Cristina Marinero entrevista a Tamara Rojo, directora del San Francisco Ballet

TAMARA ROJO SE PRESENTA POR PRIMERA VEZ EN ESPAÑA COMO DIRECTORA  DEL  SAN FRANCISCO BALLET  EN  EL  TEATRO REAL    .                            CON  EL LAGO DE LOS CISNES  Marinero entrevista Tamara Rojo Ballet

Marinero entrevista Tamara Rojo Ballet

Por Cristina Marinero                                                                     OW

En mayo de 2023, el Teatro Real presentó en España el primer ballet con que Tamara Rojo se estrenaba como coreógrafa, Raymonda, realizado para la compañía que dirigió diez años, el English National Ballet (ENB). Ya entonces, la estrella de la danza española y gloria británica por sus décadas como figura del Royal Ballet y el citado ENB había volado hasta Estados Unidos para ponerse al frente del San Francisco Ballet (SFB).

La Premio Príncipe de Asturias 2005 (recibido junto a Maya Plisetskaya, la primera vez que el galardón de las Artes se otorgaba a estrellas del ballet) nos adelantó en aquellos días que estaba en conversaciones con el Teatro Real para venir con el SFB. Era lógico que fuese con uno de los grandes clásicos… Y claro, las entradas están ya a punto de agotarse.

Tamara Rojo: “Las artes no pueden tener integridad artística si no son libres de la interferencia y el interés de los políticos”

La Premio Príncipe de Asturias 2005 (recibido junto a Maya Plisetskaya, la primera vez que el galardón de las Artes se otorgaba a estrellas del ballet) nos adelantó en aquellos días que estaba en conversaciones con el Teatro Real para venir con el SFB. Era lógico que fuese con uno de los grandes clásicos… Y claro, las entradas están ya a punto de agotarse.

“Para construir algo nuevo e innovador con sustancia hay que tener un conocimiento profundo de las técnicas y el canon clásicos”, subraya la Premio Príncipe de Asturias 2005.

El lago de los cisnes, en la versión de Helgi Tomasson, a quien Rojo sustituyó en 2022 en la dirección, se podrá ver en el Teatro Real del 15 al 22 de octubre en ocho flamantes funciones y en una esplendorosa producción que ya celebra tres lustros. A propósito de este estreno, y de sus casi dos años en la ciudad del Golden Gate, hemos hablado con Tamara Rojo antes de su llegada a Madrid. 

Las representaciones de El lago de los cisnes en el Teatro Real representan la primera vez que el San Francisco Ballet se presenta en Madrid y en España. ¿Era su objetivo primordial venir enseguida?

San Francisco es una ciudad bastante alejada, así que las giras son fundamentales para que se conozca nuestro trabajo y a nuestros bailarines. El Teatro Real ofreció esta oportunidad, que no se podía dejar pasar, de venir a Madrid por primera vez con la compañía. Y la agradezco profundamente.

Es un hecho histórico para el mundo de la danza y del arte de España, ya que recibimos en nuestro gran teatro a la compañía de ballet más antigua de Estados Unidos, fundada por William Christensen en 1933, por lo que ya cumple 91 años. 

Me parece muy importante ser una compañía que continúa desarrollando el arte y a sus artistas, que siga atrayendo al público, y garantice el futuro. Lo que es incuestionable es la gran historia de creación e innovación que posee y el rol tan importante desempeñado en crear tradiciones culturales en Estados Unidos y el mundo. De hecho, fue la primera compañía en presentar tanto Cascanueces como El lago de los cisnes en Estados Unidos, dos ballets que no solo se programan constantemente por todas las compañías internacionalmente, sino que son parte incuestionable de la tradiciones americanas, especialmente Cascanueces cada Navidad.

¿Cómo describiría las particularidades de este El lago de los cisnes creado por Helgi Tomasson, sobre el original de Petipa/Ivanov sobre la bellísima composición de Tchaikovsky?  

Esta versión de Lago es bastante tradicional. La narrativa es clara y da mucha oportunidad a toda la compañía de bailar y demostrar su alto nivel artístico.

En el foso, al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real estará Martin West, director musical del SFB y con quien también coincidió en diferentes ocasiones cuando dirigió en el English National Ballet.

¡Si! ¡Martin y yo nos conocemos desde mis inicios en el ENB! ¡Casi era una adolescente! Es un gran músico y amante de dirigir ballet, lo que siempre se agradece tanto en el foso como desde el escenario. Estoy segura que la orquesta del Real va a disfrutar mucho tocando bajo su batuta.

¿Qué podría destacar de los bailarines principales que van a protagonizar El lago de los cisnes en las ocho funciones?

El nivel que encontré en la compañía al unirme a ella era ya fantástico. El estreno lo harán Sasha Da Sola y Aaron Robison, dos bailarines con muchísima experiencia y, en el caso de Aaron, ya conoce al público español. También interpretarán a los protagonistas, Wona Park y Wei Wang, de una exquisitez técnica extraordinaria. Max Cauthorn y Nikisha Fogo, por su parte, traen riesgo y brillantez. Y Jasmín Jimison y Harrison James poseen una gran profundidad dramática. Todos son grandes artistas.

Y hay cuatro españoles en la compañía, Fernando Carratalá (antes también en el ENB), Diego Cruz, Rubén Cítores y Lucas López…

Los bailarines españoles son conocidos en todo el mundo por su brillante técnica, su carisma y su profesionalidad, y así son todos ellos.

En 2023, invitó a Julio Bocca como maestro para dar clase a la compañía y escuela, y ensayar con los primeros bailarines, también para Lago, ¿cómo fue el reencuentro y la colaboración con él?

Julio es un gran amigo, además de un grandísimo maestro y desde el principio quise que estuviera asociado a la compañía para que los bailarines pudieran recibir su conocimiento y experiencia. Es siempre un placer y una inspiración compartir el estudio con él, así como lo fue compartir el escenario las veces que bailamos juntos.

En estos casi dos años como directora del San Francisco Ballet, ¿qué reflexión puede compartir sobre su trabajo allí? ¿Y de la vida en esa icónica ciudad?

Además de ser una ciudad de una gran belleza geográfica, San Francisco tiene maravillosas instituciones artísticas con las que disfruto colaborar. Es, también, donde se está diseñando el futuro de la humanidad a través de la innovación tecnológica, lo que le da a la ciudad y al público una característica de interés por la innovación. Estas tecnologías son a la par una fuente de inspiración, como lo fue en la creación de Mere Mortals, creada para SFB por Aszure Barton y Sam Shepherd, y de miedo por lo que pueden significar para las profesiones artísticas.

Estará al tanto del cambio de dirección en nuestra Compañía Nacional de Danza (CND), lógicamente. Es más que un cambio de rumbo porque, a excepción de los compromisos fijados en Zarzuela y Real con La Sylphide y Don Quijote, todo apunta a que el clásico y el neoclásico no van a ser lo pilares, aparte de que se hagan obras actuales, por supuesto, como es normal en las más eminentes compañías del mundo. ¿Qué piensa de que los políticos tomen decisiones así con la danza, caprichosamente, algo que no sucede con otras artes?

Sin entrar en ninguna valoración sobre la dirección actual de la CND, que no conozco, he sido siempre constante en mi opinión de que las artes no pueden servir al público o tener integridad artística si no son libres de la interferencia y el interés de los políticos. Para mí, el mejor sistema sigue siendo el británico, en el que tanto los nombramientos del liderazgo artístico como las subvenciones pasan por el consejo de las artes, una institución independiente de los gobiernos, que puede asegurar una visión y planificación a largo plazo, y que ofrece continuidad y evolución en vez de ruptura e improvisación constante.

Es, además, una cuestión financiera y empresarial. Con los clásicos y neoclásicos, se llenan los teatros. Eso lo saben bien quienes trabajan fuera de España, por lo que supone para las compañías británicas o americanas representar El cascanueces cada invierno… Además de El lago, Giselle, etc.

El repertorio clásico no solo es importante como punto de entrada de públicos nuevos, que se atreven a dar el primer paso para ver danza con un título conocido, sino también, e igualmente fundamental, como necesario para el desarrollo técnico y artístico de los bailarines. Para construir algo nuevo e innovador con sustancia hay que tener un conocimiento profundo de las técnicas y el canon clásicos.

¿Y cuáles son los planes con el San Francisco Ballet para el futuro próximo? 

Tengo muchos proyectos, no todos los puedo compartir. Pero, en resumen, se trata de mantener las obras clásicas vivas y evolucionando junto a las nuevas generaciones de artistas, e invertir en la creación de piezas relevantes para el público de nuestros tiempos, absorbiendo y asimilando otros movimientos e influencias culturales y tecnológicas a nuestro arte. Marinero entrevista Tamara Rojo Ballet