El barítono malagueño Carlos Álvarez triunfa en Valencia en un gran recital en el Palau de les Arts con repertorio mozartiano, del primo ottocento y romanticismo francés acompañado de la soprano Federica Alfano, del Cor de la Generalitat Valenciana y de la Orquesta de la Comunidad Valenciana bajo la dirección de Jordi Bernàcer.
Dentro de los conciertos organizados en la presente temporada del Palau de las Arts de Valencia y en medio de las representaciones de Norma ha aparecido esta brillante cita de uno de nuestros cantantes más internacionales y con más carisma vocal y humano, Carlos Álvarez.
Tras un minuto de silencio como respeto a las víctimas del terrible accidente aéreo donde murieron dos cantantes uno de los cuales la contralto había actuado en el Palau en temporadas recientes dio comienzo el concierto dividido en dos partes, dedicada íntegramente a Mozart la primera con tres de sus obras más conocidas. Tras una obertura vibrante de Don Giovanni, con muy buena presencia de los metales de la orquesta se abrió boca y nunca mejor dicho con una de las arias más ingratas mozartianas para barítono «Finch’han dal vino» que Álvarez supo dotar de brillanted, seguridad, flexivilidad y una naturalidad de emisión digna del mejor estado de gracia.
Acompañado de la soprano de Parma, Federica Alfano, arrasaron con el sensual dúo «Là ci darem la mano» demostrando una buena química como pareja y ella un bello instrumento de color oscuro que hemos podido apreciar en diversas producciones del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo en las que ha participado.
Siguió la Obertura tripartita de Die Entführung aus dem Serrail donde se ha de destacar el solo de fagots en la primera sección y toda la madera en la segunda culminando en una reexposición llena de brillo y con un alto voltaje vital. Esta obertura sirvió de pórtico a la primera intervención del coro titular de la casa con «Singt dem grossen Bassa Lieder» coro del acto I de la misma obra donde pudimos ver la buena forma de este colectivo en su formato de coro de cámara y coro total en el juego que estableció el genio de Salzburgo para este momento de la ópera.
Obertura, dúo y aria de Le nozze di Figaro cerraron esta primera parte del concierto. La obertura careció de un trabajo de intensidades que permitiera vislumbrar los crecendos del inicio al exigir una dinámica casi constante de fuerte y con una rapidez que hizo desaparecer en cierta medida el fraseo mozartiano.
El dúo «Crudel! Perchè fin’ora» nos permitió nuevamente gozar de un Carlos entregado con sus grandes dotes actorales si bien su partenaire no supo disimular su carencia de graves en esta partitura que con el recitativo subsiguiente enlazo en una vibrante interpretación del aria del Comte «Hai già vinta la causa» con solo un poco de problema en las peqeuñas agilidades del final de la misma y una dureza excesiva de la cuerda que no ayudaba a mantener la ligereza necesaria en este Mozart.
En la segunda parte avanzamos al siglo XIX con una selección del Primo Ottocento iniciándose con la “Sinfonia” y el coro «A festa» de I Puritani de Vincenzo Bellini con una perfecta y intervención equilibrada de la sección de trompas de la orquesta para culminar con «Or dove fuggo io mai…Ah, per sempre io te perdei» donde volvimos a gozar con otra de las facetas de este cantante su magnífico fraseo y linea de canto.
Uno de los últimos papeles que ha incorporado Carlos Álvarez en esta temporada ha sido el rol titular de Guillaume Tell de Rossini y del cual hizo una antológica versión del aria “Sois Immobile” mostrando esa equilibrio magnífico entre una vera rappresentazione entre canto y actuación, entre dinámica y adecuación a la expresión dramatúrgica.
Cerró el programa el coro “Le voici!” y el hit “Votre toast, je peux vous le tendre” de Carmen de Bizet, que levantó al público provocando algunos bises que cerraron una velada en que el barítono malagueño se llevó el rabo y las dos orejas en esta plaza de la lírica del Palau de Les Arts.
Robert Benito
