Crítica: Concierto homenaje a Puccini en La Scala de Milán

Por Bernardo Gaitán Crítica: Concierto Puccini Scala Milán
El 29 de noviembre es una fecha de especial relevancia para la historia de la ópera: en 1797 nacía en Bérgamo Gaetano Donizetti, mientras que el mismo día pero de 1924, moría Giacomo Puccini. Un siglo después, en 2024, el Teatro alla Scala tenía planeado conmemorar el centenario de la partida de Puccini con un gran homenaje a cargo de destacados solistas. El resultado final fue muy distinto al previsto, pero afortunadamente tuvo un desenlace feliz, a diferencia de la mayoría de las óperas del compositor toscano. Crítica: Concierto Puccini Scala Milán
Originalmente, el homenaje en La Scala contemplaba un programa centrado en páginas menos conocidas del repertorio pucciniano, bajo la dirección de Riccardo Chailly al frente de la orquesta y coro del teatro. La velada debía iniciar con el Preludio Sinfónico y la versión para orquesta de cuerdas de Crisantemi, para luego dar paso a extractos de Edgar y Le Villi, y culminar con el cuarto acto de Manon Lescaut. El programa despertó el interés de nacionales y extranjeros hace meses, que en cuanto salieron a la venta las entradas, los agotaron inmediatamente.
Sin embargo, el día del evento, un par de minutos después de las 20:00, el escenario permanecía sin la presencia ni del coro ni de la orquesta, algo inusual en un teatro reconocido por su puntualidad. A las 20:05, esquivando las sillas vacías de la orquesta, apareció el superintendente Dominique Meyer con micrófono en mano. Meyer explicó que, debido a la huelga nacional convocada por un par de sindicatos italianos, algunos miembros de la orquesta y el coro de La Scala se habían sumado a la protesta. «Con los recursos disponibles en este momento, es imposible realizar el concierto como estaba planeado, por lo que debemos cancelarlo», anunció, desatando rabia y sorpresa entre el público. La ley italiana, señaló Meyer, nos impide preguntar con antelación quién participará en una huelga, lo que dejó en suspenso la posibilidad de realizar el concierto hasta pocos minutos antes de su inicio. Para intentar calmar a los asistentes, muchos de ellos extranjeros, propuso en inglés: «Si me dan unos minutos, les ofreceremos una copa de prosecco en el foyer y un concierto alternativo». Crítica: Concierto Puccini Scala Milán
Una imagen de los solistas y el pianista del concierto homenaje a Puccini en La Scala / Foto: B. Gaitán
En apenas 30 minutos, se organizó un recital improvisado siempre con arias de Puccini, protagonizado por Anna Netrebko, Jonas Kaufmann, Mariangela Sicilia y Luciano Ganci, acompañados al piano por James Vaughn, histórico maestro acompañante de La Scala. La iniciativa fue recibida con aplausos, aunque no faltaron protestas aisladas, como el grito de «Vergogna!” (¡Vergüenza!) dirigido por un melómano italiano del centro de la platea al comportamiento de los sindicalizados.
El programa comenzó con Mariangela Sicilia interpretando «Addio, mio dolce amore» de Edgar, seguida de «Torna ai felici dì» de Le Villi en la voz del tenor Luciano Ganci, quien se unió al evento en el último momento. Ganci, poseedor de un timbre homogéneo, redondo y resonante, destacó por su elegancia y control vocal. Después, Sicilia y Jonas Kaufmann ofrecieron «Sì, mi chiamano Mimì» y el emotivo dúo «O soave fanciulla» de La Bohème. Ganci y Sicilia volvieron al escenario con «Addio, fiorito asil» de Madama Butterfly e «Il bel sogno di Doretta» de La rondine, respectivamente; mientras Kaufmann deslumbró con «Ch’ella mi creda libero e lontano» de La fanciulla del West. Sicilia regaló después una veloz versión de «O mio babbino caro» de Gianni Schicchi.
Uno de los momentos más esperados llegó con el cuarto acto de Manon Lescaut, el único fragmento que se mantuvo del programa original. Anna Netrebko impresionó con su timbre pleno y redondo, especialmente en el registro central, y un despliegue actoral que capturó toda la desesperación de Manon. Su interpretación de «Sola, perduta, abbandonata in landa desolata!» fue deslumbrante. Kaufmann, con su carisma y dotes actorales, confirmó una vez más su estatus como uno de los grandes de la lírica actual, con una actuación vocal intensa y matizada. El recital concluyó con Mariangela Sicilia interpretando «Tu che di gel sei cinta» de Turandot, mostrando su técnica impecable y capacidad para abordar con elegancia las demandas del repertorio. Kaufmann cerró la velada con una emotiva versión de «E lucevan le stelle» de Tosca. Los aplausos sinceros y prolongados llevaron a los intérpretes a ofrecer tres encores, destacando Anna Netrebko con «Quando men vò» y Kaufmann con «Nessun dorma».
La velada recordó inevitablemente la histórica representación de La Traviata en junio de 1995, cuando Riccardo Muti tuvo que acompañar al piano a Tiziana Fabbricini, Ramon Vargas y Juan Pons durante toda la función durante una huelga similar. En el caso actual, la situación ha generado intensos debates, iniciados ya en el foyer del teatro y alargados a las redes sociales, sobre la falta de empatía hacia Puccini y los asistentes por parte de los grupos artísticos. Independientemente de la polémica, lo importante es que, de una manera u otra; con orquesta o sin ella, la fecha no pasó desapercibida y el homenaje a Giacomo Puccini se llevó a cabo, mostrando una vez más la capacidad del teatro para adaptarse y rendir tributo a la grandeza del compositor. Crítica: Concierto Puccini Scala Milán
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Milán (Teatro alla Scala), 24 de noviembre de 2024.
Concierto conmemorativo en el centenario de la muerte de Giacomo Puccini.
Elenco: Anna Netrebko, Jonas Kaufmann, Mariangela Sicilia, Luciano Ganci.
Piano: James Vaughn