Tras un largo proceso legal que ha empañado su nombre, Montserrat Caballé firmaba hoy el escrito de conformidad que le ofrecía la Fiscalía, por el cual acepta una condena de medio año de cárcel y una multa de 240.000 euros por el delito de fraude fiscal que se le imputó la primavera pasada: la evasión de impuestos a la Hacienda Pública al figurar como residente en Andorra, cuando mantenía su vivienda habitual en Barcelona.
Con este acto, la cantante parece querer poner fin a este escándalo, que se suma a un ya frágil estado de salud desde que en 2012 sufriera un ictus y una rotura de húmero durante una actuación en Rusia. Desde entonces, los movimientos de Caballé al respecto se han dirigido a una postura conciliadora. Dos semanas después de que se declarase inocente, nada más saltar la primera noticia a los medios, devolvía la totalidad de 508.562 euros que la Agencia Tributaria le reclamaba. A principios del mes pasado, la diva llegaba a un acuerdo con la institución denunciante, por la que ésta solicitaría una reducción del 50% de la multa, así como una pena de prisión menor.
Ahora, Caballé deberá ratificar la consolidación de este acuerdo con la Fiscalía de delitos económicos ante el juzgado de la penal para así eludir el juicio.
