Crítica Orozco-Estrada Les Arts Por Pedro Valbuena.
En el penúltimo concierto del ciclo sinfónico de Les Arts, hemos tenido la oportunidad de escuchar a la Orquestra de la Comunitat Valenciana dirigida por Andrés Orozco-Estrada. Formado académicamente en la Universidad de Música y Artes Escénicas de Viena, su fulgurante carrera le ha llevado a dirigir las orquestas más prestigiosas de Europa y algunas de las más importantes de América. Crític
a Orozco-Estrada Les Arts
Orozco ya había recalado en el auditorio valenciano en alguna otra ocasión, pero era la primera vez que se ponía al frente de esta orquesta. Para la velada se ha seleccionado un repertorio de dos obras icónicas y sumamente exigentes, separadas por un intermedio a la distancia precisa. Crítica Orozco-Estrada Les Arts
Comenzó el concierto con la monumental sinfonía n.º 41 en do mayor, KV 551 “Júpiter” de W. A. Mozart. La orquesta, con un brío inusitado, abordó el allegro inicial sin el menor titubeo. Orozco marcó compás y entradas varias con una coreografía ordenada y muy energética, y los músicos pudieron seguirle con comodidad. El segundo tiempo, Andante Cantabile, se empañó algo más. Se trata de un movimiento tan perfecto formalmente como los otros tres, pero sus melodías divagantes y sus armonías arriesgadas exigen una pulcritud absoluta, porque cualquier otro modo de abordarlo conduce a la confusión. El grácil Menuetto transcurrió sin más contratiempo, pero con el íncipit del último movimiento se acusó de forma clara un cierto desajuste. El complejísimo estilo fugato en el que está escrito resulta particularmente difícil de interpretar, y fue necesario que transcurriesen varios compases antes de lograr la sincronía perfecta. Una vez todo encajado, se llegó a la plenitud, y la sinfonía concluyó tan brillantemente como había comenzado. Es cierto que las formas clásicas no estuvieron muy presentes, y no nos referimos a la obviedad de que se estaba interpretando la música de Mozart con instrumentos y técnicas contemporáneas, sino al elevado número de intérpretes y a las licencias que se pudieron escuchar. Particularmente llamativas me resultaron algunas dinámicas; los crescendo inexistentes en la partitura, la intensidad de la sección de viento, etc. Con todo, la versión fue brillante, más aun, electrizante diría yo. Crítica Orozco-Estrada Les Arts
En la segunda parte se escucharía el Concierto para orquesta sz 16 de Béla Bartók. Probablemente la obra más conocida del compositor, que dista 150 años de la sinfonía de Mozart, pero con la que guarda un asombroso paralelismo. La exigencia de esta partitura hace que cada instrumento o sección de la orquesta sea puesto a prueba, de ahí su contradictorio título. Se iniciaba la pieza con una intervención sutil de las cuerdas graves en perfecta afinación, y esto fue el preámbulo de una interpretación a la que es muy difícil sacarle peros. Perfectamente empastada y con milimétrica precisión en la medida, la orquesta (que había sido implementada con un número considerable de intérpretes) fue pasando de un movimiento a otro sin cansancio aparente. Orozco- Estrada supo imprimir a cada uno de los tiempos una atmósfera diferenciable, y para cuando llegó el final, también un fugato de diabólica escritura, la música había madurado en plenitud. Para escuchar esta segunda parte decidí alejarme y me situé en el vértice superior del auditorio, lo que me permitió comprobar una vez más que este auditorio tiene una acústica extraordinaria.
A la salida del concierto tuve el placer de conversar con el señor Orozco, que me comentó que se había encontrado con una excelente orquesta, capaz de defender un repertorio tan sumamente exigente con tan sólo dos ensayos. Crítica Orozco-Estrada Les Arts
Valencia, 10 de mayo de 2023. Palau de Les Arts. Auditorio. Obras de Mozart y Bártok. Andrés Orozco-Estrada. Orquesta de la Comunidad Valenciana.
