Carmen en el Metropolitan: gran éxito de Elina Garança

Carmen en el Metropolitan: gran éxito de Elina Garança
Elina Garança. Foto: Ken Howard/Metropolitan Opera

Éxito absoluto de la Carmen de Bizet protagonizado por la mezzo Elina Garança

Entre los muchos atractivos de la larga temporada estaba esta Carmen en el Metropolitan protagonizada nada menos que por la mezzo letona Elina Garança y por Jonas Kaufmann. El tenor canceló por no encontrarse bien, y en sustitución cantó el coreano Yonghoon Lee.

Con una producción de Sir Richard Eyre obtuvo un éxito rotundo. La escena consistió en dos giratorios concéntricos semicirculares que sirvieron para toda la ópera, “imaginando la fábrica de tabacos –mucha imaginación había que echarle- la taberna de Lilas Pastia, la serranía y la plaza de toros de Sevilla, quizá lo más logrado. Una magnífica iluminación de Peter Mumford y una dirección de personajes muy trabajada y eficaz. El vestuario correspondía a los años 50 y si destacar especialmente con excepción del de Elina Garança en la escena final, con una bata de cola y mantilla negra de gran belleza.

Al fallar Jonas Kaufmann, Elina Garança se convirtió en la cantante por excelencia y cosechó un triunfo histórico. Siendo el rol preferido de la mezzo no es de extrañar su identificación con el personaje –por otra parte es una señora que ama profundamente España donde tiene fijada su residencia habitual- Lo más sorprendente de Elina Garança es la naturalidad con la que canta. Poseedora de una fantástica técnica, sin embargo está no se deja traslucir. Todo en ella es natural, sin esfuerzo. Cantó a flor de labios con una proyección magistral y un fraseo poco común. Si el timbre es de una gran belleza, los recursos que utiliza para su Carmen son de una inteligencia extraordinaria. Así el uso de reguladores, la acentuación y matización de palabras y frases, y sobre todo un canto asombroso. Realmente es Carmen. Una Carmen que sabe dosificar la sensualidad, la seducción, la alegría y el drama pero siempre poniendo por delante la independencia, su libertad. Esa es la clave de su interpretación. Elina Garança es hoy por hoy la más grande mezzo del mundo de la ópera. La escena de las cartas –“la mort”- que es donde el personaje tiene que cantar de verdad, al margen de habaneras y seguidillas, fue grandioso, lo que hace de Garança una cantante excepcional. El final es una muestra de la gran actriz que es además de cantante. Todo en su punto, sin exageraciones. Fantástica.

Carmen en el Metropolitan: gran éxito de Elina Garança
Escena de Carmen en el Metropolitan

El tenor coreano Yonghoon Lee le dio la réplica como Don José. Posee una voz atronadora y poderos que tendrá que refinar porque su canto pareció un poco basto siendo, sin embargo una gran tenor con futuro. Magnífica su aria de la Flor que terminó con un piano interminable y arranco grandes aplausos del público.

La soprano americana Ailyn Pérez dio vida a Micaela con voz de bello timbre, amplia y nada ñoña como tantas veces vemos en otras producciones. Muy bien interpretados los roles de Morales, Trevor Scheunemann; Frasquita, Danielle Talamantes; Mercedes, Ginger Costa-Jackson; y Dancairo, Brian Montgomery; así como el Remendao de Keit Jameson.

El rol de Escamillo fue encomendado a Gábor Bretz que cantó con gusto un rol que en muy contadas ocasiones encuentra el intérprete adecuado.

Dirigió desde el foso Louis Lagrange quien inició una obertura que hacía temer lo peor por la incoherencia de tiempos, pero iniciado el drama puso las cosas en su sitio y estuvo muy pendiente de los cantantes. Magníficos orquesta y coro del MET.

Los aplausos y bravos se fueron sucediendo despunEl vestur la ópera, “imaginandfena final, con una bata de cola y mantilla negra de gran belleza.o y estuvo muy pendiente de kosés de cada número llegando al delirio al final, especialmente para la Carmen de Elina Garança quien nos mostraba fatiga alguna y parecía dispuesta a volver a empezar.

Francisco García-Rosado