Por Carlos J. López Rayward
La Metropolitan Opera de Nueva York sigue dándole a la manivela de la producción del mítico director de escena italiano Franco Zeffirelli para la ¨La bohème¨ de Puccini. Pese a lo manido del espectáculo, que suele atraer al Lincoln Center a un público más circunstancial que el habitual, el Met siempre depara sorpresas. «La bohème» del Met
En esta ocasión encontramos a cargo del foso al director titular del Met, Jannick Nézet-Séguin, un acicate para la orquesta que parece responder bien siempre que es el canadiense quien blande la batuta. «La bohème» del Met
Además del éxito que están cosechando con sus apariciones en ¨Champion¨, Nézet-Séguin dirige Puccini con la misma intensidad en el podio. El canadiense propone una bohème tan profunda como espectacular, en línea con la incombustible puesta en escena de Zefirelli. El director sabe imprimir su personalidad en la orquesta, que suena vitalista y positiva, con textura y buen pulso teatral, poco interesada en un dramatismo afectado, tan insufrible en una ópera especialmente lacrimógena que en alguna versión llega a rozar el sadismo emocional.
Para esta ocasión, el Met propone como pareja protagonista el tándem formado por Eleonora Buratto y Stephen Costello.
La soprano italiana Eleonora Buratto, que regresaba al Met tras su triunfo como Madame Butterfly, volvió a deleitar al público de Nueva York con su bello timbre, dotado de sonoridades tostadas y melismas aterciopelados, y con su sólida aunque delicada línea vocal. En la voz de Buratto, las notas bajas suenan débiles en ocasiones, pero acaso el defecto hace más creíble al personaje en su deterioro físico por la enfermedad.
Stephen Costello ha cantado esta temporada en el Met algunos de los roles más célebres del repertorio. A este Rodolfo en La bohème suma su Duque de Mantua en Rigoletto y Alfredo en La Traviata. En el papel del poeta parisino vimos un Costello muy poético, como de costumbre, quizá algo justo de recursos e incómodo en el agudo. En las páginas más complicadas exhibió una línea dificultosa, pero cantó siempre con gusto e intención dramática.
La voz de la soprano de Texas Sylvia D´Eramo sigue en crecimiento. Desde su debut en el Met en 2021 como Contessa Ceprano en Rigoletto, comprobamos como la artista ha conseguido mejorar en proyección y expresividad, con una presencia escénica más definida.
El cantante italiano Davide Luciano vuelve al Met tras cantar esta temporada el papel del sargento Belcore en L’elisir d’ amore. Su Marcello fue convincente, con una propuesta actoral tan atractiva como introspectiva, resaltando la importancia de su personaje en el drama y generando interés con cada intervención. La voz suena sana en todo el registro y se presenta bien proyectada, salvo algunos apoyos entorno a la nariz que afearon el timbre en ciertas notas. Con todo, Luciano desarrolló un canto cálido y expresivo, muy en estilo.
El bajo-barítono local Christian Van Horn también dio rienda suelta al poder emotivo de su voz en el papel de Colline, con una elevada versión del aria Vecchia zimarra, que motivó un caluroso aplauso del Met. Por su parte, el barítono ruso Alexey Lavrov no brilló demasiado como Chaunard, con un canto plano e intervenciones poco memorables. Para cerrar el elenco de solistas, el veterano barítono escocés Donal Maxwell se desdobló en los personajes de Benoit y Alcindoro, mostrásdose socarrón y senil en el primero, y patoso y desquiciado en el segundo, muy cómico en ambos.
Las óperas en el Met adquieren un nivel muy superior cuando la orquesta y el coro titulares responden como se espera. En La bohème que se puede ver estos días en Nueva York se alumbra una vez más ese milagro Pucciniano (acaso también Zeffirellino) que nos descubre nuevas perlas escodidas en la obra del maestro de Lucca.
Metropolitan Opera de Nueva York, a 2 de mayo de 2023. La bohème, ópera en cuatro actos con música de Giacomo Puccini y libreto en italiano de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa.
Dirección Musical: Yannick Nézet-Séguin. Orquesta y coro de la Metropolitan Opera (director del coro: Donald Palumbo). Director de escena y Escenografía:Franco Zeffirelli, Vesturario: Peter J. Hall, Iluminación: Gil Wechsler, Directora del revival: Mirabelle Ordinaire.
Reparto: Davide Luciano, Stephen Costello, Christian van Horn, Alexey Lavrov, Donald Maxwell, Eleonora Buratto, Gregory Warren, Donald Maxwell, Sylvia D’Eramo.