Crítica: «Afanador», del Ballet Nacional de España, en el Teatro Real

Crítica: «Afanador» Ballet Teatro Real Por Cristina Marinero

Es la gran apuesta del director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo, para esta temporada. Afanador es un encargo a una de las compañías de danza teatral más aplaudidas por público y crítica de las últimas décadas, La Veronal. El estreno absoluto se celebró el 1 de diciembre de 2023 en el Teatro de la Maestranza de Sevilla; en Madrid se ha presentado en el Teatro Real, del 9 al 11 de febrero y sus siguientes representaciones serán en Pozuelo de Alarcón (26 y 27 de abril) y Valencia (del 27 al 29 de junio). Crítica: «Afanador» Ballet Teatro Real

Un momento de «Afanador» / Foto: Merche Burgos

El director y coreógrafo de La Veronal, Marcos Morau (Valencia, 1982), centró este encargo para realizar una coreografía de toda una noche en la obra del fotógrafo colombiano Ruvén Afanador (Bucaramanga, 1959). Sus icónicas imágenes, recogidas en volúmenes como Mil besos, Torero o Ángel gitano despertaron en el Premio Nacional de Danza 2013 la inquietud de ponerlas en movimiento, de hacer su propia “película coreográfica”.

Viendo las fotografías de quien es firma estrella tanto de revistas de alta gama de moda como de museos de arte contemporáneo, se tiene la sensación de estar ante un seguidor de Man Ray –el blanco y negro, los retratos, el punto surrealista- transportado a latitudes hispanas. Lo etnográfico está coreografiado y estilizado dentro de sus bordes dibujados a trazo grueso. Morau ha tomado las imágenes visualizándolas en tres dimensiones y, a partir de ellas, ha elaborado un mundo de movimiento que fabula con el efecto anterior y posterior al click del obturador, sobre la composición electrónica de Juan Cristóbal Saavedra.

El líder de La Veronal encuentra en las fotografías del maestro colombiano un universo a explorar fuera de la realidad. Crea la suya. Perfila su mapa de instantáneas con eslabones de movimiento en una coreografía donde se ha dejado acompañar por Lorena Nogal, Shay Partush, Jon López y Miguel Ángel Corbacho. Crítica: «Afanador» Ballet Teatro Real

Un momento de «Afanador» / Foto: Merche Burgos

Afanador funcionaría mucho mejor si tuviese la mitad de duración. Si fuese la segunda parte de un programa en el que la primera presentase una pieza más tradicional, ya que el contraste subrayaría su poderío contemporáneo. Se nos queda difuminada la dramaturgia de Roberto Fratini porque durante la hora y media que dura no nos atrapa completamente. Sobre todo si quiere impactar todo el rato, su principal objetivo junto al de ofrecer una compañía con nueva estética, a través de una puesta en escena aséptica, con diseño de iluminación de Bernat Jansà, diseño de vestuario de Silvia Delagneau y escenografía de Max Glaenzel. 

Lo que sí subraya esta creación es la gran calidad como bailarines de los miembros del Ballet Nacional de España. Estar educado en la disciplina de la danza española es ser un bailarín polivalente y multiestilos y con Afanador lo vuelven a demostrar. Encabezados por Albert Hernández, Inmaculada Salomón, Eduardo Martínez o Irene Tena, la treintena de artistas ponen de manifiesto su ductilidad ante el reto de bailar nuevos estilos y formas, de acometer variaciones propias del ballet contemporáneo o la danza moderna. Se les aplaude a los nombrados y a José Manuel Benítez, Debora Martínez y Matías López como representantes de la compañía, ante la imposibilidad de citarlos a todos. 


Madrid (Teatro Real), 9 de febrero de 2024.        Afanador, coreografía de Marcos Morau.  Música: Juan Cristóbal Saavedra

Ballet Nacional de España                   OW