ese magnífico entendimiento entre cantante y orquesta enriquece todo este recorrido caleidoscópico de arias handelianas, y por ende, motiva muy buenos resultados, como la imbricación especialmente conseguida entre cantante y conjunto instrumental que encontramos en el vibrante aria “Sento brillar nel sen” de Il pastor fido, revestida de un vertiginoso tempo y que el argentino corona con una ágil y vigorosa cadencia. En esa misma línea de exhibición virtuosística para el registro agudo, Fagioli incluye arias como “Crude furie degl’orridi abissi” de Serse y “Dopo notte atra e funesta” de Ariodante.

Siguiendo en esa comunión interpretativa, en la pastoril y bucólica “Se in fiorito, ameno parto” de Giulio Cesare asistimos a un fecundo diálogo entre el canto de Fagioli y el solo obbligato del violín de Zefira Valova, de hermosos y afinados trinos. Sin embargo, en ese competente trabajo como acompañante que realiza Il Pomo d’Oro, se evidencia en concreto que la lectura orquestal del emocionante “Scherza in fida” de Ariodante requeriría un mayor grado de profundidad y hondura expresiva para conseguir el nivel óptimo e ideal de emotividad, algo que sí logra Fagioli en su modélica interpretación. En suma, estamos ante un disco absolutamente recomendable para todo aquel que desee deleitarse con un cantante en plenitud de facultades y experimentar una absoluta explosión de affetti.

Enlace al vídeo promocional en Youtube:

Germán García Tomás