CD. Rafal Blechacz. Piano. Chopin.

CD.RAFAL-BLECHACZ-

Chopin, F: 2 Polonesas, op. 26; 2 Polonesas, op. 40; Polonesa en fa sostenido menor, op. 44, Polonesa en la bemol mayor, op.53; Polonesa-Fantasía, op. 61. Rafal Blechacz (piano, Steinway D-274). Deutsche Grammophon, Hamburgo, 2013.

Tras haber lanzado en 2012 su primer trabajo discográfico con Deutsche Grammophon, con obras de Debussy y Szymanowsky,  el joven Rafal Blechacz (1985), ofrece en su segunda grabación para el sello amarillo su particular visión de estas siete polonesas. El haber conquistado en 2005 el primer premio del concurso Chopin (y todos los premios especiales) añade a la presente grabación un expectación especial. Blechacz no defrauda. Su interpretación es sólida, expresiva y limpia, derivada de una observación atenta de la partitura; su  pedalización es elegante, y su toque es certero, profundo, delicado, violento, según conviene cada vez en una música altamente inflamable, que exige esta versatilidad de carácter.

Cuenta el mismo Blechacz que poco después de ganar el concurso decidió estudiar la integral de las polonesas de Chopin, muchas de las cuales ya tocaba desde niño, de modo que desde entonces las ha venido incorporando en sus recitales por todo el mundo, siendo el presente CD una consecuencia lógica de esta experiencia comunicativa. Su atenta escucha de las armonías y su fino sentido de la precisión rítmica permiten a la música respirar de un modo natural y convincente.

También la selección de las polonesas y el orden en que estas se presentan contribuyen a que estemos ante un disco ciertamente redondo y compacto, ya que se trata de las siete polonesas que Chopin publicó en vida, teniendo varias de ellas, seguramente por razones editoriales, un sobretítulo. Así se presentan dos grupos de dos polonesas (Op. 26 y 40), en los que solo una de ellas está en tonalidad mayor, siendo esta la denominada “Militar”, tras los cuales aparecerá la polonesa en fa sostenido menor (“Trágica”), y ya por último las dos célebres polonesas en la bemol mayor, Polonesa Heroica y la inefable Polonesa Fantasía, a cual más bella. Uno de los misterios de esta música es que cada una de las polonesas es en sí misma marcial, trágica y épica a la vez y, por supuesto, todas rebosan una fantasía que este gran pianista ha sabido extraer, sin caer en excentricidades ni manierismos, permitiendo que el discurso chopiniano hable por sí mismo y sin dejar, por el contrario, que el potente lirismo obstaculice todo lo que de narrativo hay en ellas.

Héctor E. Márquez