El Concurso de Canto Francesc Viñas llega a su edición número 56. No cabe duda de que estamos en el concurso de canto más importante de España, sino también en uno de los más importantes del mundo. En mi opinión los tres grandes concursos de canto en la actualidad son Operalia, Cardiff (se celebra cada dos años) y el Viñas.
El número de aspirantes que se presentan cada año al concurso, las sedes donde se celebran las eliminatorias previas, los numerosos premios que se reparten entre los concursantes y el indudable prestigio del concurso ponen en evidencia la importancia del mismo, como lo corrobora también repasar los ganadores históricos del concurso. Hay que felicitar a los organizadores del mismo por la labor realizada y por haber tenido la habilidad de involucrar en el desarrollo del concurso a muy importantes teatros de ópera del mundo, encabezados por el Liceu de Barcelona.
Las pruebas finales del concurso se han venido desarrollando en las últimas semanas en Barcelona y se han conocido los ganadores en la tarde del viernes pasado. Siguiendo una larga tradición tiene lugar el domingo 27 de Enero un concierto en el Liceu que tiene como protagonistas a los más destacados concursantes a juicio del jurado internacional, en cuyo seno destacaba la presencia de veteranas cantantes como Viorica Cortez y Dolora Zajick.
El concierto nos ha ofrecido las actuaciones de los 9 concursantes más destacados, dedicándose la segunda parte del mismo a los más destacados. Comenzaré mi relato con los ganadores.
En esta ocasión ha habido dos ganadores, ya que parece que llegaron totalmente empatados a puntos para los miembros del jurado. Dichos ganadores han sido el tenor peruano Iván Ayón Rivas y la soprano rusa Aigul Khismatullina. Debo decir que los dos me han parecido totalmente dignos de obtener el primer premio del concurso, aunque también diré que si yo hubiera estado en el jurado mi voto “de calidad” habría ido al tenor peruano.
Iván Ayón
Es un tenor en plena carrera, que a sus 25 años de edad ha actuado ya en importantes teatros, (especialmente en Italia) y con éxito. Es bien conocido en teatros de ópera como la Fenice de Venecia o la Ópera de Roma, habiendo participado también en el prestigioso Festival de Macerata. Es un tenor lírico-ligero de timbre muy atractivo y homogéneo a lo largo de la tesitura, que sabe cantar y expresar perfectamente. No es aventurado decir que vamos a oír hablar de él y mucho en un futuro próximo.
En el concierto cantó una notable Furtiva Lagrima de L’Elisir d’Amore y una magnífica interpretación de Che gelida manina, de la Bohème de Puccini. Un estupendo cantante.
Aigul Khismatullina
Es la soprano rusa que ha compartido el primer premio del concurso con el tenor peruano. Tiene 29 años de edad y está perfectamente formada en términos vocales. Su voz responde a la de una soprano ligera, con algo más de cuerpo, teniendo un timbre atractivo y cantando de manera destacable.
Aigul Khismatullina
En el concierto ofreció en primer lugar Caro nome, de Rigoletto, cantando de manera destacable, siendo digno de resaltar cómo se abre su voz hacia las notas más altas. Cerró el concierto con la famosa aria de la Reina de la Noche en La Flauta Mágica. Me refiero a Der Hölle Racher, donde ofreció una brillante interpretación en línea con una soprano ligera, aunque personalmente prefiero una intérprete con más cuerpo, aunque muy pocas veces se consigue esto.
Liv Redpath
Soprano de Estados Unidos ganadora del segundo premio del concurso. También en este caso la carrera está lanzada, ya que esta misma temporada ha sido Gretel en la ópera de Humperdinck en Los Angeles y está anunciada como Zerbinetta en el Festival de Ópera de Cincinnati el próximo verano.
Liv Redpath
Cantó en primer lugar el aria de Susanna en Le Nozze di Figaro y lo hizo de manera destacable, aunque hay algo de monotonía en su canto. Finalizó su actuación con el aria y cabaletta que ponen fin a La Sonnambula de Bellini, brillante y adecuada en agilidades, con sonidos un tanto metálicos en la parte superior.
Long Long
Tenor chino ganador del tercer premio del concurso. La voz responde a la de un tenor lírico, con un timbre atractivo y cantando con gusto, dejando una buena impresión.
Cantó en primer lugar La donna è mobile, donde mostró su atractiva voz, con algún ligero accidente en el SI conclusivo. Finalizó con La romanza de la flor, de Carmen, donde me resultó más convincente, expresando francamente bien.
El resto de participantes en el concierto habían conseguido también premios, aunque no los más importantes. Fueron cinco de ellos los que lo hicieron y ocuparon la primera parte del concierto, aunque la diferencia de calidad con los anteriores era muy clara.
Jacob Scharfman
Barítono americano más especializado en oratorio. Cantó un fragmento del oratorio Paulus de Mendelsohnn. La voz tiene cierta calidad, algo reducida en volumen. Le falta mejorar su expresividad.
Juan de Dios Mateos
Tenor almeriense, a quien ya había tenido ocasión de ver en el mismo Liceu en Il Viaggio a Reims. Cantó el aria de Tonio en La Fille du Regiment, con voz de tipo tenorino, más bien reducida de tamaño y le falta mayor expresividad. Llega bien a los sobreagudos.
Siman Chung
Contratenor de Corea del Sur, que me produjo una buena impresión como cantante, aunque tiene dos registros muy distintos en su voz. Cantó un aria de Mitridate, de Mozart y otra de Rodelinda, de Haendel, donde me resultó más convincente.
Valentyna Pluzhnikova
Mezzo soprano de Ucrania, cuya actuación me resulto poco convincente. En mi opinión ella no es una mezzosoprano, sino una soprano corta. Los graves son artificiales y tiene problemas en las notas altas. Cantó Smanie implacabile de Così Fan Tutte y O mio Fernando, de la Favorita, donde terminó la cabaletta en un grito descontrolado.
Jaka Mihelac
Barítono esloveno, de voz un tanto reducida y con la emisión un tanto atrás. Me resulta poco interesante y un tanto inexpresivo. Cantó el aria de Valentín en el Faust de Gounod y el aria de Fígaro en el Barbero de Sevilla, donde le faltó gracia y sobró algún engolamiento.
Evidentemente, los ganadores demostraron que sus méritos son indiscutibles y, por supuesto, oiremos hablar de ellos, especialmente de Iván Ayón Rivas.
Santiago Serrate
Dirigió la Orquesta del Liceu Santiago Serrate, que lo hizo de manera adecuada.
El Liceu estaba lleno, salvo en los dos pisos más altos. El público se mostró cálido con los cantantes, especialmente con los ganadores.
El precio de la localidad más cara era de 29 euros, costando 10 euros la más barata.
José M. Irurzun