Crítica: El Met acierta con el estreno de «Moby-Dick» de Jake Heggie

 Por Carlos J. López Rayward

La Metropolitan Opera de Nueva York regresa de su parón de febrero con una impecable versión de «Moby-Dick» de Jake Heggie basada en la novela homónima de Herman Melville.

Escena de la ópera de Jake Heggie "Moby-Dick" en el Met. Foto: Karen Almond / Met Opera
Escena de la ópera de Jake Heggie «Moby-Dick» en el Met. Foto: Karen Almond / Met Opera

Tras la exitosa recepción de la emocionante «Dead Man Walking», el compositor regresó al Met con una partitura que fusiona con tino la tradición operística con un lenguaje contemporáneo de gran expresividad. La producción de Leonard Foglia, ampliada y refinada desde sus primeras representaciones en Dallas y San Francisco, ofreció un espectáculo muy interesante, de desbordante teatralidad y tensión dramática pese a acontecer siempre abordo del Pequod, el barco de Ahab. La Orquesta del Met también brilló para la ocasión, con una vibrante versión bajo la batuta de Karen Kamensek.

La vistosa producción de Leonard Foglia, con escenografía de Robert Brill y proyecciones de Elaine J. McCarthy, transformó el escenario del Met en un océano inquietante, con el Pequod emergiendo como un ente vivo en medio de un mar en constante movimiento. La cuidada y variada iluminación de Gavan Swift no paso desapercibida mientras que el diseño de vestuario de Jane Greenwood, imaginativo pero eminentemente realista, reforzó la atmósfera marinera de la obra.

Bajo la dirección de Karen Kamensek, la irregular orquesta del Met se sumergió por completo en la rica partitura de Heggie. La batuta de Kamensek puso equilibro entre las explosiones orquestales con los pasajes más íntimos, permitiendo que la música fluyera con una tensión constante. El uso del metal y la percusión para reflejar la furia del océano y el destino trágico de Ahab y su tripulación fue particularmente efectivo.

Malcolm MacKenzie, Alex Boyer y Peter Mattei en "Moby-Dick." Photo: Ken Howard / Met Opera
Malcolm MacKenzie, Alex Boyer y Peter Mattei en «Moby-Dick.» Photo: Ken Howard / Met Opera

El tenor Alex Boyer sustituyó al indispuesto Brandon Jovanovich se entregó por completo al papel del obsesivo y atormentado Capitán Ahab, en una interpretación vocal y escénica muy exitosa. Su voz, algo escasa de armónicos pero bien timbrada en todo el registro, supo plasmar tanto la furia desbocada del personaje como su creciente vulnerabilidad, con una línea de canto asertiva y firme. En su aria «I am the Fate that rules you», Boyer desplegó una intensidad casi wagneriana, con un fraseo mordaz y un sonido viril y acerado que llenó la sala del Met. Su interpretación culminó en un final muy convincente, donde su Ahab, cegado por la venganza, se precipitó hacia la tragedia de manera dramñatica, con una mezcla de grandeza y desesperación.

El tenor Stephen Costello, un clásico del Met, reapareción en el papel de Greenhorn (equivalente a Ishmael en la novela). Costello aportó una visión lírica y reflexiva del personaje, dejando un Greenhorn muy humano y creíble. Su timbre, cálido y expresivo, contrastó eficazmente con la dureza de Ahab y la firmeza moral de Starbuck. El tenor se mostró más cómodo y seguro con la música de Heggie de lo que nos tiene acostumbrados en el repertorio tradicional. Destacó en su conmovedora escena con Queequeg, donde su canto fluido y su interpretación introspectiva lo conviertieron en uno de los triunfadores de la ópera.

Ryan Speedo Green y Stephen Costello en"Moby-Dick." Foto: Karen Almond / Met Opera
Ryan Speedo Green y Stephen Costello en»Moby-Dick.» Foto: Karen Almond / Met Opera

El bajo-barítono Ryan Speedo Green, otro de los cantantes favoritos del público de Nueva York, brilló en su interpretación del arponero Queequeg, dotando al personaje de gran presencia vocal y escénica. Su canto, bien cincelado, de dimensiones y anchura apreciables, transmitió la sabiduría y la conexión espiritual de su personaje con la naturaleza y el destino.

El barítono Peter Mattei, en la piel del primer oficial Starbuck, ofreció una actuación de enorme fuerza y profundidad emocional. Su Starbuck aparece atormentado por el dilema moral de seguir a un capitán enloquecido. Fue interpretado con enorme musicalidad y una nobleza vocal que reforzó su carácter de contrapunto a Ahab, aunque acaso el marinero resulta, en manos de Mattei, demasiado elegante y atildado. Su gran aria «Captain, I beg you to reconsider» fue un momento de gran lucimiento, donde la rica voz de Mattei se combinó con una actuación de impresionante contención dramática.

La soprano Janai Brugger, como el joven y trágico Pip, logró una de las interpretaciones más conmovedoras de la noche. Su canto acariciador y sereno, y su expresividad escénica elevaron el papel y la conviertieron en el foco de atención, también por ser la única vez feminina en escena. En su angustiosa escena tras caer al mar, donde la fusión de voz y proyecciones visuales creó un instante de puro teatro musical, con la soprano buceando en la imensidad azul del escenario del Met.

Malcolm MacKenzie y Janai Brugger en "Moby-Dick." Foto: Karen Almond / Met Opera
Malcolm MacKenzie y Janai Brugger en «Moby-Dick.» Foto: Karen Almond / Met Opera

El estreno de Moby-Dick en la Metropolitan Opera de Nueva York ha sido, nos parece, un rotundo éxito, con una producción que fusionó un reparto de altísimo nivel con una puesta en escena espectacular y una dirección musical my elocuente. Alex Boyer, con su imponente Ahab, lideró el inspirado elenco, con Peter Mattei, Stephen Costello, Ryan Speedo Green y Janai Brugger dando cuenta de lo mejor de su arte.

Con esta producción, Jake Heggie confirma su lugar como uno de los compositores operísticos más relevantes de nuestro tiempo, y el público del Met, fascinado ante la epopeya melvilliana, ha celebrado con estusiasmo el estreno en el Met de esta ópera contemporánea.

OW


★★★★★

Metropolitan Opera de Nueva York, a 11 de marzo de 2025. Moby-Dick, ópera en dos actos con música de Jake Heggie y libreto en inglés de Gene Scheer basado en la novela de Herman Melville.

Dirección Musical: Karen Kamensek. Dirección de escena: Leonard Foglia. Escenografía: Robert Brill. Vestuario: Jane Greenwood. Iluminación: Gavan Swift. Proyecciones: Elaine J. McCarthy. Director del Coro: Tilman Michael.

Reparto: Ryan Speedo Green, Stephen Costello, Alex Boyer, William Burden, Peter Mattei, Malcolm MacKenzie, Janai Brugger, Remy Martin, Steven Myles, Jarrod Lee, Jonathan Scott, Brian Major.