Fue la cuenta oficial de Twitter de la banda a la que pertenecía la que desveló el fatal desenlace. Las noticias sobre su estado de salud eran preocupantes desde hacía varios días. Incluso su exmujer, la también cantante y actriz francoespañola Geraldine Larrosa, había pedido a sus fans rezar por su recuperación. Pero nadie se podía imaginar que el barítono Carlos Marín (Rüsselsheim,1968), integrante del popular grupo de pop lírico Il Divo, iba a dejarnos a la prematura edad de 53 años. Menos aún si la causa de su fallecimiento, como apunta el rotativo británico The Daily Mail, es la Covid-19. Carlos Marín in memoriam
Marín inició su carrera musical siendo niño y antes de entrar a formar parte del cuarteto creado por el productor británico Simon Cowell, ya había participado con gran éxito en musicales, zarzuelas y óperas en diversos teatros de la geografía española, dejando huella en el mundo de la lírica por su gran valía y su trato afable. Se había formado en el Conservatorio de Madrid, perfeccionándose posteriormente con Jaume Aragall, Montserrat Caballé o Alfredo Kraus. Carlos Marín in memoriam
Con 19 años se alzó como vencedor del espacio “Gente Joven” de TVE y fue premiado en concursos líricos como el Jacinto Guerrero, el Francisco Alonso o el Julián Gayarre, por mencionar algunos. Participó en varios montajes de zarzuela y en 1992 fue elegido para el personaje de Marius en el estreno español del musical Los miserables, punto de partida de una presencia constante en el mundo del teatro musical. Se alternó con José Sacristán como Don Quijote en El hombre de La Mancha (1997), junto a Paloma San Basilio, y posteriormente intervino en Grease y La Bella y la Bestia. Al tiempo que se afianzaba en este terreno, continuó interpretando ópera (La traviata, Il barbiere di Siviglia, La bohème, Lucia di Lammermoor, Madama Butterfly, Roméo et Juliette) y zarzuela (La Revoltosa, La verbena de la Paloma, La Gran Vía).
Vivió un buen idilio con ambos mundos, el de la lírica y el del teatro musical, y según manifestó en varias ocasiones, ambos le gustaban por igual. Sin embargo, en 2003, tras superar varios castings en Londres, fue elegido para el lanzamiento del proyecto Il Divo y el éxito fulgurante que cosechó esta formación pionera en pop lírico fijó el rumbo de su carrera artística y le cambió la vida para siempre. Numerosos discos y giras internacionales le hicieron famoso en el mundo entero. Su carisma y su talento musical le convirtieron en el líder del grupo. Carlos Marín in memoriam
En la lírica, al igual que ocurre en cualquier otro sector, no faltan los puristas que miran con desdén este tipo de expresiones culturales híbridas como es el pop operístico. Pasan por alto que la fusión es un proceso natural que se da en todas las disciplinas artísticas y especialmente en todos los géneros musicales. Y obvian el hecho de que iniciativas como Il Divo han acercado a la lírica a millones de personas que vivían de espaldas a este tipo de música. Carlos Marín in memoriam
Si tenemos en cuenta que desde hace décadas preocupan el futuro de la lírica y el relevo generacional entre su público, no nos queda otra que agradecer a Carlos Marín su inestimable contribución a la misma. En OW le recordaremos siempre como el gran cantante y artista que fue. Descanse en paz.
Redacción OW Carlos Marín in memoriam