War Requiem. Britten. B. Aires

War-Requiem1.Britten.B.Aires
Libreto basado en el texto latino de la Misa de Difuntos y poemas de Wilfred Owen

Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires
Función del 27 de Septiembre de 2013

En este 2013 en el que se cumplen cien años desde el nacimiento de Benjamin Britten, el Teatro Colón de Buenos Aires ha presentado el Requiem de Guerra que el compositor británico creara para la reinauguración de la Catedral de Coventry en 1962.
Durante la 2° Guerra Mundial, los alemanes bombardearon diversos blancos ingleses que, por su trascendencia cultural, resultaran símbolos y referentes de su historia, su fe, su arte… y de entre ellos, Coventry y su Catedral del Siglo XII recibió parte de los ataques más virulentos que generaron además de los daños patrimoniales, un alto costo de vidas humanas.
Un poco más de veinte años después de aquel horror, y con motivo de la reinauguración de la Catedral (un edificio nuevo junto al que se conservaron las ruinas del antiguo) Benjamin Britten presentaba su gran creación sinfónico-coral, llamada a convertirse en una de las obras capitales del Siglo XX.
Britten compuso con este Requiem mucho más que una Misa para rogar por los caídos. La obra, una verdadera cantata, supera el homenaje patriótico, deja de lado bandos y banderas, y se transforma en un verdadero alegato pacifista, para lo que el compositor se vale del tradicional texto latino de la Misa de Difuntos, en el que intercala, confrontándolo o complementándolo según el momento, los poemas de Wilfred Owen, quien se alistara como soldado en la 1° Guerra Mundial y cayera en 1918 unas semanas antes de la finalización del conflicto, a los 25 años de edad, dejándonos su obra poética desgarradora y contundente.
Con estos elementos primarios en los que dialogan fe e Historia, poesía y documento, y en los que se patentiza que el único verdadero enemigo del Hombre es la Muerte, como una vuelta hacia los problemas más trascendentes del pensamiento filosófico, Britten crea la obra en la que su música ascética y expresiva a la par, evoluciona desde un tradicional estatismo, patente en los primeros números, hacia un dramatismo tan conmovedor como convincente en la segunda mitad de la obra.
La formación orquestal que requiere de un ensamble solista al que se suma la orquesta, el coro, el coro de niños, una soprano, un tenor y un barítono; son utilizados con tal acierto que es muy difícil no recibir el impacto más allá del contenido religioso que, casi estamos tentados de afirmar, pasa a segundo plano frente a la humanidad del drama. La obra se proyecta así desde el pasado al futuro, dejando constancia del ayer pero llamándonos a la reflexión sobre el hoy y el mañana.
El Teatro Colón tuvo con estas presentaciones uno de sus aciertos más logrados en cuanto a resultados al brindarnos una versión que permanecerá en nuestra memoria largo tiempo.
La batuta del Mtro. Guillermo Scarabino condujo con acierto y reflejó un auténtico conocimiento de la obra y su sentido. Su lectura tuvo siempre un por qué; resultó expresiva, atenta a los detalles de la complejísima partitura; rica en matices desde el lento ascetismo inicial a los momentos dramáticos que se presenta a lo largo de la pieza los que, sin llegar al modelo de «cuasi-ópera religiosa que tiene el Requiem verdiano, no pierden su contenido dramático con el que Britten era tan congenial.
La orquesta respondió con eficiencia en una de sus más lucidas presentaciones durante esta temporada.

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La soprano Tamara Wilson lució buena voz, de generoso caudal, grato timbre y pareja a lo largo del registro, interpretando sus pasajes con expresividad y contundencia. Esperamos poder volver a contar con ella en esta sala para apreciarla en una ópera, en la que, creemos, nos daría nuevas satisfacciones.
Enrique Folger tuvo una actuación prueba de su seriedad y compromiso de intérprete, llevando al límite de sus capacidades su buena y bella voz de tenor.
Víctor Torres resultó expresivo y presentó una lectura rica en matices, servida con su gratísimo timbre y su línea sin fisuras.
Óptimas prestaciones del Coro Estable y del Coro de Niños (este último ubicado en el Plafond del Teatro, con lo que se obtuvo un conmovedor efecto.)
El público que colmó la sala, conmovido, premió con cerrados aplausos una labor de primer orden al servicio de la obra de un compositor como Britten, comprometido con el Arte y con el Hombre.

REQUIEM DE GUERRA
(War Requiem Op. 66)

Música de Benjamin Britten
Libreto basado en el texto latino de la Misa de Difuntos y poemas de Wilfred Owen

Tamara Wilson, soprano
Enrique Folger, Tenor
Víctor Torres, barítono

Coro Estable del Teatro Colón de Buenos Aires
Director: Mtro. Miguel Martínez

Coro de Niños del Teatro Colón de Buenos Aires
Director: Mtro. César Bustamante

Orquesta Estable del Teatro Colón de Buenos Aires
Director: Mtro. Guillermo Scarabino

Prof. Christian Lauria