, BAJO LA DIRECCIÓN DE GUILLERMO GARCÍA CALVO. Por Marina Hervás Muñoz
El pasado 20 de diciembre disfrutámos de una nueva versión de Lucia di Lammermoor dirigida por el director de orquesta español Guillermo García Calvo en la Deutsche Oper de Berlín. La obertura de Lucia ya nos habla desde el principio de la obra, de un drama profundo, de un dolor pesante, representado por los puntillos de los timbales y los trombones, que suspiran a duras penas tras una pequeña luz que parece sugir de los oboes y las flautas. Fue un acierto por parte de García Calvo potenciar el efecto de marcha fúnebre de la obertura, formando así un círculo con el final de la ópera, como si la obertura fuera la música que acompaña los féretros de los dos amantes.
Seguir leyendo en: Codolario