Concierto lírico en Castro Urdiales

COMPAÑÍA DE ÓPERA Y ZARZUELA DE SÁMANO

DIRECTOR: PABLO PASCUAL

PRIMER VERANO LÍRICO

IGLESIA DE SANTA MARÍA. 24/08/2013

El pasado sábado el incomparable marco y la majestuosa acústica de la Iglesia de Santa María de Castro Urdiales acogieron una vez más una gran velada lírica entre sus muros ancestrales.

En esta ocasión se trató del Programa mixto, sacro y lírico, que para tal ocasión habían ideado los integrantes de la Compañía de Ópera y Zarzuela de Sámano, una agrupación local con nueve años de andadura.

El barítono castreño Jesús María Zaballa, de voz grande y redonda, rompió el hielo con un Caro mio ben un tanto forzado en los ataques y agudos, que intentó suavizar en los finales de frase.

La soprano en ciernes Manuela Portal cantó un Lascia ch’io pianga delicado con certa paura. Démosle unos años más de preparación y tal vez estemos ante una gran intérprete de Haëndel, Vivaldi, Hayden…

El tenor bilbaíno Alberto Núñez eligió una atípica versión en Sol menor del Ave Maria de Caccini, que cantó con hermosa y fluida voz, haciendo algunas variaciones, compás de silencio incluido, bastante poco ortodoxas, pero totalmente eficaces, dado el caluroso aplauso del público, que por cierto abarrotaba el templo.

En el canon del Panis angelicus de César Frank, la soprano se vio deliciosamente arropada por sus partenaires masculinos, quienes sorpresivamente salieron uno de cada flanco del altar, logrando un gran efecto, también secundado por el respetable.

Jesús María Zaballa cantó entonces con sentida emoción la tristemente hermosa Elegía a las Víctimas de la Francesada, del compositor Domingo Palacio López, quien se hallaba entre los presentes, y a quien el presentador de la Gala, el comentarista radiofónico José Antonio González, quien por cierto tuvo una impecable actuación, invitó a que presentara esta delicada página, en recuerdo de las víctimas de la matanza de muchos castreños y castreñas a manos de los franceses.

El compositor pidió unos segundos de silencio antes del aplauso, pero la emoción y la delicada interpretación de Jesús María Zaballa pudieron más, y nada más desaparecer el último acorde, las manos de los allí congregados y las campanas de la iglesia rompieron la promesa hecha apenas unos minutos antes.

Este emotivo momento dio paso a la Segunda Parte, de Ópera, Zarzuela y Canción de Concierto, que sirvió para presentar al barítono Pablo Pascual, Director de la Compañía de Ópera y Zarzuela de Sámano, quien acompañó al tenor Alberto Núñez, quien debutaba la pieza, en el delicado fragmento de la Ópera Marina Se fue la ingrata. Otro emotivo momento del concierto, ya que Pablo Pascual, tras sesenta años de carrera, mostró una gran voz, ofreciendo el contrapunto idóneo a la suave línea de Jorge. Ambos, perfectamente conjuntados, acabaron en un larguísimo La bemol agudo.

El público estaba encantado, y cuando Jesús María Zaballa culminó el aria del Toreador de la ópera Carmen, de Bizet, la emoción, que ya entonces se podía cortar, adquirió cotas que parecían insuperables con el Caruso del tenor, quien acarició las estrofas para dar paso a unos estribillos cantados con potencia y profunda emoción.

Le relevó de nuevo Jesús María Zaballa, esta vez con la romanza Ya mis horas felices de La del Soto del Parral, que cantó con arrojo y solvencia.

La delicada voz de Manuela Portal se dejó sentir en el aria de Gianni Schicchi O mio babbino caro. Ya más asentada en la escena, recibió una calurosa ovación.

El plato fuerte fueron los postres.

Jesús María Zaballa y Alberto Núñez interpretaron el dúo Au fond du temple saint, de Los Pescadores de Perlas, de Bizet. Simplemente delicioso.

Jesús continuó con arrojo y casi sin tiempo para respirar con la romanza En la cárcel de Villa, de La linda tapada, de Alonso, dando elegantemente paso al tenor, quien se atrevió con Nessun dorma, de la ópera Turandot, de Puccini. Si bien su voz no es por el momento la más adecuada para este tipo de roles, ofreció una inteligente lectura de la inmortal página, culminando con un Si natural que desató el furor y las lágrimas de buena parte del respetable.

Momento memorable, sin duda, que culminó con el Brindis de Marina, de la mano de Pablo Pascual (de nuevo formidable) y Alberto Núñez, a quien ya se le empezaba a notar el cansancio, del todo comprensible, por cierto, porque lo dio todo. No obstante, llegó el ansiado Si bemol final y el público, de pie, recibió con un caluroso aplauso a toda la compañía.

La pianista, María Jesús Ventura de Oteiza, acompañó con delicada solvencia todas y cada una de las piezas, en un clavinova que sonó a gloria.

Una gran velada, que representa el Primer Verano Lírico de Castro Urdiales, promovido y protagonizado por la Compañía de Ópera y Zarzuela de Sámano, demostrando, una vez más, que, de vez en cuando, alguien sí puede ser profeta en su tierra.

 

Alberto Núñez

PROGRAMA DEL CONCIERTO

PRIMERA PARTE

PROGRAMA RELIGIOSO

 

GIORDANI CARO MIO BEN

HAËNDEL LASCIA CH’IO PIANGA RINALDO

CACCINI AVE MARIA

FRANK PANIS ANGELICUS

D. P. LÓPEZ ELEGÍA A LAS VÍCTIMAS DE LA FRANCESADA

 

SEGUNDA PARTE

ÓPERA, ZARZUELA Y CANCIÓN DE CONCIERTO

ARRIETA SE FUE LA INGRATA MARINA

BIZET TOREADOR CARMEN

DALLA CARUSO

SOUTULLO Y VERT YA MIS HORAS FELICES  LA DEL SOTO DEL PARRAL

PUCCINI GIANNI SCHICCHI O MIO BABBINO CARO

BIZET AU FOND DU TEMPLE SAINT PESCADORES DE PERLAS

ALONSO EN LA CÁRCEL DE VILLA LA LINDA TAPADA

PUCCINI NESSUN DORMA TURANDOT

ARRIETA BRINDIS MARINA

 

ELENCO

PABLO PASCUAL BARÍTONO

JESÚS MARÍA ZABALLA BARÍTONO

MANUELA PORTAL SOPRANO

ALBERTO NÚÑEZ TENOR

MARÍA JESÚS VENTURA DE OTEIZA PIANO

JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ PRESENTADOR