Alessio Bax en el Teatro Colón de Buenos Aires

Alessio Bax en el Teatro Colón de Buenos Aires
Alessio Bax en el Teatro Colón de Buenos Aires

El joven aunque experimentado pianista italiano Alessio Bax se presentó una vez más en la Argentina compartiendo una serie de obras italianas o inspiradas en Italia, que forman parte de su registro Italian inspirations de reciente aparición.

En su recital para el Mozarteum Argentino ofrecido en el exquisito ámbito del Teatro Colón de Buenos Aires, Alessio Bax comenzó interpretando la transcripción que Juan Sebastián Bach realizara para teclado del Concierto para oboe en re menor del veneciano Alessandro Marcello. Los tres movimientos de la obra fueron vertidos por Bax con pulcritud, detallismo y un manejo muy destacado de la gama de matices piano. Para resaltar en particular el segundo movimiento.

A continuación y completando la primera parte del recital, Alessio Bax nos deleitó con las espléndidas Variaciones sobre un tema de Corelli, Op. 42 de Sergei Rachmaninov. Obra de 1931 compuesta sobre un tema tradicional (La follia) que suponemos de origen popular portugués presente ya en el s. XV, y que Corelli como tantos músicos tomara como tema de inspiración, las variaciones de Rachmaninov son un portento pianístico pero al mismo tiempo un profundo desafío musical para el intérprete. Los sutiles cambios armónicos, el caleidoscopio técnico que explora en el piano una cantidad apreciable de posibilidades y la dificultad siempre presente en un conjunto de variaciones de poder cambiar en un brevísimo lapso de tiempo de carácter entre una variación y otra, fueron un desafío que Bax tomó sin titubeos. Se nos presentó aquí ya definitivamente como un pianista de grandes medios técnicos, moderado expresivamente hablando, de una gran sensibilidad, no afecto a pirotecnia vacía (cosa que se agradeció profundamente) y un tanto distante en la comunicación emocional.

La segunda parte de la presentación comenzó con una interesantísima pieza de Luigi Dallapiccola, casi un clásico del pianismo del siglo XX: el Quaderno musicale di Annalibera. Obra compuesta en 1952 como regalo para su hija de 8 años, nacida muy poco tiempo después de la liberación de Italia durante la 2da. Guerra Mundial, el Cuaderno musical es un homenaje también a Bach (recordemos el libro de Anna Magdalena Bach que el maestro alemán le había regalado a su esposa) y al Barroco en general. El lenguaje dodecafónico, es decir basado en una serie de 12 sonidos que eviten la consonancia y que se desarrollen de muy diversas maneras a lo largo de la obra, es combinado aquí con una exploración profunda de sonoridades, formas, algunas de ellas profundamente antiguas, pero revistas con un manejo novedoso del material sonoro para ese momento.

La versión de Alessio Bax fue absolutamente correcta y hasta magnética, cosa que no sólo hizo disfrutar de una obra cuyo lenguaje no es tan habitual en un programa tradicional sino que permitió un silencio importante en la sala. Un acierto importantísimo en la confección del programa: la posibilidad de alternar obras de muy distintas estéticas, naturalizándolas sin sectarismos involucionantes.

El recital concluyó con dos obras del gran compositor y pianista húngaro Franz Liszt: San Francisco de Asís y su predicación a los pájaros y la monumental Después de una lectura de Dante, última pieza del 2do libro “Años de peregrinación” dedicado a Italia.

La primera de las piezas tuvo en Alessio Bax un intérprete de lujo: toque delicadísimo, expresión poética, virtuosismo puesto al servicio de la obra. Bravo!

En cuanto a la habitualmente llamada Sonata Dante también nos encontramos con una interesante versión absolutamente resuelta en el plano técnico aunque un tanto contenida en cuanto a la grandiosidad del sonido. Entendemos que tiene que ver con las características de nuestro pianista de hoy: moderación a ultranza y una concepción profundamente intelectual del arte. No exenta, claro está, de emoción, pero siempre alejada de cualquier desborde.

Y esta característica de coherencia intelectual se percibió hasta en la elección de las obras. Ya dijimos que Italia fue el tema conductor del programa. Desde lo musical pudimos observar que fue la nota “re” y sus derivaciones musicales la que funcionó como eje (re menor es la tonalidad musical tanto de la obra de Marcello/Bach como de Rachmaninov y también de la Sonata Dante – que finaliza en un luminoso Re Mayor). San Francisco de Asís está en La mayor, una escala profundamente ligada a Re y que permitió enlazar la pieza sin solución de continuidad con la “Dante”. Y el Cuaderno musical de Annalibera finaliza, a pesar de su dodecafonismo, en un combinado de re mayor/menor. Muchos compositores han asociado la nota “re” al color amarillo. Podríamos seguir asociándolo al sol de Italia y su luminosidad. ¿Casualidad? No lo creemos…

Alessio Bax fue recompensado con una espléndida ovación e, insistimos, con una atención importante por parte de los espectadores durante el concierto, cosa que no es tan habitual de percibir en los públicos de la actualidad. Dos bises fueron la recompensa y la certeza de haber compartido un estupendo disfrute artístico y espiritual.

María Laura Del Pozzo