Ann Hallenberg en el ¨Solomon¨ del Carnegie Hall

Ann Hallenberg en Solomon Por Carlos J. López Rayward

Las apariciones de la mezzo sueca Ann Hallenberg en Nueva York son siempre un acontecimiento musical. Su última visita a la ciudad de los rascacielos fue en los albores de la pandemia, en un refinado recital junto a Venice Baroque Orchestra en el Zankel Hall, una de las dos salas secundarias del Carnegie Hall. Ann Hallenberg en Solomon

¨Solomon¨en el Carnegie Hall de Nueva York
¨Solomon¨en el Carnegie Hall de Nueva York

Esta vez, la Hallenberg se presenta en el Isaac Stern Auditorium, la sala principal, junto a la orquesta The English Concert y The Clarion Choir a los mandos de Harry Bicket, en ¨Solomon¨ un título inhabitual del repertorio de oratorios de Handel.

Compuesto en 1748, ¨Solomon¨ es un conjunto de tres actos inconexos, a modo de tableau barroco, que describen episodios del Antiguo Testamento con el fin de subrayar la legendaria gloria del rey de Israel. La posible autoría del libreto anónimo no está clara, si bien académicos de Cambridge sostienen que fue el poeta aficionado y financiero judío inglés Moses Mendes, lo que explicaría la excasa calidad literaria del texto y, encaja a la perfección con las conexiones e influencias de Mendes con la monarquía y la masonería. Sea como fuere, esta rareza barroca, con su atractiva teatralidad, lujosa orquestación y nutrido coro, supone siempre un aliciente inevitable para los amantes de Handel.

El director artístico de The English Concert Harry Bicket apuesta por la precisión y la claridad. Tanto en la obertura como en los primeros números, el conjunto inglés se mostró virtuoso y brillante, tan efectivo e infalible como frío en la ejecución. Aunque los flecos de la interpretación se irían suavizando a medida que el calor del público se contagiaba a los intérpretes, esa aproximación a la partitura de Handel, eminentemente formal, no dejaría de ser la nota principal durante todo el oratorio. Por suerte, la emoción vino por parte de los cantantes solistas, que aprovecharon el lujoso trasfondo orquestal para explorar en profundidad los sentimientos de sus personajes.

El coro The Clarion Choir, preparado por Steven Fox, cuenta con unas voces de enorme belleza tímbrica, con un unísono perfecto. Proyectadas con suavidad de terciopelo, las gargantas de The Clarion dejaron momentos muy atmosféricos, de resplandeciente belleza barroca. De todas formas, dada la apabullante calidad de los componentes del coro y las prestaciones de la orquesta, nos parece que Harry Bicket podría haber alumbrado una interpretación aún más brillante, compleja y refinada. Ann Hallenberg en Solomon

Ann Hallenberg. Foto de Örjan Jakobsson
Ann Hallenberg. Foto de Örjan Jakobsson

La misteriosa belleza del timbre de Ann Hallenberg continúa intacta. El intrumento sigue sonando limpio y rico en armónicos, con una línea de canto precisa pero emocionante, tan infalible y homogénea en el color como cualquier otro instrumento de la orquesta. Elegante y expresiva en las agilidades, Hallenberg va sobrada de técnica, pero supedita el belcanto al texto, encarnando un Solomon hipnótico y legendario. Lo mejor de Ann Hallenberg es su capacidad para mantener el interés del espectador, y transportarlo al paraíso barroco con su canto legato a media voz, siempre musical y pegado a la orquesta.

Junto a Ann Hallenberg, encontramos un interesante elenco de voces. La célebre soprano sueca Miah Persson dobla en los personajes de Reina de Israel y Segunda Madre. Trinando y ardornándose con elegancia, la Persson fue la contraparte perfecta para el Solomon de Hallenberg. Más lírica que esta, aunque menos clara en la exposición, la Persson no decepcionó, con un registro central muy agradable y una línea de canto en estilo.

La parte de Reina de Saba, con su célebre entrada instrumental, fue interpretada por la joven soprano cubanoamericana Elena Villalón. Villalón cosechó un enorme éxito en su aparición en el Carnegie Hall, con una de las mayores ovaciones por parte del público. Villalón exhibió la frescura de su instrumento, con facilidad para desplegar un agudo con cuerpo y un registro central con un trapío poco común en cantantes tan jóvenes. La línea de canto aún no es tán aquilatada como debiera, y aún puede mejorar en musicalidad. No obstante, Villalón tiene los mimbres para convertirse en una espléndida cantante. En medio de una industria lírica implacable con los artistas jóvenes, esperamos que Villalón cultive su arte con paciencia y dedicación, y se mire en el espejo de sus compañeras Hallenberg y Persson. Ann Hallenberg en Solomon

Elena Villalón recibe el aplauso del Carnegie Hall
Elena Villalón recibe el aplauso del Carnegie Hall

En el papel de segunda madre encontramos a la soprano Niamh O´Sullivan. La voz de la joven cantante irlandesa resultó muy apropiada para la parte de la madre egoísta que prefiere ver cómo el hijo de su vecina es partido por la mitad antes que soportar la envidia. O´Sullivan canta con un aire de altiva elegancia, luciendo un timbre algo mate aunque agradable. Sin duda, una artista en proceso de creciento.

Las voces masculinas estuvieron representadas por el tenor James Way y el barítono Brandon Cedel. James Way demuestra una gran personalidad e inteligencia a la hora de manejar un instrumento de tamaño reducido pero de apreciable extensión en el registro. La zona aguda suena más bien hueca y poco timbrada, pero el estilo y la expresión son sobresalientes. Way sabe aportar esa pizca extra de brillo y empaque al recitativo, con una buena dicción. Su bien coloreada línea de canto se disfrutaría más si fuera capaz de corregir un tanto su sobrevibrada emisión. Ann Hallenberg en Solomon

Por su parte, el barítono americano Brandon Cedel mostró una voz homogénea y con estuche. Cedel canta en estilo, con la pesadez y la gravedad propia de la cuerda. La voz tiene un contorno oscuro, con resonancias de madera, muy varonil. Algo justito en las agilidades, apareció cómodo sobre las tablas del Carnegie Hall, con un canto musical y directo, sin grandes pretensiones.

¨Solomon¨ es un oratorio que, pese a la mediocridad del libreto, pide una puesta en escena a la altura del lujo de la partitura de un Handel maduro. En esta versión de concierto, los músicos y los solistas, encabezados por la infalible Ann Hallenberg, suplieron cualquier necesidad visual con grandes dosis de talento y estilo.

OW


Carnegie Hall de Nueva York, a 12 de marzo de 2023. The English Concert y The Clarion Choir a los mandos de Harry Bicket.

Solistas: Ann Hallenberg, Miah Persson, Elena Villalón, Niamh O´Sullivan, James Way, Brandon Cedel. Ann Hallenberg en Solomon