La magia de ‘Alcina’ embruja en Bogotá Magdalena Kožená Venice Baroque Bogotá Por Juan David Giraldo
“A la tercera va la vencida” dice el adagio, y así ocurrió el pasado 23 de septiembre con el memorable concierto llevado a cabo en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá. La audiencia bogotana había sufrido la cancelación de dos conciertos de la soprano checa Magdalena Kožená: la primera por un grave incidente familiar y la segunda motivada por la pandemia de Covid19.
Bien valió la pena esta espera pues ese viernes el público se deleitó con un verdadero festín barroco, de perfecto planteamiento en cada una de las piezas del programa, plasmando un impecable retrato de la maga Alcina y de ese dorado periodo musical: Las arias de la ópera de Georg Friedrich Händel, —basada en el libreto L´isola d´Alcina de Riccardo Broschi a partir de cantos del Orlando furioso de Ariosto— se intercalaron con obras interpretadas por la Orquesta Barroca de Venecia bajo la dirección de Andrea Marcon. Inició con la Introduzione teatrale No. 4 de Pier Antonio Locatelli —un poco corta de aliento, hay que decirlo—, para continuar con los Conciertos de Antonio Vivaldi en Re mayor para violín e II cardelino para flauta, de alto virtuosismo y la introducción de La Cetra de Alessandro Marcello, con las arias de la diva que transita con su voz que fluye desde un timbre sopranil más etéreo a la mezzo contundente con riqueza de intensidades y matices. Magdalena Kožená Venice Baroque Bogotá
La legendaria versatilidad vocal y dramática de Kožená llevó en volandas a un auditorio totalmente embrujado por las diferentes facetas del rico personaje, mediante seis arias impecables, desmintiendo la supuesta monotonía de la ópera del ottocento. A la empoderada maga que seduce a Ruggiero, le siguió la mujer traicionada de «Ah, Ruggiero crudel, tu non mi amasti!», y después dio paso la mujer derrotada de «Si, son quella non più bella», o la desamparada «Ombre pallide, io son, mi udite». Marcon y su conjunto dotaron de vivacidad, melancolía y sus muchos matices, el acompañamiento y soporte a la voz de Kožená; brillando intensamente en las partes puramente instrumentales.
Tras el aplauso cerrado y de pie para la cantante, el grupo y sus virtuosos, el concierto cerró con dos bises: «Solo quella guancia bella», de La veritá in cimento de Antonio Vivaldi y «Lascia ch’io pianga, mia cruda sorte» que Händel compuso como una zarabanda para Almira en 1708, luego transformó en aria de oratorio bajo el nombre «Lascia la spina, cogli la rosa» y finalmente, —como es conocida tan popularmente gracias al cine— en el aria del segundo acto de la ópera Rinaldo.
El único tropiezo de la noche fue la poca asistencia de público, debido al tráfico demencial de esta ciudad que está desarmada por obras de infraestructura, incluido metro y un diluvio que hace recordar que la fría Bogotá está en medio del trópico. No dudo en que los que se perdieron de esta embrujadora velada se lamentaron como Almirena, el personaje de Rinaldo, y canturrearon ese “Deja que llore mi suerte cruel”.
23 de septiembre de 2022, Bogotá (Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo). Obras de Händel, Locatelli y Vivaldi. Magdalena Kožená Venice Baroque Bogotá Magdalena Kožená, mezzosoprano. Venice Baroque Orchestra. Andrea Marcon, director musical. OW