Critica Cosí fan tutte de Mozart

 

Toda una lección nos ha dado la navarra Fundación Baluarte de cómo se puede llevar a escena, con éxito, la representación de una ópera, teniendo en cuenta los tiempos que vivimos de penuria económica, a base de imaginación y elegancia, entusiasmo para adaptarse a las circunstancias y saber escoger el elenco necesario para que el fruto resultante ofrecido al público diera el sumando de una autentica alegría escénica.

Para ello hay que partir, máxime en esta ópera para no caer en una monotonía escénica, de una idea que haga pensar sobre el mensaje mozartiano a través un planteamiento que capte desde un inicio la atención del respetable. Así ha sido logrado al cien por cien a través del montaje ideado por Tomás Muñoz, presentando en escena veinte camas –distintas- colocadas en planos diferentes, al objeto de plantear el nudo gordiano de la infidelidad amorosa. De tal forma la predisposición del espectador está conseguida nada más alzarse la primera gasa. La iluminación fue eficaz para crear distintos ambientes de la trama sin rupturas bruscas.

En el terreno vocal se hizo uso de dos cantantes navarras de indudable tirón: la soprano María Bayo y la mezzo Maite Beaumont, que de este modo aseguraban una importante cobertura de localidades. En el resto del elenco primó el envite de una juventud consolidada, junto a la maestría indiscutible de unos de los mejores en su género cual el barítono maño Carlos Chausson. Por la de Fitero los años no pasan en balde, dicho sea con todo el afecto, dejando ver a una Fiordiligi con menos frescura que antes y donde  la regulación del fiato tuvo momentos limitados en las zonas del registro bajo, evidenciando colores sin el debido relleno, como fue el caso en la famosa aria ‘Come scoglio’; sigue con el tic de dirigirse a sí misma mientras canta. La Beaumont cumplió con su cometido sin especial relevancia quedando un tanto sosito su quehacer dramático, siendo atractiva la labor de la soprano lírico-ligera Cardoso en una pizpireta Despina. Sólidas las voces del tenor murciano Lozano y del barítono asturiano Menéndez que tuvieron un buen acierto desde el punto de vista canoro y en el escénico. El señor Chausson fue un Don Alfonso envidiable tanto en vocalidad como en la expresividad creativa dada a su personaje.

Acertada la Sinfónica de Navarra, pese a la irregularidad sonora que ofrece el peculiar foso orquestal, teniendo a  Pablo Mielgo como un muy acertado maestro concertador.

Fecha: 16-XI-2012. Lugar: Auditorio Baluarte de Pamplona. Programa: ‘Così fan tutte’, dramma giocoso en dos actos de W.A. Mozart. Intérpretes: María Bayo (Fiordiligi). Maite Beaumont (Dorabella), Antonio Lozano (Ferrando), David Menéndez (Guglielmo), Soledad Cardoso (Despina) y Carlos Chausson (Don Alfonso). Coro: Orfeón Pamplonés. Orquesta: Sinfónica de Navarra. Director de escena: Tomás Muñoz. Director musical: Pablo Mielgo.

EMECE