58 Semana de Música Religiosa de Cuenca: segunda jornada

58 Semana de Música Religiosa de Cuenca. Teatro Auditorio. Gidon Kremer & Kremerata Baltica. (violonchelo Giedre Dirvanauskaite). ©️Santiago Torralba
58 Semana de Música Religiosa de Cuenca. Teatro Auditorio. Gidon Kremer & Kremerata Baltica. (violonchelo Giedre Dirvanauskaite). ©️Santiago Torralba

La segunda jornada de esta edición se construyó con un concierto titulada Sonoridades místicas del siglo XX y la conferencia previa a él. Esta, titulada El misticismo en la música del siglo XX e impartida por el Dr. Rafael Javier Moreno Abad fue el perfecto aperitivo al programa que la Kremerata Baltica y su fundador y director, Gidon Kremer, ofrecieron con la magistral ejecución de quienes defienden este tipo de repertorio por todo el orbe. En la primera parte encandilaron al público presente con la pieza Concertino para violín y cuerdas op. 42 de

Mieczysław Weinberg, fechada en 1948. El violín solista, el propio Kremer, exhibió su virtuosismo y podería con esta obra, excelentemente engarzado en el conjunto. Continuaron con Silent prayer para violín, violoncello, vibráfono y cuerdas de compositor georgiano Giya Kancheli (Tiflis, 1935), una música hipnótica con la que cosecharon una salva de aplausos. Antes de iniciar la pieza, Kremer tuvo unas palabras para recordar el desafortunado incendio de la catedral de Notra Dame de París.

La segunda parte la ocupó la versión orquestal del Cuarteto No. 15 en Mi bemol meno, op 44 de Dmitri Shostakovich. Las estupendas notas al programa mencionan que el propio compositor esperaba aburrir al público durante la ejecución de esta obra. No estaba desencaminado. El pesimismo casi es palpable en su música y lo repetitivo en el formalismo compositivo lleva al límite la paciencia del escucha. Hay que contextualizar que Shostakovich estaba en el final de su vida, después de bregar, soterradamente, contra un sistema político que le causó no pocas amarguras.

Federico Figueroa