24 Festival Via Magna: Voces de Navidad

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Muchas son las causas por las que un concierto lírico atrae y entusiasma a los aficionados asistentes: famosos cantantes de máximo nivel, programa, lugar especial, etc. Sin embargo hay otros conciertos líricos que sin tener fama y divulgación o marketing se convierte en acontecimiento, y esto es lo que ocurrió el pasado martes en la Iglesia de San José en Madrid dentro del 24 Festival Via Magna.

Tres voces magníficas de tres jóvenes cantantes y un pianista excepcional.

La soprano María Ruiz posee una voz y medios esplendorosos. Una cantante que se sale de lo acostumbrado. En la actualidad abundan las sopranos ligeras que son la predilección de los teatros de ópera, y cuando escuchan a una voz como la de Mª. Ruiz se quedan descolocados. Una voz de timbre riquísimo que del centro hacia abajo es una mezzo de categoría, y del centro hacia arriba es una soprano lírico-dramática brillante. Dos colores bellísimos que la hacen muy atractiva. Sin pretender comparar, ¿qué sería de Callas si hoy tuviera que audicionar?

Su “Ave María” del Otello verdiano, su Mimí de Puccini o su Panis angélicus de Frank fueron espectaculares.

El barítono granadino Pablo Gálvez a pesar de su juventud muestra una voz madura, con muy buena técnica y una proyección excelente. Tiene un timbre armónico bellísimo y una musicalidad estupenda. Su “come Paride vezzoso” de L´esisir d´amore de Donizetti y “a per sempre” de la ópera I Puritani de Bellini encandilaron al público.

El tenor Nestor Losán, el más joven, se mostró como un tenor auténtico que madura hacia lo lírico. Su voz posee una belleza radiante, con squillo, y un fraseo extraordinario. Un tenor de los que gustan al público, con un brillo y una musicalidad magníficos. Así lo demostró en “La mia letizia infondere” de I lombardi verdiano, “Che gelida manina” de La boheme de Puccini o en el Cantico de Noël de Adam.

Con ellos un pianista formidable que no sólo acompaña, sino que por si mismo es un solista de gran altura. Toca con los dedos y el corazón, y transmite. Un lujo de acompañante.

El público que abarrotaba la iglesia disfrutó y aplaudió con ganas. Un fantástico concierto.

 

Francisco García-Rosado