ADIÓS A MIKIS THEODORAKIS

El compositor y miembro del Partido Comunista griego Mikis Theorodakis ha fallecido en Atenas a los 96 años víctima de un paro cardiaco. Nació en la isla de Chios en 1925, aunque según él mismo pertenecía a Creta, lugar de origen de la familia de su padre. De hecho, será enterrado en el pueblo de Galatá, cerca de Janiá. Empezó su formación musical de forma autodidacta, aunque recibió clases en el Conservatorio de Atenas.

Mikis Theodorakis

Durante la II Guerra Mundial Luchó en la resistencia contra el Eje fascista, siendo detenido y torturado por el ejército de Mussolini. Gracias a una beca que obtuvo en 1954,  completó sus estudios en el Conservatorio Superior de París, ciudad en la que residió hasta 1960. Allí aprendió análisis musical con Olivier Messiaen y dirección de orquesta con Eugène Bigot. En 1963, tras el asesinato de Gregoris Lambrakis, funda las ‘Juventudes Lambrakis’ y es elegido por primera vez diputado. En el golpe de estado militar de 1967 fue encarcelado por orden de la ‘Junta’ y liberado en 1970 gracias a la movilización internacional, tras lo cual regresa a Francia, esta vez, en calidad de exiliado.

En 1974 vuelve a Grecia para respaldar la Metapolitefsi  (el cambio de régimen) a la democracia. En la década de los años 80 fue nuevamente diputado por el Partido Comunista, llegando a ser ministro de cultura en el Gobierno de coalición presidido por Constantino Mitsotakis (1990 – 1993).

Saltó a la fama entre el gran público gracias  a las bandas sonoras de películas como Zorba el Griego (1964); Z (1969), con la que obtuvo un premio BAFTA; Fedra (1962); Estado de sitio (1972) o Serpico (1973), la cual le valió una nominación a los Grammy.

Si bien,  Mikis Theodorakis ha sido un compositor muy prolífico, creador de sinfonías, rapsodias, cantatas, oratorios, ballets, música de cámara, numerosos himnos, canciones y cinco óperas. En su país natal es considerado un héroe nacional. «Hoy perdimos parte del alma de Grecia, a la persona que hizo que los griegos cantaran poesías» declaraba la ministra de Cultura, Lina Mendoni, al hacerse eco de la muerte del músico.

En el ámbito hispanófono además será recordado por haber puesto en música el Canto General  (1971-82) de Pablo Neruda, que describe como pocas obras la vastedad y exuberancia del continente americano, y el Romancero Gitano (1983) de Federico García Lorca, partitura para voz, solo de guitarra, coro.

Hasta siempre.