Grandes teatros del mundo: la espectacular Ópera de Oslo

Ópera de Oslo. Foto: Wikimedia/ Rafał Konieczny
Ópera de Oslo. Foto: Wikimedia/ Rafał Konieczny

HISTORIA. Cuando pensamos en el teatro de una ópera, al igual que cuando pensamos en espacios como los casinos o los museos, suelen venir a nuestra mente espacios antiguos. Así, es habitual que nuestra mente recree  La Scala de Milán o el Teatro Opera de Frankfurt, al igual que pensamos en el casino de Baden-Baden, considerado como el más bello del mundo y convertido en el espacio principal de la acción de El jugador de Dostoyevski, quien lo escribió para saldar sus deudas, o en el Museo de Historia Natural de Londres, en pie desde la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, no todos los teatros tienen tantos años de historia, sino que el tiempo que llevan en funcionamiento es más bien escaso. Con todo, estas nuevas construcciones no tienen nada que envidiarles a sus antecesoras, ya que si bien no pueden combatir contra ellas en cuanto a encanto y ambientación, sí lo hacen en cuanto a prestaciones. Es más, sus novedosos diseños llegan incluso a poner en jaque a cualquier teatro con una historia de siglos detrás, y si no que se lo digan a la Oslo Opera House.

Ubicada en pleno centro, en el puerto frente al fiordo que da nombre a la ciudad, la Oslo Opera House cuenta con apenas diez años de vida ya que fue inaugurada en 2008. Su diseño, que corrió a cargo del estudio Snøhetta fundado en 1989 y que cuenta en su cartera con construcciones tan importantes como la Biblioteca Alexandrina o la Casa de la Cultura de Bærum, está expresamente pensando para que arquitectura y naturaleza se den la mano. Oslo, rodeada por un gran número de ríos y bosques, es una ciudad marcada por la naturaleza y su relación con ella, motivo por el cual el estudio se inspiró en un iceberg a la hora de darle forma. La idea de los diseñadores era que el edificio se asemejase a un gran iceberg emergiendo del mar, algo que consiguieron con creces. Sin embargo, en vez de posicionarse como un elemento completamente aislado, el edificio se integra de manera natural en el entramado de la ciudad, convirtiéndose en un punto de referencia en cuanto a la regeneración del tejido urbano de Oslo.

Lo que más llama la atención de esta construcción de cristal y mármol es que todas sus cubiertas son transitables, convirtiéndose en auténticos miradores de la ciudad sobre el nivel del mar. Así el tejado, que cuenta con 36.000 piezas de mármol blanco de Carrara perfectamente encajadas entre sí, duplica su función pasando a ser un espacio más de reunión y esparcimiento para todos los habitantes de Oslo y los cientos de turistas que visitan la ciudad y que ven en esta estructura un lugar idóneo para hacer un alto en el camino y descansar.

Foto: Wikimedia // GuoJunjun
Foto: Wikimedia // GuoJunjun

El interior de la construcción, que cuenta con 1.000 metros cuadrados, es igual de impactante que el exterior y está formado por diferentes espacios perfectamente diferenciados a partir de los materiales seleccionados de manera muy cuidadosa y a la integración de obras de diferentes artistas. Así, destaca el revestimiento de carpintería fina para el cual se aplicaron los sistemas tradicionales que emplean los constructores de barcos noruegos. El material predominante es el roble, presente en suelos, paredes y techos, e incluso también en alguno de los elementos acústicos que componen el auditorio. Otro de los materiales que predominan en el interior es el vidrio, que ayuda a conseguir una generosa entrada de luz, algo especialmente importante en los meses de invierno cuando las horas de luz en Noruega son escasas.  Entre las diferentes obras de arte presentes en el interior destaca un guardarropía que llama la atención por su revestimiento perforado y que se realizó con la colaboración del danés Olafur Eliasson.

Foto: Wikimedia // Jean-Pierre Dalbéra

El auditorio principal, con capacidad para casi 1.500 personas, también está revestido de madera, algo poco corriente en una Ópera y que intenta, de nuevo, poner de manifiesto la importancia de la naturaleza en la historia noruega. Algo que también se intenta transmitir en la propia forma de la estancia, una herradura de caballo que recuerda a su vez a los teatros clásicos. Otros dos de los elementos que más destacan son la cortina principal, diseñada por la artista Pae White y la lámpara central, que formada por barras de vidrio iluminadas por luces LED recuerda a la luna cuando se enciende y apaga.

Este espectacular diseño del mayor centro cultural que se ha construido en los últimos 700 años en Noruega, le valió a la Oslo Opera House el reconocimiento del premio Mies Van der Rohe de arquitectura contemporánea en el año 2009. El galardón, dotado con 60.000 euros, es uno de los más prestigiosos en materia de arquitectura lo que no hace sino reconocer el increíble diseño del estudio Snøhetta.

EQUIPO

Director artístico: Annilese Miskimmon

Director Artistico Adjunto: Alma Nedrelid

Asistente personal del director de la Opera: Hilde Marie Toftner

Administrador artístico: Marit Wathne Jacobsen

Dramaturgo: Hedda Høgåsen-Hallesby

Productores : Henrik Celius, Maria Costa, Jan Helge Trøen

Director de escena: Hilde Andersen, Victoria Bomann-Larsen, Gudrun Glette, Heidi Bruun Nedregaard