Turandot. Puccini. Palma de Mallorca

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XXVIII TEMPORADA DE OPERA DEL TEATRO PRINCIPAL DE PALMA DE MALLORCA

Con Turandot de Puccini se daba por concluida esta XXVIII edición operística del T. P. de Palma de Mallorca. Lleno absoluto de público, -hasta la bandera-  y con el cartel en taquilla de “no hay entradas” para las tres representaciones, el público gozó, aplaudió y vitoreó esta producción propia del teatro  que ya fue estrenada la pasada temporada repitiendo elenco en su totalidad.

No cabe duda de que junto a Tosca y Bohème es uno de los títulos puccinianos que goza de mayor aceptación del público mallorquín,  aunque cierto sector ya empieza a echar en falta otras obras del ilustre maestro de Lucca que nunca se han programado en el coliseo balear como la Manon Lescaut, Il Trittico o La Rondine, títulos que con total seguridad a la dirección artística del teatro le gustaría programar pero que quizá a última hora la balanza se incline más  por apostar sobre seguro, y por tanto, el tema “taquilla” se imponga por títulos más populares que sobre criterios artísticos enfocados a un público más selectivo.

Eugenia Bethencourt, algo hierática escénicamente, estuvo soberbia vocalmente como la princesa de hielo. Mucho mejor en la tercera y última representación ya repuesta de una faringitis que le impidió lucir sus imponente medios canoros al cien por cien en las dos primeras, y que no fue óbice para que lograra sacarlas adelante apoyada en una buena técnica y gracias a sus poderosos medios vocales. Eduardo Sandoval interpretó un gallardo Calaf con una voz lo suficientemente potente y brillante dando la consistencia necesaria al personaje, quizá un poco velada en la zona más baja de la tesitura,  mucho mejor en la presente edición que en la del año anterior. Muy buenas sus intervenciones en el “Non piangere Liú” que cantó de forma sentida para despuntar más tarde  con un “Nessun Dorma” casi antológico que levantó grandes ovaciones del público y rematando  un final de obra arrollador en el dúo de los dos protagonistas.  Maia Planas dibujó una Liú delicada y angelical, apoyada como siempre en su magnífica musicalidad  y  buena proyección  vocal. Maravillosas sus dos intervenciones en “Signore escolta!” y “Tu que di gel sei cinta”. David Sánchez, bajo de voz timbrada y  buen esmalte fue el contrapunto ideal al tandem Liú-Timur, logrando conmover al público en la escena de la muerte de Liù. Estupendos Ping, Pang, Pong de Antoni Aragón, Bartomeu Guiscafré y Rodrigo Álvarez, muy bien cantados y con una simpática presencia escénica que se granjearon el favor del respetable. Muy solventes Miguel Sola como el Mandarín y Pedro Fuentes como el emperador, siempre queridos y respetados por el público mallorquín.

Efectiva dirección musical de Santiago Serrate, quizás faltó un lirismo más arrollador y una mayor contundencia tímbrica al principio de la obra. Mención especial para el Coro del Teatro que ha sido otro de los grandes protagonistas a lo largo de toda la temporada por la calidad de todas sus intervenciones. Correcta y convencional dirección escénica de Pablo López con un modesto pero efectivo montaje al servicio de las directrices del compositor.

 

Turandot: Eugenia Bethencourt ·  Calaf: Eduardo Sandoval  ·  Liù: Maia Planas  ·  Timur: David Sánchez  ·  Pang: Toni Aragón  Pong: Bartomeu Guiscafré  ·  Ping: Rodrigo Alvarez  ·  Mandarin: Miguel Sola   ·  Altoum: Pedro Fuentes

Dirección Musical: Santiago Serrate

Dirección Escénica: Pablo López

Orquesta Sinfónica de les Illes Balears

Cor de la Fundació del Teatre Principal · Cor Infantil de la FTP

 

Juan Carlos Reyes