Por Daniel Lara Crítica: «Adriana Lecouvreur» Ópera Sofía
Un rotundo éxito se apuntó la compania de Ópera de Sofia con la reposición de la taquillera Adriana Lecouvreur, capolavoro del compositor italiano Francesco Cilea, y cuya representación del día de la fecha se dedicó a la legendaria diva local Raina Kabaivanska, quien esa misma tarde festejaba su 90 cumpleaños. Antes de dar inicio al espectáculo, se presentó un video de la soprano búlgara interpretando el aria de Hanna Glavari de la opereta La viuda alegre de Lehár en la famosa producción de 1991 que le ópera de Roma creara especialmente para esta notable cantante y actriz. Seguidamente a unas afectuosas palabras del director de la casa, Plamen Kartaloff, fue la propia homenajeada quien muy emocionada y con unas palabras grabadas con antelación, agradeció a la dirección del teatro y al público el homenaje.
En cuanto a la representación propiamente dicho, la propuesta resulto muy atractiva desde todo punto de vista. Vocalmente, la soprano Radostina Nikolaeva fue una protagonista de mucho mérito, que siempre perfecto control de sus medios ofreció un canto intencionado, elegante y dúctil. Su voz de rico lirismo, homogénea y bien conducida encontró en el aria “Poveri Fiori..” uno de sus mejores momentos y uno de los más celebrados de su composición de la célebre actriz de la comedia francesa. No obstante, el personaje necesita aún crecer, tanto en intensidad como en detalles. Como su contrincante, la despechada y vengativa princesa de Bouillon, Violeta Radomirska resultó magnética, y ya desde su inicio encandiló por la fuerza interpretativa que su volcánico temperamento y su instinto dramático imprimieron al aria “Acerba voluttà…”. Su opulento caudal vocal, su atrayente y sensual timbre, así como sus graves aterciopelados y su facilidad en el registro agudo, hicieron que cada nota que tocó, la joven y prometedora mezzosoprano búlgara, fuese una auténtica fiesta para los oídos. Su loable autoridad escénica fue otro de los muchos puntos a destacar de la caracterización de esta joven intérprete de enorme futuro. En lo que respecta a las voces masculinas, otro de los triunfadores de la noche fue el tenor Martin Iliev quien concibió un Maurizio, vocalmente magnifico. Solvente en todos los extremos del registro de la antipática parte del político conde de Sajonia, Iliev brilló a más no poder por su seductor, heroico, y lozano canto lirico-spinto, al que supo siempre infundirle el color y la intensidad justa, y al que modeló con un fraseo de “altri tempi” y una emoción siempre a flor de piel. En sus arias “La dolcissima effigie…”, pero sobre todo en “L’anima ho stanca…” dio cátedra de refinamiento y expresividad. Por su parte, una grata sorpresa dejó el barítono Ventseslav Anastasov quien delineó con una voz vigorosa, de aristocrático timbre, extensa y pareja en calidad y que apoyada en una sólida técnica, delineó un cautivante y creíble Michonnet pletórico de humanidad. «Adriana Lecouvreur» Ópera Sofía
El bajo Stefan Vladimirov no pasará a la historia como el príncipe de Bouillon pero fue innegable su oficio lo que le permitió resolver con dignidad las exigencias de su parte. Como el Abate de Chazeuil, el tenor Emil Pavlov cumplió vocalmente, pero su retrato de la parte fue más payasesca que cínica o intrigante. Los personajes de los otros miembros de la compania teatral: Angel Hristov (Quinault), Silva Pravcheva (Mlle. Jovenot), Alexandrina Stoyanova-Andreeva (Mlle. Dangeville) y Angel Antonov (Poisson) fueron cubiertos, a cual mejor, por talentosos elementos locales. No debe pasarse por alto, la labor de Lyumila Ilieva quien se lució a cargo de la coreografía que el meritorio cuerpo de baile de la casa ofreció del ballet “Il Giudizio di Paride” del tercer acto. El coro de la casa dirigido por Violeta Dimitrova tuvo un desempeño encomiable mostrando en todo momento su sólida preparación y su excelente nivel de calidad. Desde el foso, el director italiano Francesco Rosa hizo una lectura vivaz, enérgica y de gran vuelo lirico, desbordante de matices y recursos expresivos, pero también de decibeles que en muchas ocasiones dificultó la labor de los cantantes. Con los elementos justos y una muy estudiada dirección actoral, la directora Julia Krasteva ofreció una tradicional, eficaz e inteligente puesta en escena que permitió sin sobresaltos el desarrollo de la acción. Asimismo, la funcional escenografía de Alfredo Troisi, el cuidadoso tratamiento lumínico de Emil Dinkov y el suntuoso vestuario diseñado por Vesna Radonic aportaron belleza visual a un espectáculo que por su calidad bien merece una visita a la casa de ópera de la capital búlgara. «Adriana Lecouvreur» Ópera Sofía
___________________________________________________________
Sofia (Sofia Opera and Ballet), 15 de diciembre de 2024. Francesco Cilea Adriana Lecouvreur. Producción de la Opera de Sofia.
Dirección musical: Francesco Rosa. Dirección del coro: Violeta Dimitrova.
Dirección de escena: Julia Krasteva.
Elenco: Radostina Nikolaeva, Martin Iliev, Stefan Vladimirov, Violeta Radomirska, Ventseslav Anastasov, Emil Pavlov, Angel Hristov, Silvana Pravcheva, Alexandrina Stoyanova-Andreeva, Angel Antonov, Slavi Manov y Yoanna-Mikaela Dimitrova
Orquesta, coro y ballet de la Opera de Sofia. OW