«Anna Bolena» vistosa poco Bilbao Por Joaquín Ferro
Anaxagorena
Hemos tenido la oportunidad de acudir a las representaciones de la opera de Donizetti Ana Bolena en el palacio Euskalduna. Como siempre, el equipo de ABAO ha trabajado para ofrecer una versión de altura. Este montaje cuenta con muy destacables elementos, una orquesta de excelente sonido, un coro femenino excepcional y unas voces de indudable valor enmarcado en la escenografía que no por tradicional deja de brillar por sí misma.
Dicho esto, insisto, las voces femeninas del coro de ABAO cantaron de manera impecable unas dinámicas completas sin escalas, una afinación equilibrada y una sensibilidad en escena que transmitía a la perfección lo escrito en la partitura. Es indudable que se ha conseguido siguiendo la dirección de Jordi Bernàcer, porque de la misma manera que esta sección de coro consigue hacer música, la Orquesta Sinfónica de Bilbao mostró bajo su dirección de lo que son capaces sus profesionales. Las secciones de cuerda dieron una magistral clase de equilibro, uniformidad y ductibilidad ante la batuta del maestro Bernàcer, lástima que el viento estuviese demasiado presente, pues aunque bueno su sonido era excesivo. La historia ha dejado escritas las capacidades de Donizetti, no se va a descubrir en esta crítica que sus múltiples facetas han imbuído a sus operas de una naturalidad y madurez musical que las hace redondas en muchos sentidos. El trabajo realizado en la partitura ha resaltado esta sencillez trabajada por el compositor, que debidamente asimilada, Jordi Bernàcer ha sublimado en escena.
La representación escénica firmada por Stefano Mazzonis di Pralafera y recuperada por Gianni Santucci, como ya se ha señalado, pese a mantener un aire tradicional y muy del agrado de la gran mayoría de públicos, es gustosa a los ojos. un vestuario adaptado por Fernand Ruiz lleno de brocados, pieles, jubones y toda la parafernalia de «moda Tudor», nos presentan una corte suntuosa como hacía tiempo no veíamos. Del mismo modo, las arquitecturas móviles de Gary McCann dotan a las escenas de entidad propia. Solamente hay un pero, la iluminación de Raphaël Solimando no funciona como debiera, siendo en muchos casos ajena al ambiente esperado. «Anna Bolena» vistosa poco Bilbao
Volviendo al motto de esta crítica, el ejemplo más claro son los sempiternos secundarios. Alabo el buen hacer de José Manuel Díaz como Lord Rochefort que con su habitual capacidad de trabajo y entrega nos hace disfrutar de un rol perfectamente asumido. Lástima que en el caso de Josep Fadó se echase de menos una continuidad en su interpretación ya que contado con un instrumento vocal de gran interés su ejecución es inestable pasando de lo bueno a lo olvidable. Tengo que hacer un pequeño apartado al hablar de Anna Tobella, su actuación como Smeton es un poco forzada, que siendo comprensible por el rol que ejecuta hubiese podido afinarse con, quizás, más tiempo de preparación escénica. En cuanto a su voz, esta es sumamente equilibrada, con un registro totalmente unificado y una técnica que le permite afinar, empastar y matizar todas y cada una de sus intervenciones. Lo único que hubiese apreciado es una mayor naturalidad en la emisión, en ciertos momentos parece estar oscurecida de una manera artificiosa. Interpreta un personaje de paje, no olvidemos, que estaba pensado para voces femeninas, de hecho, son voces de castrados las que cedieron estos roles.
Silvia Tro Santafé es la Seymour rediviva, al igual que sucedió en la historia se quedó con la corte y acabó con Bolena. Su buen hacer, su control supremo y la inteligencia demostrada al afrontar el papel hacen de esta mezzosoprano el paradigma de su voz. Es muy grato poder ver en escena no solo una voz, sino una idea. Es clara su emisión y el concepto mezzo en este caso no es una acuarela de voces, sino de un concepto claro de las posibilidades que le dan sus cuerdas. En esta interpretación afronta un papel de una psicología superficial pero cuya música es de gran profundidad y la cantante consigue mantenerse en lo más alto. En los números de conjunto tiene la inteligencia y capacidad de no sobrepasar sus límites a pesar del sobre estímulo de volumen de sus compañeros.
Llegado este punto queda hablar del trío protagonista y en esta caso lamento tener que decir que debieran reunirse con sus maestros, agentes y compañeros para ver si procede replantearse lo que están haciendo. Marko Mimica lo da todo en escena, pero todo, todo. No queda medio gramo de voz en su cuerpo, toda está fuera emitiéndose a un volumen incomprensible teniendo entre manos un papel como el suyo entre unos coprotagonistas que van en una dirección opuesta. En ese mismo hemisferio está Celso Albelo que como vienen siendo habitual, deja todo de lado preparando un agudo que no rompe en ningún caso siendo este un fenómeno incomprensible. No se puede desafinar con tanto descaro, no tener las notas ajustadas y mucho menos intentar falsear frases con una voz que no le corresponde y que mucho menos, llegará a tener viendo su manera de afrontar una obra. Tampoco tengo palabras ante lo que Joyce El-Khoury perpetró en escena. Sí, es una gran voz; sí, llena la escena y lo que es más impresionante, hay momentos deliciosos en los que demuestra que sabe cantar. No voy a entrar en que en ocasiones su agudo es áspero, o que su sonido es plano y tiene cierta tendencia a acercarse peligrosamente a su garganta, no, lo que intento expresar es que contando con recursos más que suficientes (una voz generosa y hermosa, un control de aire más que notable y una musicalidad bien trabada) pone en escena una Ana Bolena como la que nos ha traído al escenario del Euskalduna, no nos lo merecemos o … ¿sí?. «Anna Bolena» vistosa poco Bilbao OW
Bilbao (Palacio Euskalduna),19-XI-2022. Temporada de la ABAO-Opera Bilbao. Anna Bolena, G. Donizetti (música), Felice Romani (libreto) Solistas:Joyce El-Khoury, Silvia Tro Santafé, Celso Albelo, Marko Mimica, Anna Tobella, José Manuel Díaz, Josep Fadó. Coro de Ópera de Bilbao. Orquesta Sinfónica de Bilbao. Director musical: Jordi Bernàcer. Director de escena: Stefano Mazzonis di Pralafera. Director de escena de la reposición: Gianni Santucci.