CD. Spanish Landscapes. Leticia Moreno (violín)

CD.Leticia-Moreno

Spanish Landscapes. Leticia Moreno (violín), Ana María Vega (piano). Obras de Turina, Falla, Granados, Ernesto Halffter, Toldrá, Albéniz, Sarasate y García Lorca. Deutsche Grammophon, 2013.

Viaje sonoro por los paisajes de España

La carrera artística de la jovencísima violinista española Leticia Moreno está experimentando en los últimos años un inusitado ascenso. Su técnica firme y precisa, junto a una consolidada madurez expresiva, hacen de ella una de las más aclamadas concertistas españolas del momento. Una fulgurante trayectoria que lleva ahora a la madrileña a deleitarnos con su arte a través del disco. Y lo hace en este trabajo para el sello de la Universal con un acercamiento a la música de cámara española para violín, acompañada al piano por Ana María Vega.

Es Spanish Landscapes un viaje sensorial por algunos de los paisajes sonoros más evocadores y emblemáticos de nuestro país que comienza con la fantasía en cuatro movimientos El poema de una Sanluqueña op. 28 del sevillano Joaquín Turina, pieza escasamente explorada que esbozó en 1924 tras su estancia en París, y que pincela sugestivos y emocionales trazos de folclore andaluz bajo el tamiz del impresionismo francés.

Como no podría ser de otra forma, los otros dos grandes exponentes de la música nacionalista española de comienzos del XX, Manuel de Falla y Enrique Granados, están justamente representados en este álbum. El compositor gaditano mediante sus Siete canciones populares españolas para voz y piano convertidas mediante la transcripción para violín y piano de 1925 del polaco Paul Kochanski (autorizada por el propio Falla) en la Suite popular española, integrada por seis piezas de las cuales se suprime la Seguidilla murciana. Es un placer escuchar el desparpajo del violín de Moreno dando vida a las originales inflexiones del canto flamenco en números como Canción o Polo, o en los arrullos de la Nana. Por su parte, el músico gerundense llega de la mano de su inacabada Sonata para violín, un sorprendente descubrimiento de la música catalana, al igual que el inhóspito Sonetí de la Rosada de Eduard Toldrá, en la voluntad de la violinista madrileña de exhumar piezas del olvido al que están sometidas algunas obras de la música española.

Su fuerte personalidad musical regala en este álbum varias piezas que previamente ha transcrito para su instrumento. De esta forma encontramos la archiconocida Danza española nº 5, Andaluza, de Granados, original para piano solo y que la sonoridad cálida del violín dota aquí de otro prisma de sensualidad, así como la doliente Nana de Sevilla que cierra el álbum, perteneciente a las Canciones populares antiguas que el poeta granadino Federico García Lorca destinó para la cantaora “La Argentinita”. El gran artífice de la música de salón para violín en la Viena del siglo XX, el alemán Fritz Kreisler (que demostró como intérprete su gran entusiasmo por la música de los compositores del nacionalismo español) se hace presente a través del arte de Moreno en las transcripciones de la vibrante y desenfrenada Danza Española nº 1 de la ópera La vida breve de Falla (en lo que supone un gran alarde de virtuosismo) y el salonístico Tango de la suite pianística España op. 165 de Albéniz.

 

Otro gran valor de la música española del siglo XX, un tanto olvidado injustamente como es Ernesto Halffter, está también convocado en este disco con su incidental Serenata a Dulcinea, descubrimiento de la joven violinista entre sus papeles de estudio y que es un muy notorio ejemplo del conservadurismo musical español de los años cincuenta en plena vorágine de vanguardias.

 

Y el oyente que se avenga a contemplar estos paisajes sonoros también podrá adentrarse en el folclore bohemio por medio de la escritura virtuosística y rapsódica del padre de la música para violín en España, Pablo Sarasate, en sus épicos Aires gitanos op. 20. Es un placer para los oídos visionar estos paisajes de nuestra tierra patria proyectados de manera inmejorable por el violín de Leticia Moreno.

Germán García Tomás