Por Bernardo Gaitán Crítica: «Der Rosenkavalier» Scala Milán
El escritor austriaco Hugo von Hofmannsthal confesó que para escribir el libreto de Der Rosenkavalier se inspiró en las comedias de Molière y lo entrelazó con los roles de la commedia dell’arte italiana. Escribió “Las formas estaban ahí y actuaban frente a nosotros: el Bufón, el Viejo, el Joven, la Dama, el Querubín (…) Cada uno necesita del otro, no sólo en esta tierra, aunque sea en sentido metafórico (…) Es inmediato y eterno; este es el espacio para la música». A la ingeniosa historia, Richard Strauss añadió una música de altísimo nivel, convirtiendo el título en una de las óperas más emblemáticas del siglo XX, representando un extraordinario ejemplo de fusión entre música y dramaturgia. Tras el éxito de sus obras anteriores, como Salome (1905) o Elektra (1909), caracterizadas por una intensidad expresionista y dramática, Der Rosenkavalier fue estrenada con igual éxito en enero de 1911 en la Semper Opera de Dresde. Esta obra representa un verdadero punto de inflexión en la carrera de Strauss y en el mundo de la ópera alemana. Con un estilo inconfundible y un delicado equilibrio entre ironía, nostalgia y reflexión filosófica, marcó una evolución significativa en el estilo musical de Strauss. Crítica: «Der Rosenkavalier» Scala Milán

Para esta producción, el Teatro alla Scala confió las riendas musicales a un experto de la música straussiana, Kirill Petrenko, que debutó en el teatro con gran éxito. El célebre director ruso nacionalizado austriaco propuso un lenguaje lírico y refinado, energizando las evidentes influencias del vals vienés y las elegantes danzas del siglo XVIII. Petrenko supo explorar todas las facetas de la obra, manteniendo un perfecto equilibrio entre ritmo y profundidad emocional. La densa y compleja orquestación straussiana electrizó a la audiencia gracias a la experimentada batuta del actual director de la mítica Berliner Philharmoniker por su textura sonora rica en detalles. Bajo su dirección, la Orquesta del Teatro alla Scala logró un rendimiento sonoro excepcional, con colores claros y una amplia gama de matices, desde la energía arrolladora de los valses hasta los momentos más melancólicos orquestales.

Situada en el suntuoso entorno de la Viena del siglo XVIII, la ópera combina la atmósfera vienesa del siglo XVIII con un lenguaje musical muy moderno. La puesta en escena que propuso el Teatro alla Scala fue la del recientemente fallecido Harry Kupfer, retomada para esta producción por el berlinés Derek Gimpel. La combinación de elementos divertidos y melancólicos fueron capturados extraordinariamente por Kupfer en esta versión que sigue estando vigente y muy funcional. La elegante y minimalista escenografía fue del austriaco Hans Schavernoch, quien alternó sugerentes imágenes en blanco y negro de una Viena aristocrática históricamente no precisa creadas por inteligencia artificial. La sobria pero eficaz iluminación de Jürgen Hoffmann logró un efecto de alcurnia y gran clase en los primeros dos actos. Por su parte, los vestuarios de Yan Tax rinden homenaje a la vestimenta de principios del siglo XX, justo como se vestían Strauss y Hofmannsthal.
Der Rosenkavalier podría tener aparentemente una trama burda, pero bajo esa ligereza que gira en torno a un clásico triángulo amoroso, se esconden profundas reflexiones sobre el paso del tiempo, el amor y la renuncia. La Mariscala, una mujer madura que refleja melancolía ante el inevitable envejecimiento y el amor perdido fue sublimemente interpretado por Krassimira Stoyanova. La ejecución de la consolidada soprano búlgara representa uno de los retratos femeninos más intensos del repertorio operístico. Stoyanova interpretó a la Feldmarschallin con elegancia y refinamiento, demostrando una gran experiencia en el papel. Con su excelente musicalidad y técnica férrea, ofreció una actuación con una voz cálida y envolvente, aunado a un fiato envidiable. El seguro y simpático barón Ochs di Lerchenau de Günter Groissböck fue igualmente muy bien ejecutado por el bajo austriaco quien cuenta con una dicción del alemán impecable. Con un poderoso registro central, uno agudo de larga duración y su excelente vis cómica lo hacen un fantástico ejecutante del rol.

Sin duda un momento glorioso fue el bellísimo terceto al final de la ópera donde a Stoyanova se unieron la soprano estadounidense Kate Lindsey y Sabine Devieilhe, como Octavian y Sophie respectivamente. Lindsey con una voz cálida y segura logró cautivar al público con el rol del también llamado Quinquin siempre en estilo y con un buen fraseo sin contar la buena actuación masculina. Por su parte, Devieilhe ofreció una dulce, inocente y pura Sophie. La fresca voz de la soprano francesa junto a su cándida interpretación le valieron un sonoro reconocimiento al final del espectáculo. Una mención especial requiere Piero Pretti como “el tenor italiano”. Valga la redundancia, pues la voz del tenor italiano posee un squillo de ensueño. El aria “Di rigori armato il seno” fue de antología gracias a su potente y agraciado timbre. Los demás personajes, todos grandes intérpretes, contribuyeron positivamente con vitalidad en su interpretación. Espléndida velada en la que todos los protagonistas fueron recibidos con estruendosos aplausos para Lindsey y Devieilhe, aún más entusiastas para Groissböck y Stoyanova, y una larga ovación de pie para Petrenko cerró la gran noche. Crítica: «Der Rosenkavalier» Scala Milán
Milán (Teatro alla Scala), 25 octubre de 2024 Der Rosenkavalier
Director: Kirill Petrenko Director de escena: Harry Kupfer Director de coro: Alberto Malazzi. Maestro del coro infantil: Marco De Gaspari
Reposición: Derek Gimpel Escenografía: Hans Schavernoch. Vestuario: Yan Tax. Iluminación: Jürgen Hoffmann. Vídeo: Thomas Reimer
Elenco: Krassimira Stoyanova, Günther Groissböck, Kate Lindsey, Michael Kraus, Sabine Devieilhe, Caroline Wenborne, Gerhard Siegel, Tanja Ariane Baumgartner, Thomas Kohl, Haiyang Guo, Jörg Schneider, Piero Pretti, Gabriella Locatelli,Eleonora De Prez, Eleonora Ardigò, Laura Lolita Perešivana, Luigi Albani, Guillermo Esteban Bussolini, Andrzej Glowienka, Emidio Guidotti, Giorgio Valerio. OW