Crítica: Estreno de «Ainadamar» en el Met

Por Carlos J. López Rayward

La Metropolitan Opera de Nueva York se asoma por vez primera a la ópera «Ainadamar», la obra cumbre de Osvaldo Golijov que, en su estreno en la compañía, ha contado con la presencia de Angel Blue, Elena Villalón y Daniela Mack como cantantes protagonistas. La orquesta del Met estuvo dirigida por el maestro Miguel Harth-Bedoya, en su primera aparición metropolitana.

Angel Blue y Elena Villalón en "Ainadamar." Foto: Marty Sohl / Met Opera
Angel Blue y Elena Villalón en «Ainadamar» Foto: Marty Sohl / Met Opera

La trama de «Ainadamar» sigue los recuerdos de la actriz catalana Margarita Xirgu, quien revive su relación con Federico García Lorca. Xirgu repasa la vida del poeta asesinado en 1936 por la Falange, mostrándonos una historia que, al igual que las pasiones de Golijov, transciende lo humano para tocar lo mítico. En la memoria de Margarita, Lorca no es solo un hombre, sino una figura sacrificial, un Cristo moderno cuya muerte es cúspide y símbolo de las tragedias colectivas que asolaron España durante su Guerra Civil.

El compositor argentino Osvaldo Golijov, experto en la intersección de estilos y culturas, crea en «Ainadamar» una partitura que celebra el mestizaje cultural español e hispanoamericano. Desde las melodías flamencas, impregnadas de cante jondo, hasta los ecos del judaísmo sefardí y el arabesco andaluz, Golijov captura la esencia española, pero también incorpora ciertos clichés que sirven acaso para que el público se acerque con familiaridad a las contradicciones de la cultura española. El resultado es una música estimulante y fresca que se presta al lirismo y la teatralidad, y que permite tanto el lucimiento de los artistas como el florecimiento del drama.

Daniela Mack, Angel Blue y Elena Villalón en "Ainadamar." Foto: Marty Sohl / Met Opera
Daniela Mack, Angel Blue y Elena Villalón en «Ainadamar»  Foto: Marty Sohl / Met Opera

El batuta peruano Miguel Harth-Bedoya en su debut en el Met, supo guiar a la orquesta en una interpretación expansiva y propensa a lo épico, aprovechando la variedad estilística de la partitura de Golijov. Desde los ritmos de rumba y flamenco hasta las melodías líricas más tradicionales, la orquesta respondió a cada gesto del director con la esperada presteza. Harth-Bedoya logró un gran entendimiento entre los elementos orquestales y vocales, especialmente en los momentos más dramáticos de la ópera.

Algo desconcertante fue el momento del asesinato de Lorca, donde los disparos, convertidos en una especie de fuga rítmica, sonaron demasiado fuerte, sepultando la voz del cantaor, lo que arruinó el efecto dramático. Otros sonidos extraorquestales, como las transmisiones de Radio Falange, o el sonido del agua goteando en la fuente de Ainadamar, refuerzan el mesaje hasta hacerlo por momentos reiterativo.

Desde su primera versión en 2003 en Tanglewood hasta su revisión en 2005 en la Santa Fe Opera, la ópera ha ido creciendo en importancia. Después de verse en algunos de los teatros más importantes del mundo, «Ainadamar» llega ahora a Nueva York en una destilada producción dirigida por Deborah Colker, quien, en su debut en el Met, apuesta por la imaginería flamenca y coreografía los movimientos en los cantantes en escena para resaltar la fuerza expresiva de la ópera.

Deborah Colker, que es coreógrafa además de directora escénica, propone una versión simbólica y por momentos surrealista de la historia. Colker está apoyada por el coreógrafo español Antonio Najarro, que dota de gran calidad y expresividad al baile flamenco que se ve en escena. Las Niñas, un sub-coro de mujeres que representaban a múltiples figuras a lo largo de la obra, acompañaban el canto con movimientos corporales que acentuaban la naturaleza ritualista y metafísica de la ópera.

Esta «Ainadamar» está impregnada de danza, con un uso muy inteligente del espacio escénico donde los solistas y el coro son elementos visuales al servicio del drama, en una coreografía que apunta el discreto libreto de David Henry Hwang. Quizá el trabajo de Hwang no esté a la altura de la música de Golijov. La conexión que traza el libreto entre Mariana Pineda, Lorca y Xirgu aparece desdibujada por momentos, por lo que Colker prefiere centrarse en la dimensión trascendental de la figura lorquiana, en una mezcla visual y emocional que pese a sus inconsistencias convenció a un público poco habituado a estas propuestas escénicas.

Escena en "Ainadamar." Foto: Marty Sohl / Met Opera
Escena en «Ainadamar» Foto: Marty Sohl / Met Opera

La gran triunfadora de la noche fue Angel Blue en el rol de Margarita Xirgu. Blue estuvo sencillamente magnética. En efecto, la soprano atrajo gran parte de la atención del público, con una actuación valiente y entregada. Su voz, rica e inteligible en su español, captó la esencia de una mujer atrapada entre el pasado y el presente, entre su misión vital de promover la obra de Lorca y el dolor de haber perdido a su amigo. Con su gran carisma en escena y su buena forma vocal, transmitió una vulnerabilidad que contrastaba con su determinación inaplacable de resistir el olvido.

La soprano Elena Villalón, como Nuria, aportó una frescura vibrante a la producción, y fue una adecuada contraparte para Angel Blue. Su voz clara y fresca complementó la madurez de Margarita, mostrando una continuidad generacional entre maestra y alumna. Villalón aportó un aire de juventud y esperanza a la producción. Nuria es el personaje que simboliza el futuro, la portadora de la antorcha que Margarita debe pasar. En su dueto con Margarita, la química entre las dos fue palpable.

Daniela Mack como Lorca en "Ainadamar." Foto: Marty Sohl / Met Opera
Daniela Mack como Lorca en «Ainadamar» Foto: Marty Sohl / Met Opera

La mezzo argentina Daniela Mack abordó el papel travestido de Federico García Lorca, y brindó una interpretación muy relevante; su voz, en los registros más sombríos, le vino bien para dibujar la espiritualidad y melancolía de un poeta consciente de su inminente muerte. Su mejor momento fue el solo ante la estatua de Mariana Pineda, donde su voz se tornó oscura y pesada, como si cada palabra estuviera impregnada del peso del destino. En el dueto con Margarita, donde ambos sueñan con escapar a La Habana, Mack mostró una mayor ligereza y lirismo en contraste con la fatalidad que se cernía sobre el personaje, creando un momento de esperanza efímera en medio de la tragedia.

El reparto se completó de manera sobresaliente con el cantaor granaíno Alfredo Tejada en el papel de Ramón Ruiz Alonso, el falangista que arresta a Lorca. Su cante jondo resonó espléndido, con una crudeza y una fuerza que parecían sentir la responsabilidad de representar a toda la cultura y la tierra andaluzas en el teatro de ópera más importante de los Estados Unidos. La fusión de su voz flamenca con la orquesta fue uno de los aspectos más novedosos para el público, que asistió fascinado a sus intervenciones. Desde nuestro punta de vista, la figura de este facha flamenco roza lo caricaturesco, pero es innegable que la eficaz impresión que produce en el público americano bien justifica esta licencia.

Alfredo Tejada en "Ainadamar." Foto: Marty Sohl / Met Opera
Alfredo Tejada en «Ainadamar»  Foto: Marty Sohl / Met Opera

Este estreno de «Ainadamar» en el Metropolitan Opera continúa su apuesta por grandes óperas en español. El público de Nueva York, que está respondiendo de manera muy positiva, parece conectar con estas historias que hablan su idioma. El futuro confirmará si, como el propio Lorca, «Ainadamar» vive más allá de su tiempo para inspirar a nuevas generaciones de amantes de la belleza y la libertad.


Metropolitan Opera de Nueva York, a 15 de octubre de 2024. Aidanamar, ópera en un acto de Osvald Golijov y libreto de David Henry Hwang traducido al español por el compositor.

Dirección Musical: Miguel Harth-Bedoya, Producción y coreografía: Deborah Colker, Escenografía y vestuario: Jon Bausor, Iluminación: Paul Keogan, Proyecciones: Tal Rosner, Sonido: Mark Grey. Coreografía flamenca: Antonio Najarro. Orquesta y coro de la Metropolitan Opera. Dirección del Coro: Tilman Michael.

Reparto: Angel Blue, Elena Villalón, Daniela Mack, Alfredo Tejada, Scott Conner, Eleomar Cuello, Federico De Michelis. Las Niñas: Amanda Arjona, Tatev Baroyan, Marissa Barragán, Marilyn Caserta, Lianne Coble-Dispensa, Ixchel Cuellar, Anna Dreslinski, Anissa Griego, Kelly Guerra, Katherine Henly, Tasha Hokuao Koontz, Milan Magaña, Jasmine MuhammadAnne Nonnemacher, Sarah Parnicky, Gina Perregrino, Natalia Santaliz, Sophia Isabella Yacap.