Crítica: «Die Zauberflöte» en el Met

 Por Carlos J. López Rayward

El Met cierra su temporada 2022-23 con Die Zauberflöte de Mozart, con una novedosa y sorprendente puesta en escena de Simon McBurney que pugna por el protagonismo de la ópera con Nathalie Stutzmann y un elenco en el que destacan Lawrence Brownlee, Thomas Oliemans, Kathryn Lewek, y Erin Morley.

Lawrence Brownlee como Tamino y Erin Morley como Pamina en "Die Zauberflöte." Foto: Karen Almond / Met Opera
Lawrence Brownlee como Tamino y Erin Morley como Pamina en «Die Zauberflöte.» Foto: Karen Almond / Met Opera

La puesta en escena del conocido actor y director inglés Simon McBurney es un soplo de aire fresco en la sempiterna ristra de producciones clásicas del Met. Su propuesta es un conjunto de ideas magníficas pero deslabazadas que van flotando en escena sin llegar a concretar su mensaje. El espectador se encuentra así huérfano de guía teatral, tan fascinado por cuanto acontece, como hastiado y distraído en medio de tanto efecto teatral sin conexión. Las proyecciones de Finn Ross, junto a los dibujos y siluetas de Blake Habermann, junto a la artista foley Ruth Sullivan, la flauta en escena de Seth Morris y el glockenspiel de Bryan Wagorn. Todo suma tanto que termina restanto, en un espectáculo en el que la música y las voces se ven relegadas a un triste segundo plano. No obstante, la novedad está gustando mucho en Nueva York, y no son pocos los aficionados que aseguran que esta es la mejor Zauberflöte que han visto.

Tras su estreno en el Met con Don Giovanni, la directora de orquesta Nathalie Stutzmann regresa con Die Zauberflöte. En esta ocasión, encontramos su propuesta musical menos pulida y profunda que en su debut. No obstante, Stutzmann sabe redondear las aristas de la orquesta, y llevarla siempre por terrenos seguros que favorecen a la ópera.

Ashley Emerson como Papagena y Thomas Oliemans como Papageno en «Die Zauberflöte.» Foto: Karen Almond / Met Opera

La soprano Erin Morley brilló de nuevo como Pamina, manejando con buena técnica las limitadas dimensiones de su instrumento en medio de una escenografía que en muchos momentos no ayuda a proyectar las voces hacia el espectador. Por la gran belleza de su timbre y el gusto expresivo con el que sirvió cada una de sus intervenciones, la Morley cosechó un triunfo considerable. El tenor de Ohio Lawrence Brownlee dejó un Tamino poco principesco, entre otras cosas, por lo poco que le favorecía el vestuario. Brownlee, cuya voz nunca ha sido una gloria para su cuerda, desplegó una línea de canto elegante y en estilo, con bellos arcos armónicos. Su entrega en el escenario le hizo valedor de un triunfo muy meritorio, al tener que luchar por la atención del público entre tanto ruido escénico. La soprano americana Kathryn Lewek, en su papel de la Reina de la Noche, fue una de las grandes triundadoras. Fue ovacionada con ganas tras su expresiva interpretación de la famosa aria de bravura «Der Hölle Rache». Pese al entusiasmo general del público, a nosotros sus notas agudas nos llegaron más bien empujadas y filosas, sin la pureza tonal de otras intérpretes acaso menos celebradas. Con todo, es de justicia señalar que la Reina de la Noche de Lewek es el personaje más fascinante en la producción.

Kathryn Lewek como la Reina de la Noche y Erin Morley como Pamina en «Die Zauberflöte.» Foto: Karen Almond / Met Opera

El Papageno de McBurney y la diseñadora de vestuario Nicky Gillibrand es un indigente cubierto de excrementos de pájaro. Interpretado por el barítono holandés Thomas Oliemans, de voz discreta pero de grandes dotes actorales, resulta un rayo de cotidianeidad y color que destaca entre el marasmo general. Oliemans se ganó el favor del público por su efectividad en escena, a pesar de que en lo musical no dejara ningún detalle memorable. El bajo danés Stephen Milling interpetó a Sarastro con honestidad vocal, desarrollando un canto estimulante aunque poco musical, entorno a un instrumento de gran calidad. El resultado fue un Sarastro bonachón e inofensivo, al que el anodino vestuario tampoco le ayudó demasiado. Las tres damas de la noche, Alexandria Shiner, Olivia Vote, Tamara Mumford tampoco destacaron demasiado en lo vocal, en una producción que les exige mucha energía y continuo movimiento en escena. En su interpretación se echaron en falta una mayor musicalidad y mejor compenetración con la batuta de Stutzmann.

«Die Zauberflöte» en el Met Foto: Karen Almond / Met Opera

Con esta entretenida a la par que desconcertante Die Zauberflöte, el Met dice adiós a otro año de ópera, que podemos considerar exitoso en lo artístico pese a que el público no ha regresado a los niveles de 2019 y el teatro sigue en una delicada situación económica. Los directores del teatro del Lincoln Center parecen seguros, no obstante, de que el camino que se ha iniciado esta temporada llevará la compañía a recuperar su éxito e influencia pasados. Lo veremos y lo seguiremos contando en Opera World.

OW


Metropolitan Opera de Nueva York, a 6 de junio de 2023. Die Zauberflöte, ópera en dos actos con música de Wofgang Amadeus Mozart y libreto de Emanuel Schikaneder.

Dirección Musical: Nathalie Stutzmann. Orquesta y coro de la Metropolitan Opera (director del coro: Donald Palumbo). Director de escena y coreografía: Simon McBurney, Escenografía: Michael Levine, Vestuario: Nicky Gillibrand, Iluminación: Jean Kalman, Proyecciones: Finn Ross, Efectos sonoros: Gareth Fry, Director Asociado: Rachael Hewer.

Reparto: Lawrence Brownlee, Alexandria Shiner, Olivia Vote, Tamara Mumford, Thomas Oliemans, Kathryn Lewek, Brenton Ryan, Erin Morley, Deven Agge, Julian Knopf, Luka Zylik, Harold Wilson, Stephen Milling, Richard Bernstein, Errin Duane Brooks, Ashley Emerson, Errin Duane Brooks, Richard Bernstein, Ruth Sullivan, Blake Habermann, Seth Morris, Bryan Wagorn.