Adriana Lecouvreur. Cilea. Buenos Aires

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Francesca Cilea creó con esta Adriana Lecouvreur una obra tan exquisita como extraña dentro de la lírica italiana. Sin abandonar el dominio de la melodía y la expresión franca de las pasiones, propias del verismo, dulcificó sus líneas y compuso una partitura rica en detalles y matices, con una paleta orquestal que, por momentos, no se resiste al influjo de la escuela francesa, sin que de ello resulte un producto híbrido sino de una riqueza poco frecuente.

Tal vez en esta compleja paleta radique una de las mayores dificultades a la hora de interpretar esta obra que requiere un control extremo entre pasión y delicadeza, entre verismo y romanticismo, entre lirismo y realismo…

Adriana Lecouvreur es una obra que impacta precisamente por ese sutil juego que nos sorprende y nos atrapa con momentos de fluida conversación, de ensoñado lirismo y de dramaticidad extrema; y en el que las voces se envuelven en un tejido orquestal tan sutil como desbordante según lo requiera el texto o la situación dramática.

Buenos Aires Lírica presentó en el Teatro Avenida de la ciudad de Buenos Aires esta que es su segunda producción del título en lo que lleva la compañía de vida y para ella recurrió a la puesta en escena de la norteamericana Crystal Manich la que optó por brindarnos una versión respetuosa de la época y la ambientación indicada en el libreto y en la que jugó con la idea del teatro dentro del teatro, teniendo en cuenta que la protagonista fue una de las grandes actrices de la Comedie Francaise, para lo que recurrió a una esquemática escenografía firmada por Noelia Gonzáles Svoboda, en la que se destacó un escenario móvil que cambió de posición a lo largo de los cuatro actos dentro del escenario mayor partiendo de su función real en el primer acto hasta guardar un hondo contenido simbólico en el último.

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El planteo general, no será muy original, pero puede resultar acertado si dentro de sus límites se exploran situaciones dramáticas nacidas del texto o de la situación, sobre todo en un libreto rico en efectos siempre resaltados desde la orquesta, la que pinta con detalle sensaciones, sentimientos, climas, ansiedades, dudas, pasiones, drama… pero, lamentablemente, muy poco de esto se aprovechó en lo que vimos. 

Los intérpretes de esta Adriana se limitaron a presentarnos una acción estereotipada sin demasiada profundidad ni detalles, salvo honrosas excepciones, y carentes en algunos casos de la compenetración necesaria para volver una situación artificiosa, como la que plantea la obra, verosímil e impactante. La diferencia entre nobles y plebeyos, entre artistas y señores, tan propia de esta pieza, pasó inadvertida desde lo actoral y la intensidad de los sentimientos que describe la música (como en el intermedio que se incluye en el 2° acto) fueron desaprovechados, con lo que se perdió impacto dramático lo que se reflejó en los aplausos contenidos del público salvo en contadísimos momentos.

El ballet de «El Juicio de Paris» fue reemplazado por una pantomima limitada por el escasísimo espacio de la escenografía.

El vestuario de Lucia Marmorek resultó interesante, con claras diferencias entre actores y señores, pero con poca fortuna a la hora de distinguir a los protagonistas, particularmente a Adriana, una diva, musa, sirena… según el texto y la historia.

Virginia Wagner tiene una bella voz, de considerable caudal, bello timbre y buena línea, pero aún dista mucho de la Adriana ideal que por momentos pareciera ajena a la intérprete o llevándola al límite de sus posibilidades como en el declamado monólogo de Fedra o en la célebre «poveri fiori» del último acto. Entregó una grata «Io son l´umile ancella» y puso empeño en su labor, lo que reconoció el público. Esperamos poder aplaudir sus valores, que son muchos, en un rol que le sea más congenial.

La princesa de Bouillon de Adriana Mastrangelo fue cantada con una buena voz que corre con soltura e inunda la sala. Tuvo inspirados momentos particularmente en la intención con la que expresó algunas frases de los diálogos. Con una pizca de sutileza femenina aquí y allí, volvería a este uno de sus grandes papeles.

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El Mauricio de Eric Herrero tuvo en el tenor un intérprete muy limitado desde lo actoral y que lució una voz de registro desparejo, gratos agudos, pero un centro indefinido.

Muy interesante resultó el Michonet de Omar Carrión que creció a lo largo de la velada tanto desde lo vocal como desde lo escénico. Aunque lo prefiero en Verdi o el Bel Canto, interpretó con inteligencia y compromiso y cantó con elegancia y buen fraseo.

Más que solventes resultaron el príncipe de Christian Peregrino de potente y bella voz y el Abate de Sergio Spina, más cínico que bufo, y cantado con buena voz.

Cuidadas, precisas y delicadas fueron las participaciones de Eugenia Coronel, Griselda Adamo, Walter Schwarz y Mauro Di Bert como los compañeros Socios de la Comedie Francaise que afontaron con excelencia sus participaciones tan ricas cuando guardan ritmo y soltura.

El Mtro. Juan Casasbellas condujo con acierto la breve participación del Coro, y el talento del Mtro. Carlos Vieu sacó lo mejor de una orquesta a la que no beneficiaba su distribución entre foso y palcos avant-scène, logrando una cumplida presentación.

La noche porteña nos recibió con un frío que pudo sobrellevarse mejor con las melodías que Cilea había dejado en nuestro corazón.

 

Adriana Lecouvreur, ópera en cuatro actos. Música de Francesco Cilea. Libreto de Arturo Colautti

 

Adriana Lecouvreur actriz de la Comédie Française….Virginia Wagner 

Maurizio, Conde de Sajonia ….. Eric Herrero 

La Princesa de Bouillon ….. Adriana Mastrángelo

Michonnet, director de escena de la Comédie  ……Omar Carrión

El Príncipe de Bouillon ….Christian Peregrino

El Abate de Chazeuil …..Sergio Spina

Madamigella Jouvenot, socia de la Comédie ……..Eugenia Coronel

Madamigella Dangeville, socia de la Comédie ………Griselda Adano

Poisson, socio de la Comédie ……….Mauro Di Bert

Quinault, socio de la Comédie ……….Walter Schwarz

Un mayordomo ……..Juan Feico

Criada ……….Leticia Alvarez

Maquinista, Lacayo, Actor ………Germán Crivos

Actores y lacayos ……..Renzo Longobucco, José Frías

Músicos ……Ladislao Hanczyc, Sergio Vittadini, Pablo Manzanelli, Cristian Duggan

Actrices …..Elisa Calvo, Jorgelina Manauta, Guadalupe Maiorino, Elsa Aliboni, Gabriela Kreig

 

Orquesta de Buenos Aires Lírica

Dirección musical…. Carlos Vieu 

Coro de Buenos Aires Lírica

Dirección de coro …..Juan Casasbellas

 

Puesta en escena …..Crystal Manich

Diseño de escenografía ……..Noelia González Svoboda

Diseño de vestuario ……….Lucía Marmorek

Diseño de iluminación ……..Rubén Conde

 

Teatro Avenida de la Ciudad de Buenos Aires. Función del 6 de Junio de 2014. Estreno

 

Prof. Christian Lauria