Concerti per archi: Vivaldi incandescente

El sello Naïve presenta este doble disco dentro de la ya extensa serie de grabaciones The Vivaldi Edition, protagonizada en esta ocasión por Ottavio Dantone y su Accademia Bizantina, con una tercera entrega de los Conciertos para arco y para viola d’amore del compositor veneciano. Hasta un total de 13 nuevos concerti per archi se atreve a grabar esta vez el incombustible director, 13 conciertos que recorren diversas tonalidades, comenzando y concluyendo por la de si bemol mayor, el último de los cuales que cierra el primer disco es el llamativo concierto intitulado “Conca”, o sea, la concha marina, aquí tocada por Lionel Renoux, con cuyo sonido de calmo oleaje nos deleitamos al comienzo y al final de los movimientos rápidos de la pieza.

Venecia se respira por doquier en estas miniaturas que explotan todas las posibilidades técnicas de la época en una orquesta de cuerdas, por medio de ritmos sincopados y de carácter popular asombrosamente diversos, aquí acometidos con firmes y vigorosos ataques por la Accademia, liderados desde el clave por Dantone, y aunan tanto pujanza rítmica como cantabilità, frente a las cantinelas dulces, melancólicas y ensoñadoras de los movimientos lentos, que evocan tiernos viajes en góndolas. Los músicos de la Bizantina respiran al unísono en cada nota que tocan, basculando al detalle dinámicas y progresiones armónicas, para extraer de estos conciertos la fragancia y el color característico que define a cada uno de ellos, aparentemente parecidos pero increíblemente diversos.

Como así lo son los conciertos para viola d’amore, más desarrollados que los anteriores por la presencia de un solista, aquí con la participación de Alessandro Tampieri (igualmente concertino de la formación), que en los cinco conciertos que interpreta (RV 393-397) regala sonoridades y atmósferas únicas de su singular instrumento, y que le permiten implementar una gama amplia de recursos tímbricos en las cadencias, como la del último tiempo del concierto RV 393, de una gran rusticidad y con ecos orientalizantes. Tampieri sabe aunar la precisión técnica y sacar lustre a toda la riqueza del registro de la viola d’amore, tanto cálido y luminoso como rugoso e incisivo, con especial énfasis en sacar a relucir los graves y todo el efecto resonador del instrumento. En resumen, y como es acostumbrado en estos formidables intérpretes, frescas y vigorosas lecturas vivaldianas son las que nos presenta este álbum que viene a engrosar el amplísimo catálogo concertante del autor barroco.

Germán García Tomás