La Temporada de Zarzuela de Las Palmas de Gran Canaria podría desaparecer tras 23 años de historia por falta de financiación.
«Nos admiramos de que aún podamos seguir presentando en el teatro alguna obra», han declarado desde Amigos Canarios de la Zarzuela, impulsores del festival, que ha expuesto que la dramática bajada del presupuesto de esta temporada (62.000 euros, frente los 440.000 de hace cinco años) «no es suficiente para mantener la temporada y si la ayuda no aumenta, ya, este año, se entrará en déficit, y eso significa que hay una gran posibilidad de que se tenga que suspender el festival».
«Una zarzuela media viene a salir por 40.000 o 50.000 euros» y una temporada ha de incluir tres como mínimo para ser considerada como tal por el Ministerio de Cultura, que solo contribuye a su sostenimiento si conserva esa catalogación y no si se rebaja a dos títulos, han argumentado.
La temporada de zarzuela de Las Palmas, que este año cumple su edición 23, ha podido ser organizada gracias a la actitud altruista de muchas personas y a la participación de solistas locales que han rebajado su caché para estar en esta temporada. Además se ha contado con el respaldo del Cabildo de Gran Canaria, que cede gratuitamente el uso del Teatro Cuyás, y también con el de la Orquesta Filarmónica de la isla, que es «uno de los capítulos más caros» del presupuesto.
La temporada de zarzuela de Las Palmas ha presentado además los últimos dos títulos de su 23 temporada, Me llaman la presumida, de Francisco Alonso, y Los gavilanes, de Jacinto Guerrero, programados para el 17 y el 24 de octubre, respectivamente.
