Francisco García-Rosado
Éxito rotundo de esta Tosca en el Massimo de Palermo. Pudimos asistir a los ensayos generales del primer y segundo reparto y a la premier del primero.
Hay que señalar que el ensayo general del primer reparto es abierto a un público joven –menores de 35 años- que se han organizado como asociación y han llegado a este acuerdo con el Teatro; pagan un máximo de 15€ y llenaron las 1.200 plazas disponibles, en un ambiente de total entusiasmo. Al final del ensayo, todos en pie aplaudieron y bravearon sin parar. Así se fomenta la ópera.
La premier, también con lleno total y personalidades –encabezadas por el Alcalde de la ciudad- obtuvo un éxito que podríamos calificar de verdadero entusiasmo. Se aplaudieron todos los números hasta la apoteosis final. El tenor Stefano Secco tuvo que bisar el “E lucevan le stelle…”; igual ocurrió con la soprano Hui He que bisó el “Vissi d´arte”. Esto no es habitual en ningún teatro y fue con motivo.
Secco tiene una muy bella voz, aunque la incursión en roles pesados le pasa factura en la zona aguda que queda algo atrás. Hui He hizo una Tosca espléndida, cargada de intención, con una voz grande y bien timbrada y unos recursos de reguladores, pianos y filados de gran categoría. Su bis fue extraordinario: intenso, muy interiorizado y, si cabe, utilizando mejor aún sus recursos. El Scarpia de Alberto Mastromarino posee una voz muy adecuada al personaje, oscura, grande, extensa y muy bien proyectada. Como actor, extraordinario, pasando de unos estados a otros de forma magistral. Estupendos, por voz y proyección, Carlo Striuli como Angelotti y Fabio Previati como Sacristán.
La intervención de los coros -en la Cantoría y en el Te Deum del primer acto y en los otros internos- perfectamente empastada, afinada y musical.
Daniel Oren asumía la dirección musical. Magistral. De una intensidad poco corriente, sin emborronamiento alguno, dejando claras las distintas familias orquestales. Imprimió a toda la representación, sin desmayo, una fuerza sobrecogedora.
La escena correspondía a Mario Pontiggia, un clásico que plantea las producciones respetando al máximo el concepto original. Magnífica dirección de los cantantes y óptima utilización del espacio escénico.
Esta producción del Maggio Musicale Fiorentino 2008 -en su novena reposición…- pareció cobrar nueva vida en el marco dorado de la sala. Llena de detalles de gran clase, con una escenografía sobre telones pintados bellísima e imponente –a destacar en el primer acto la cúpula inmensa y opresiva- creada por Francesco Zito, autor también del espléndido vestuario. La iluminación de Bruno Ciulli mágica, perfecta.
No es de extrañar que el público aplaudiera sin descanso y vitoreara toda la ópera; salieron comentando que así da gusto asistir a una representación de ópera.
Sin pretender hacer crítica del ensayo general del segundo reparto, dirigido por Giuliano Betta, hay que señalar que el trío protagonista –Elena Rossi / Carlo Ventre / Ionut Pascu– estuvo muy bien; a destacar el Cavaradossi del uruguayo Ventre.
Hui He / Elena Rossi; Stefano Secco / Carlos Ventre; Alberto Mastromarino / Ionut Pascu; Carlo Striuli; Fabio Previati; Francesco Pitari y otros. Orquesta, Coro y Coro infantil del Teatro Massimo. Dir. Orquesta: Daniel Oren; Dir. Escena: Mario Pontiggia; Decorados y Figurines: Francesco Zito; Luces: Bruno Ciulli. Teatro Massimo de Palermo.
