El tenor Guzmán Hernando y el pianista Aurelio Viribay nos presentan en este disco, editado por Cezanne Producciones, un recital de canciones de Francia y España de autores como Gabriel Fauré, Manuel de Falla, Maurice Ravel, Francis Poulenc y Xavier Montsalvatge.
Los vínculos entre los músicos de Francia y España a finales del siglo XIX y durante el XX fueron muy fuertes, probablemente por un vergonzoso hecho como fue el menosprecio y la falta de apoyo que sufrieron nuestros músicos en España; por el contrario, sí contaron con apoyo e incluso admiración en el país vecino, siendo frecuentemente los más importantes compositores franceses los que comprendieron el talento de nuestros músicos, originando una relación entre los grandes músicos de Francia y España de respeto mutuo, que enriqueció sustancialmente la creación musical de ambos países.
Este recital de canciones de Francia y España comienza con un bloque de canciones de G. Fauré, la primera de las cuales, Après un réve, da nombre al disco; no se trata de canciones de una gran dificultad en lo vocal pero que sí exigen bastante a nivel de musicalidad, de expresión melancólica. En este sentido es bueno el trabajo realizado por Hernando y Viribay, dándole ese toque nostálgico necesario, con la exceapción de la quinta canción, Mandoline, mucho más alegre en su carácter, siendo este bloque, en mi opinión, de lo mejor del disco.
El siguiente bloque de este recital de canciones de Francia y España lo constituyen la famosísimas Siete canciones populares españolas del músico gaditano Manuel de Falla. La inspiración en el folklore propia del Nacionalismo musical imperante entre los compositores españoles de las primeras décadas del siglo XX, y que tanto agradó a sus colegas franceses, tiene en estas canciones uno de sus ejemplos más elocuentes. La versión de Hernando y Viribay en todas, tanto la dulce Nana, como las alegres Jota, El paño moruno, etc. está planteada desde la sutileza, no busca el lucimiento sino más bien la delicadeza.
El siguiente bloque de este recital de canciones de Francia y España nos lleva de nuevo al país galo, concretamente a la música del genial M. Ravel en sus Histoires naturelles. El Impresionismo, tan genuínamente francés, está presente en estas canciones, siendo destacada la atmósfera creada en este sentido por el piano. Son estas unas canciones en las que la voz, en algunos momentos, está más próxima al recitado que al canto, buscando un eficaz efecto musical. Estas hermosas canciones, absolutamente francesas en su estilo, son bien interpretadas por Hernando y Viribay, obteniendo un buen resultado en este bloque.
Continuamos con los franceses en el siguiente bloque de canciones, concretamente con el conjunto Tel jour, telle nuit de Francis Poulenc, un conjunto de piezas breves, más melódicas que sus predecesoras, en las que se alternan las de carácter recogido y pausado con las enérgicas y animadas, siendo frecuente el contraste incluso dentro de algunas de las canciones.
El bloque que cierra este disco de canciones de Francia y España, nos lleva, gracias al compositor español Xavier Montsalvatge, a Cuba, pues se trata de las famosas Cinco canciones negras; y es que el compositor español recrea con maestría el ambiente del país caribeño en estas hermosas canciones, nostálgicas, recogidas, con la excepción de las alegres Punto de habanera y Canto negro. En su interpretación, Hernando y Viribay apuestan de nuevo por la delicadeza, la sutileza que, desde mi punto de vista, es necesaria para que estas piezas sean eficaces, haciendo de estas canciones otro de los puntos de más interés del disco.
En definitiva, este disco que recoge canciones de Francia y España, cuenta con la voz de Guzmán Hernando, con un agradable timbre medio, cantando mayoritariamente en una dinámica de mezzo-piano e incluso piano, apostando por la sutileza en su interpretación, perfectamente complementada por el buen hacer del pianista Aurelio Viribay, eficaz y seguro en el acompañamiento en este agradable disco, en el que tenemos buenos ejemplos de hermosas canciones, muy vinculadas en algunos casos con lo popular, de Francia y España.
Emilio Lacárcel Vílchez