Crítica: Una liturgia pacifista en el Festival Jordi Savall 2024

                          «Música y salmos para la paz interior y exterior» Crítica Festival Jordi Savall 2024

Por Xavier Rivera

El gran gambista barcelonés Jordi Savall se ha convertido en uno de los portaestandartes más emblemáticos de la cultura catalana en todo el mundo. Sin descender nunca a la arena política, ha adquirido la indispensable y saludable costumbre de fustigar nuestras conciencias y las de nuestros dirigentes ante las miserias y adversidades del mundo actual, tan rico en tecnología y conocimientos científicos como pobre en referencias éticas y principios deontológicos. No podía, por tanto, permanecer indiferente ante los actuales conflictos bélicos en Europa y otros lugares y ha tramado un programa obsesivamente repleto de llamamientos a la paz, reiterando incansablemente el «Da pacem Domine» cristiano, a través de distintas épocas y compositores, y salpicándolo de invocaciones pacifistas en hebreo, en lengua mochica del Perú o en árabe de Palestina, para terminar con un nuevo «Da pacem Domine», encargado en 2004 por Savall al compositor estonio Arvo Pärt.  Cuando se piensa que, hoy mismo, al pianista inglés Jayson Gillham se le ha denegado un concierto en Melbourne por haberse pronunciado en memoria de los periodistas muertos en Gaza, se comprende hasta qué punto una polarización nefasta está invadiendo también el mundo de nuestra cultura.

Jordi Savall a la viola de gamba (c) Festival de Música Antigua Jordi Savall 2024

El famoso conjunto Hesperion XX estaba formado esta vez por un «consort de violas» en la vieja tradición británica, acompañado por la tiorba del flamenco Stan Geudens y la imaginativa percusión del español David Mayoral.  Entre los ocho instrumentistas, me ha parecido reconocer como mínimo cinco o seis nacionalidades diferentes, un pequeño emblema de la concordia y armonía que la música puede y debe ofrecernos. Ayer, la ‘Capella Reial de Catalunya‘ estaba formada por un doble cuarteto vocal con varios de sus cantantes más fieles, entre ellos el tenor Lluís Vilamajó, quien habitualmente prepara este conjunto y que es capaz de obtener de las voces una más que notable plasticidad sonora. Él mismo ha dirigido los conjuntos exclusivamente vocales como el de Gilles Binchois, un prodigio de riqueza contrapuntística que parece querer poner música a las volutas del gótico flamígero, o el de Salomone Rossi Ebreo, un polifonista judío veneciano del siglo XVI cuya maravillosa música se sigue cantando hoy en los oficios de algunas sinagogas. Lo paradójico es que sus obras se dieron a conocer gracias a la labor de un joven Vincent d’Indy, quien las publicó en París en 1877, por encargo del famoso cantor sinagogal Samuel Naumbourg. Hasta que, unos años más tarde… el mismo d’Indy ¡se pasó al bando de los antisemitas más notorios! Rossini, en cambio, apreciaba públicamente las obras de Naumbourg. Crítica Festival Jordi Savall 2024

La primera serie de composiciones comenzó con el trovador gascón Marcabru y su «Pax in nomine domini», antes de pasar a varios polifonistas franco-flamencos. Los hábiles arreglos permitieron dejar aquí y allá unos “solos” al «maestro» Savall, cuya capacidad para emocionar y conmovernos sigue siendo extraordinaria. Es cierto que podríamos hablar de un público adquirido o incondicional, pero aunque llevemos nuestro espíritu crítico a su grado más incisivo, el octogenario Savall seguirá siendo siempre uno de esos músicos que no se olvidan fácilmente, tan cautivadora y hechizante es su interpretación con la viola de gamba. Con el templo cisterciense completamente lleno, las ovaciones fueron de un entusiasmo desbordante. Hay que resaltar que las inclemencias del tiempo, con unas impresionantes tormentas, obligaron a los organizadores a resguardar a los músicos y al público en el interior, ya que la velada estaba prevista al aire libre. Aunque conservando la sutil amplificación prevista para el exterior. No estoy convencido, a priori, de las ventajas de esta tecnología si no hay una necesidad apremiante. Sin embargo, en esta ocasión… debo reconocer que clarificó la experiencia auditiva en un entorno acústico complicado por las resonancias interminables y confusas. ¡Bravo por los técnicos!

Un momento del concierto de Hesperion XXI y la Capella Reial de Catalunya (c) Festival de Música Antigua Jordi Savall 2024

Tras el primer bloque de canciones medievales, Eulàlia Fantova nos ofreció un conmovedor himno tradicional palestino a la Virgen María. En el folleto, se la presenta como contralto, a pesar de lo poco confortable que se siente con la tesitura extremadamente grave de esa pieza. Le siguió  la célebre pavana sobre cuatro notas de A. Ferrabosco,  (atribuida a veces a W. Byrd), « Hear me, o God », en la arrebatadora voz de Elianor Martínez. Como intérprete, tiende a desgranar las notas sin conferirles una intención verdaderamente personal, pero debo admitir que la belleza del sonido producido predomina sobre cualquier otra consideración. Otras composiciones anónimas de origen latinoamericano nos permitirán también apreciar el talento del tenor Ferran Mitjans, un intérprete muy comprometido, carismático y con una voz fluida y agradable en toda la tesitura. También habíamos saboreado anteriormente la calidad vocal y el compromiso interpretativo del bajo belga (que es también un notable violoncelista) Pieter Stas, muy fiel a Savall pero también a Vox Luminis y a otros conjuntos de alto nivel. La gracia retozona del conjunto de violas es particularmente notable en el inevitable y conmovedor ‘Semper Dowland, semper dolens’ del campeón inglés del lamento musical.

En la recta final del concierto, la pieza de Arvo Pärt no fue una sorpresa: todos conocemos su sentido de la polifonía estática y contemplativa en la que pasamos de una definición cabal y firme de la tonalidad a un súbito transporte a un mundo de indefinición armónica muy propicio para alcanzar el éxtasis contemplativo. Que era, al fin y al cabo, el principal objetivo de la velada. Crítica Festival Jordi Savall 2024

Festival Jordi Savall, Monasterio cisterciense de Santes Creus, 14 de agosto de 2024. ‘Pro Pacem’, concierto con obras de Arvo Pärt, Gilles Binchois, Salomone Rossi Ebreo, Marcabru, A. Ferrabosco, Dowland, et al. Dir. musical: Jordi Savall y Lluís Vilamajó. Solistas: Eulàlia Fantova, Elianor Martínez, Ferran Mitjans, Pieter Stas. Hesperion XX. Capella Reial de Catalunya.

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