Entre los días 15 y 23 de septiembre tuvo lugar el XVII Ciclo de Lied de Santiago de Compostela, bajo el lema La Mirada Interior, organizado por el Ayuntamiento de dicha ciudad y la Asociación de Amigos de la Ópera de Santiago de Compostela.
El ciclo constaba de cuatro recitales. Los tres primeros estaban dedicados a una exquisita selección de canciones en gallego, euskera y catalán. El cuarto fue un concierto dramatizado para tenor, piano y actor, con motivo del 40 aniversario del fallecimiento de Benjamin Britten, que llevaba por título: He who loves beauty.
El ciclo se abrió, el día 15 de septiembre, con un recital de la soprano Carmen Solís estuvo dedicado a la canción gallega de concierto, recuperándose para nuestro tiempo dos obras de Pascual Veiga (autor del himno gallego), una de Luis Taibo García y otra de Reveriano Soutullo. En Rosa de abril, de Andrés Gaos, concitó los mayores aplausos. Hay que destacar su perfecta dicción en gallego, que fue muy apreciada por el público. El pianista Alejo Amoedo, experto en este repertorio, acompañó al piano a la extremeña en este concierto.
Siguió, el día 17 de septiembre, la soprano Marta Mathéu, en esta ocasión secundada por el pianista Albert Guinovart. El hilo temático del recital fue el Lied catalán, de la Renaixença al Noucentisme, recorriendo las obras de autores tan señalados como Granados, Mompou o Toldrá, entre otros.
El 22 de septiembre tocaba el turno de la canción de cámara vasca a cargo de Miren Urbieta – Vega y Rubén Fernández Aguirre. El obvio escollo idiomático fue solventado por el recitado, muy conseguido, por parte del pianista de una traducción de las canciones en euskera.
El ciclo concluyó, el 23 de septiembre, con una pieza titulada “He who loves beauty”. Una apuesta innovadora de la Asociación de Amigos de la Ópera de Santiago de Compostela que confió a Rafael R. Villalobos (ganador de la VII edición del prestigio Europäische Opernregie-Preis) la creación de un recital dramatizado en torno a las figuras de Benjamin Britten y Peter Pears. Las fotos que acompañan esta crónica corresponden a este recital. El equipo artístico estuvo compuesto por el tenor Jorge Navarro Colorado (que se desdoblaba escénicamente en Britten y Pears), el actor Martín Puñal (encarnación de la figura infantil presente en tantas obras de Britten) y el pianista Carlos E. Pérez. Destaca, en el programa, la presencia de los soberbios Folk Songs Arrangements del propio Britten. Pero no sólo canciones del de Aldeburgh, también se integraron y dramatizaron piezas de Dowland y Purcell. Merece la pena resaltar del trabajo dramatúrgico de Rafael R. Villalobos en la perfecta selección de las piezas musicales y su integración en el teatro que tenía lugar. Cada obra musical respondía a un necesario momento escénico y sus textos, que aislados tienen una belleza indiscutible, veían multiplicada su potencia expresiva al conjuntarse y encardinarse con las otras piezas y constituir un todo vocal y teatral. Baste señalar como el Sweeter than Roses de Purcell traía la evocación del primer beso para el tenor, recostado sobre el ataúd, o como el Can she excuse my wrongs? de Dowland era la consecuencia directa del telegrama de pésame de la Reina de Inglaterra a Peter Pears. Un auténtico acierto pues transforma una acertada selección de canciones en un drama teatralizado.
No queda más que felicitar a los organizadores y esperar, y desear, que el ciclo de Lied continúe en Santiago de Compostela.
Daniel Diz
