El pasado sábado 16 de julio, el Teatro Real clausuraba su Semana de la Ópera 2022 con una jornada de puertas abiertas en la que tuvieron lugar dos recitales protagonizados por los jóvenes –cantantes y pianistas– que han participado en la segunda edición del programa Crescendo, Creamos Ópera de la Fundación Amigos del Teatro Real. programa Crescendo Teatro Real
Creado la pasada temporada, en plena pandemia, bajo el auspicio de Porosus Fonds de Dotation, Edmond de Rothschild Foundations y la Fundación Banco Sabadell, Crescendo nació con vocación pedagógica e inclusiva. Su objetivo es complementar la formación académica adquirida por los jóvenes artistas en sus centros de estudio y de prepararles para afrontar una carrera profesional de gran exigencia, exposición pública y competencia. programa Crescendo Teatro Real
Rosa Gomariz, soprano y una de las participantes, cuenta a Opera World lo difícil que resulta a los jóvenes cantantes meter la cabeza en el mundo profesional y se siente “agradecida” de que programas como Crescendo les den “la oportunidad de demostrar su valía, puesto que es un gran escaparate lleno de gente del mundo profesional de la ópera”.
A lo largo de 37 sesiones de formación repartidas en varios meses y a través de talleres, clases magistrales, debates y distintas actividades transversales, veintitrés jóvenes de nueve nacionalidades han tenido la oportunidad de enriquecer su desarrollo artístico y humano de la mano de profesionales del canto como Sabina Puértolas; de la escena y la interpretación, como Víctor Manuel Dogar y Anima May, o de la dirección orquestal como Carmen Santoro, quien posee una dilatada experiencia como maestra correpetidora y vocal coach internacional.
La soprano hispanofrancesa Inés Lorans nos habla de lo enriquecedoras que fueron las clases con Dogar (“siempre tenía algo diferente que decir a cada alumno”) y con Anima May (“los cantantes a veces estamos demasiado preocupados por la voz y la técnica y es muy bueno recordar la importancia de tener el control sobre todo nuestro cuerpo y nuestras emociones”). Y si algo le falta al programa es… tiempo, como nos comenta la pianista y cantante –también hispanofrancesa– Eve Kerloc’h: “la duración del programa es quizás demasiado corta, echamos en falta más meses de formación”.
En concreto, en esta segunda edición han participado 23 jóvenes de Albania, Chile, Colombia, España, Paraguay, Portugal, Rusia, Serbia y Venezuela: 12 sopranos, 2 mezzosopranos, 1 tenor, 4 barítonos, 1 bajo-barítono y, por primera vez, 3 pianistas repetidoras. En total, las dos primeras ediciones del programa ya suman 43 jóvenes beneficiados. Durante la charla con Opera World, el barítono Rajiv Cerezo recuerda cómo fue el proceso de admisión en el programa, primero mediante el envío de vídeos de actuaciones y, en la segunda fase, con una audición presencial en el Teatro Real, y se le ilumina la cara al rememorar el momento en el que le comunicaron que había sido aceptado. programa Crescendo Teatro Real
Y es que quizá la dimensión más importante y estimulante de Crescendo sea la creación de oportunidades reales para que los jóvenes participantes inicien su carrera profesional, con actuaciones en diferentes iniciativas del Teatro Real. La soprano Javiera Saavedra, chilena residente en Italia, nos revela con orgullo que participará en el concierto de apertura del Real Junior, Fantasma que Canta no Espanta, previsto para finales de octubre. Otros lo harán en A.I.D.A, una versión del popular título verdiano para público de todas las edades que canta a la amistad, la igualdad, la diversidad y el amor (llegará en noviembre). Además, varios alumnos y alumnas han encontrado agente durante el tiempo que han estado siguiendo el programa.
Pero Crescendo no solo son clases y trabajo. También ha habido momentos para la desahogo y la amistad. Lo expresa muy emotivamente la soprano venezolana Sonia Suárez: “Mis compañeros han sido maravillosos, pertenecemos a una generación a la que le está costando mucho conseguir lo que deseamos, así que lo entendemos de ese modo y nos ayudamos entre nosotros mismos. Hemos tenido una hermosa conexión y admiración mutua desde el primer día”.
Esa conexión fue palpable durante los conciertos del sábado pasado, en los que los jóvenes dieron pruebas, no solo de tener por delante una prometedora carrera como artistas líricos, sino también de que había entre ellos complicidad, química, la misma ilusión por seguir haciendo lo que más les gusta. Bravi, tutti!
Redacción OW programa Crescendo Teatro Real