Cristóbal Halffter, los Artistas nunca mueren Redacción OW
El mundo de la cultura despidió ayer 23 de mayo de 2021 a Cristóbal Halffter, una de las figuras claves de la música española del siglo XX, quien ha pasado sus últimos años en la localidad leonesa de Villafranca del Bierzo, donde la familia de su esposa, la pianista María Manuela Caro Carvajal, fallecida en 2017, es propietaria del castillo-palacio de los Marqueses de Villafranca. El compositor tenía 91 años y llevaba hospitalizado ya varios días.
Perteneciente a una de las sagas más excelsas de la música española -sus tíos fueron Ernesto y Rodolfo Halffter-, Cristóbal nació en Madrid el 24 de marzo de 1930. Al estallar la guerra civil, su familia, de origen prusiano, buscó refugio en la Alemania nazi, y fue allí donde comenzó sus estudios básicos. Al término de esta contienda y ante el inminente estallido de la II Guerra Mundial, los Halffter vuelven a España. En el año 47, decide dedicar su vida a la composición, centrando todos sus esfuerzos en aprender armonía, contrapunto y orquestación del maestro Conrado del Campo. Y en 1951, se gradúa en el Real Conservatorio de Música de Madrid y empieza a dar sus primeros pasos en el panorama musical español con obras como Antífona Pascual (1952), que recibe una buena acogida, y su Concierto para piano de 1953, con el que gana el Premio nacional de Música.
Es en esos años cuando un grupo de jóvenes compositores toma consciencia de la necesidad de renovar el lenguaje musical hispano, cuya evolución se había visto interrumpida por culpa de la guerra. Se trata de Ramón Barce, Manuel Moreno-Buendía, Antón García Abril, Manuel Blancafort, Manuel Carra, Luis de Pablo y Fernando Ember, quienes, junto a Halffter, constituyen la que se que ha conocido como Generación del 51, basada en la atonalidad e interesada en buscar sinergias con otras expresiones artísticas, especialmente con la pintura y la literatura.
Sus más de 100 composiciones abarcan desde la música coral, de cámara, sinfónica y operística, y, si bien resienten la influencia de la Escuela de Darmstadt, su carácter vanguardista no olvida la tradición clásica, conteniendo abundantes citas a compositores del renacimiento o el barroco, como Antonio de Cabezón, Tomás Luis de Victoria o J.S. Bach. Por otro lado, Halffter dirigió importantes orquestas europeas y estadounidenses como la Filarmónica de Berlín, la Orquesta de la Radio de Baden-Baden, la Tonhalle de Zúrich, la Nacional de Francia, la Sinfónica de Londres, la Suisse Romand, la del Festival de Lucerna y la Nacional de España, entre otras.
Su exitosa trayectoria, avalada por obras como Líneas y puntos (1967), se vio impulsada en 1968 al recibir el encargo de la ONU de componer una cantata para conmemorar el vigésimo aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. De dicho encargo nació su internacionalmente aclamada Yes, we speak out, que se pudo representar en Madrid a pesar de las reticencias del régimen franquista. Artista comprometido con la Cultura y con la Paz, mantuvo amistad y colaboró con intelectuales y artistas de todo el mundo. Buena parte de sus obras reflejan dichos ideales, y dejan constancia de acontecimientos históricos de los que debe aprender la Humanidad. Es el caso de Réquiem por la libertad imaginada (1971), dedicada al pensador Pedro Laín Entralgo, Gaudium et Spes (1973), dedicada al primer objetor de conciencia de nuestro país, Pepe Beúnza, o las Elegías a la muerte de tres poetas españoles (1975), en honor de Lorca, Miguel Hernández y Machado.
En el terreno operístico, su visión del mundo se plasmó en óperas como Don Quijote, estrenada en el Teatro Real de Madrid en el año 2000. Firme alegato en defensa de los libros, a raíz de su estreno el propio Halffter afirmó: “La idea es preguntarse cuáles serían los molinos de viento con los que tendría que luchar Don Quijote si viviera en esta época. Está muy claro cuáles son: el sistema, el imperio y las multinacionales”. A esta ópera, les siguieron otras dos, Lázaro y Schachnovelle, estrenadas respectivamente en 2008 y 2013 en la Opernhaus de Kiel.
En 1981 recibió del rey Juan Carlos I la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y en 1989 el Premio Nacional de Música. Halffter era académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1983), de la Academias Europea de las Ciencias, las Artes y las Letras de París y de la Akademie de las Artes de Berlín (1985) y recibió en vida numerosos galardones y reconocimientos en todo el mundo.
