Crítica: «Fedora» abre con buen pie la temporada de la Ópera de Las Palmas

Crítica: «Fedora» Ópera Las Palmas Por Federico Figueroa

Fedora no es una ópera frecuente en las programaciones líricas internacionales y mucho menos en las españolas. Algunos aficionados recuerdan las funciones, en la década de los 80, en el Liceu y en el Teatro de la Zarzuela, con Mirella Freni y Plácido Domingo. Sin embargo, en menos de un año tres grandes teatros han programado este título y, con la facilidad con la que hoy podemos enterarnos de lo que se cuece en el otro extremo del planeta, podemos afirmar que esta ópera de Umberto Giordano, con libreto de Arturo Colautti, ha despertado un vivo interés entre los aficionados. La Asociación de Amigos Canarios de la Ópera, conocida en el mundillo lírico como la ACO nos ha puesto esta ópera a tiro de piedra como arranque de su temporada número 56, en la que con el patrocinio del Gobierno de Gran Canaria y otros estamentos (Cabildo, Ayuntamiento de Las Palmas, INAEM, etc.), sumados a la colaboración de otras empresas, logran que el  Turismo de Gran Canaria exhiba, además, músculo como destino cultural.

Una escena de "Fedora" en la Ópera de Las Palmas / Foto: © Nacho González Oramas/ACO
Una escena de «Fedora» en la Ópera de Las Palmas / Foto: © Nacho González Oramas/ACO

Los tres teatros que he mencionado antes son  la Ópera de Frankfurt (con funciones en abril de 2022), La Scala de Milán (octubre de 2022) y el Met neoyorquino (enero de 2023). Los tres contaron con rutilantes estrellas para encarnar a la pareja protagonista. La Ópera de Las Palmas no se “arrugó” y ha presentado esta Fedora con “artillería pesada”. Nada menos que logrando traer a debutar en el rol de la princesa Fedora Rozamov a la soprano Saioa Hernández, lo cual ha hecho acompañada por el guapo tenor de moda Jonathan Tetelman, quien debutó el personaje de Loris Ipanov precisamente en Frankfurt. De la noche a la mañana medio mundo hablaba de estas funciones de Fedora, en mitad del Atlántico, con las que Las Palmas da inicio a su temporada número 56 y se suma a la estrategia de programar títulos menos trillados. Consecuentemente, la primera enhorabuena va por la inclusión, y además como apertura de temporada, de la quinta obra escénica del corpus de Giordano, aunque, afortunadamente los aciertos no terminan ahí.

Jonathan Tetelman y Saioa Hernández en una escena de "Fedora" / Foto: © Nacho González Oramas/ACO
Jonathan Tetelman y Saioa Hernández en una escena de «Fedora» / Foto: © Nacho González Oramas/ACO

El libreto de Colautti es una versión de la obra homónima de Victorien Sardou, el autor de la obra de la que también nació la ópera Tosca de Puccini. Ambas obras dramáticas fueron escritas para la gran actriz Sarah Bernhardt. Esto ya señala el carácter de “ópera para diva” que tenemos entre manos. Fedora desde el estreno ha necesitado de esa gran cantante del momento, aunque es sabido que el joven Caruso fue quien se llevó los aplausos en la noche de estreno. Se trata de una historia de amor, asesinato y venganza, y aunque esté protagonizada por nobles rusos, se puede decir que este drama encaja más con el temperamento mediterráneo. Crítica: «Fedora» Ópera Las Palmas

Una escena de "Fedora" en la Ópera de Las Palmas / Foto: © Nacho González Oramas/ACO
Una escena de «Fedora» en la Ópera de Las Palmas / Foto: © Nacho González Oramas/ACO

En el foso, la Orquesta Filarmónica de Las Palmas se recreó en una exuberante sonoridad muy bien domeñada por Francesco Ivan Ciampa para ponerla al servicio de los cantantes. Algunos tempi lentos lograron un mejor encuentro en el dramatismo intrínseco de algunos pasajes de la ópera. En cualquier caso, y por donde se le vea, fue una lectura muy buena la que nos ofreció el maestro italiano. El coro, preparado por Olga Santana, estuvo a la altura de las circunstancias. Crítica: «Fedora» Ópera Las Palmas 

Jonathan Tetelman y Saioa Hernández en la escena final de "Fedora" / Foto: © Nacho González Oramas/ACO
Jonathan Tetelman y Saioa Hernández en la escena final de «Fedora» / Foto: © Nacho González Oramas/ACO

Como ya he mencionado, el elenco estaba liderado por Saioa Hernández y  ella es escénicamente una actriz atractiva. La soprano madrileña estuvo vocalmente pletórica. Contenida o exacerbada, con agudos con un toque de metal y unos graves muy bien plantados. Su abanico es amplio y sabe usarlo. Sin duda, con el correr del tiempo, le sacará mayores lustres al personaje de la princesa Fedora Romazov. También espléndido el tenor estadounidense Jonathan Tetelman como Loris Ipanov, entregado por completo al rol de Loris con un espléndido fraseo que adorna su potente voz, yendo de menos a más tras un inicio en el que pareció cohibido. La soprano Carolina López Moreno fue una Olga verosímil. Vocalmente atractiva, cantó con gracia y retrató con buen gusto la frivolidad del personaje. Un tanto más monótono, pero siempre elegante, estuvo el barítono Alfredo Daza como De Siriex, que fue el primero en cosechar un gran aplauso tras su aria “La donna russa”. En los personajes secundarios, destacaron la mezzosoprano Patricia Illera, voz bien timbrada y sonora, haciendo un doblete bien diferenciado como Dimitri y como saboyardo, y el barítono Fernando Campero como Gretch. El resto del elenco (Max Hochmuth, Daniel Molina, Gabriel Álvarez, Alexander Edelmann e Ivan Figueira) estuvieron apropiados en sus respectivos cometidos. A Borja Mariño se le vio espléndido al piano interpretando a Lazinski, el penúltimo capricho de la princesita Olga. 

Una escena de "Fedora" en la Ópera de Las Palmas / Foto: © Nacho González Oramas/ACO
De izquierda a derecha: Gabriel Álvarez, Borja Mariño, Carolina López Moreno y Saioa Hernández  / Foto: © Nacho González Oramas/ACO

En cuanto a la producción escénica, la propuesta del regista italiano Daniele Piscopo y su equipo es un espectáculo “clásico” en el sentido en que discurre dentro del relato del libreto. Es decir, no molesta ni chirría a la vista del espectador. Todo es bonito y en principio agradable. Sin embargo el conjunto fue de una frialdad ajena al carácter de la música a la que le viene muy bien una “animación” interesante en los personajes, al menos los principales, que en algún momento rozaban el estereotipo de culebrón televisivo. Cuestiones como “tenor de rodillas, tenor de pie treinta segundos para arrodillarse nuevamento pero esta vez al lado de una silla” o cuando Lazinski toca el piano al selecto grupo de invitados, para los que hay dispuestas unas seis o siete sillas pero todos están alrededor del piano y las sillas solo son adornos en el extremo opuesto de la sala.

Saioa Hernández y Jonathan Tetelman en una escena de «Fedora» / Foto: © Nacho González Oramas/ACO

El diseño de iluminación (Ibán Negrín), un tanto oscuro, tampoco ayudó a darle un mejor aire, además de detalles de índole técnico-artístico, como las luces dirigidas a los retratos del gran salón del primer acto que estuvieron fuera del marco en el primer acto o los otras otras pinturas, estas proyectadas, que se iban moviendo, como resbalando o escalando en la pared. El uso de proyecciones  animadas en el ciclorama, gran protagonista en el tercer acto con las montañas nevadas de fondo y un árbol al que se le cayeron muchísimas hojas, supone cierta modernidad en el concepto que a Piscopo se le escapó entre los dedos. Ha presentado un espectáculo bonito (escenografía firmada por Carlo Antonio de Lucia y Riccardo Roggiani), correcto en general pero con tufillo a rancio. De cualquier manera la gran ganadora, más allá de los vítores merecidísimos a los cantantes y orquesta, ha sido la Ópera de Las Palmas, haciendo con esta Fedora que los ojos del mundo lírico se pusieran en ella una vez más. Crítica: «Fedora» Ópera Las Palmas

Una escena del tercer acto de "Fedora" en la Ópera de Las Palmas / Foto:© Nacho González Oramas/ACO
Una escena del tercer acto de «Fedora» en la Ópera de Las Palmas / Foto:© Nacho González Oramas/ACO

1 de febrero de 2023, Las Palmas de Gran Canaria (Teatro Pérez Galdós)

Fedora, ópera en tres actos con música de Umberto Giordano y libreto de Arturo Colautti, basada en un drama con el mismo nombre de Victorien Sardou.

Producción de ACO en colaboración con Opera Production CD

Director musical: Francesco Ivan Ciampa   Dirección de escena: Daniele Piscopo  Orquesta Filarmónica de Gran Canaria    Coro del Festival de Ópera (Dirección: Olga Santana).

Solistas: Saioa Hernández, Jonathan Tetelman, Carolina López Moreno, Alfredo Daza, Patricia Illera, Gabriel Álvarez, Fernando Campero, Max Hochmuth, Daniel Molina, Alexander Edelmann, Ivan Figueira, Borja Mariño

OW